Juan de Palafox y Santa Teresa, dos grandes españoles en sintonía con Dios
Ricardo Fernández Gracia edita el libro sobre la vida y obra del virrey, poeta y del gran humanista, beatificado en 2011
Fue un hombre singular, singularísimo. De esos españoles geniales a los que durante siglos, cinco para ser más exactos, sus compatriotas hemos olvidado. Porque Juan de Palafox y Mendoza fue poeta, político y virrey allende la Mar Océana, intelectual, sacerdote, aventajadísimo discípulo de Santa Teresa, de cuya obra fue uno de los primeros editores; hombre sabio, humanista eminentísimo. Gracias a que este año se celebra el quinto centenario de la santa abulense, Palafox está de actualidad. Así lo demuestra el exigente estudio (doce trabajos) que acaba de aparecer, «En sintonía con Santa Teresa, Juan de Palafox y los Carmelitas Descalzos ».
Coordinado por Ricardo Fernández Gracia , cuenta la vida y milagros (fue beatificado el 5 de junio de 2011, durante el papado de Benedicto XVI) de este gran español. El libro ha sido editado por el Gobierno de Navarra, la Comisión Nacional del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús y el Ayuntamiento de Fitero , localidad navarra donde Juan de Palafox naciera el 24 de junio de 1601. Murió a los 58 años.
El profesor Ricardo Fernández Gracia, director de la Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro de la Universidad de Navarra, nos despliega el mapa de los talentos de Palafox. «Creo que resulta muy difícil separar su faceta como humanista de su actividad como pastor de hombres u hombre de gobierno –explica Fernández Gracia–. Es más, estoy convencido de que hay que interpretar su vida y obra globalmente. Su figura resulta rica y polifacética, ya que en ella se dan cita el obispo, pensador político, virrey y visitador de Nueva España, reformador, fecundo escritor, poeta, primer editor y comentarista de las cartas de Santa Teresa, mecenas de las artes y de la música, protector del indio, legislador y asceta, al tiempo que hombre de profunda espiritualidad».
Deliciosas frases
Fernández Gracia recuerda también alguna de sus deliciosas frases, como esta recomendación para los sacerdotes: «Ser más madres que padres y en ningún caso señores. El amor se hizo para convertir, el rigor para afligir... pastor aborrecido, ganado perdido... no deshacer con la vida lo que se enseña con la voz».
Fue muy destacada su labor en Hispanoamérica: «Como hombre de gobierno, confesará que fue a Nueva España a desterrar la codicia y ésta le desterró a él. En referencia a los puestos y cargos, siempre insistía en que las personas se habían de buscar para los puestos y no los puestos para las personas, argumentando siempre que los reinos que se gobiernan por remedios y no por prevenciones, van perdidos».
Al otro lado del Charco, la vida de los indios, la gente más desfavorecida y sus penurias, no les pasaron inadvertidas. El profesor navarro cree que la historia debe servirnos: «Palafox nos proporciona unos conocimientos que pueden compensarnos de la anemia del ambiente que nos rodea hoy».