Leonardo Padura, a través de cinco de sus mejores obras
El ganador del Princesa de Asturias de las Letras ha cultivado el cuento y la novela policial con vistas a lo social y lo histórico
El ganador del Princesa de Asturias de las Letras ha cultivado el cuento y la novela policial con vistas a lo social y lo histórico
1
«La neblina del ayer» (2005)
A ritmo de bolero y de la mano de su inseparable Mario Conde, ex-policía con nombre de banquero del que Leonardo Padura se sirve para filtrar la realidad social cubana, el escritor habanero cerró la Tetralogía Cuatro Estaciones y se embarcó con «La neblina del ayer» en la titánica tarea de ahondar un poco más en el policial para dinamitarlo desde dentro. Porque, como ya ocurriera con «Adiós Hemigway», el autor cubano se sirve de las convenciones del género y del gancho del crimen sin resolver de una cantante de boleros para dar con una completa y compleja panorámica de los bajos fondos y de una sociedad abandonada a su suerte que añora con fuerza su esplendor pasado. Mucho, muchísimo más, que una novela negra.
2
«Herejes» (2013)
Si «La neblina del ayer» es la perfecta aleación de novela policial y social, Padura añadió con «Los herejes» una nueva variable a tan magistral fórmula: la memoria histórica. Una fusión espléndidamente compactada en la que Conde, cada vez más airado y desengañado, es voz y testigo de una historia que sigue deambulando por los rincones de La Habana al tiempo que rememora la trágica historia del millar de judíos que llegaron a la ciudad cubana en 1939 a bordo del S. S. Saint Louis huyendo del horror nazi y fueron enviados de regreso a Europa.
3
«El hombre que amaba a los perros» (2009)
Probablemente el proyecto más complejo, ambicioso y titánico al que se ha enfrentado Padura en su carrera como escritor: un fresco histórico que viaja de 2004 a 1977 y de ahí a 1940 para reconstruir la vida del asesino de Trotski, Ramón Mercader, asesino de Trotski. Así, pasando de la Cataluña republicana al Moscú estalinista y del exilio en México a la Cuba contemporánea, el autor cubano lanza múltiples líneas argumentales que acaban anudándose en torno a ese hombre que amaba los perros.
4
«La novela de mi vida» (2001)
Adaptada al cine con el título de «Regreso a Ítaca», Padura volvió a aparcar las tramas policíacas y a su protagonista de cabecera con «La novela de mi vida», novela transformada en indagación biográfica del poeta cubano José María Heredia, fallecido en el exilio de México en 1839. Una nueva excusa para trazar paralelismos entre dos épocas -el siglo XIX y principios del XX- y acabar reconstruyendo la realidad a partir de los pedazos que de una época van encajando en la otra.
5
«Aquello estaba deseando ocurrir» (2015)
Además de una dilatada y provechosa carrera como novelista, Leonardo Padura nunca ha dejado de cultivar el cuento y el relato breve. Un buen ejemplo de ello es «Aquello estaba deseando ocurrir», recopilación de todos los cuentos a los que el escritor ha dado forma entre 1987 y 2009 y que confirma a Padura como magnífico retratista, también en la distancia corta, de paisajes extrañados y personajes aún más desconcertados.