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Javier Cercas: «Enric Marco es como el Maradona o el Picasso de la impostura»
El escritor extremeño presenta su nueva novela «El impostor» (Random House) en el Aula de Cultura de ABC
Javier Cercas ha escrito usualmente sobre todo tipo de personajes que tienen su base en la vida real, pero sin lugar a dudas ha asumido el principal reto de su brillante carrera literaria al desenmascarar a la figura de Enric Marco, un catalán que durante décadas engañó a toda la sociedad española haciendo creer que era una víctima de los campos de concentración nazi. Esto es lo que plantea el autor de «Soldados de Salamina» en su nueva novela, «El impostor» (Random House), que ha presentado en el Aula de Cultura de ABC, que patrocinan la Real Maestranzade Caballería y Renault.
El director del Aula de Cultura, Francisco Robles, se ha servido del título de otro libro anterior de este escritor, «Anatomía de un instante» —que versaba sobre el golpe del 23F— para definir muy certeramente esta nueva obra como «la anatomía de toda una vida, porque este libro es una auténtica lección de anatomía como la del cuadro de Rembrandt, ya que no sólo nos sumergimos en las vidas de los personajes, sino que nos implicamos en el proceso de creación de la novela, dándole un aire de reportaje o crónica». Asimismo, elogió de Cercas que haya tenido la capacidad de «derribar la cuarta pared, aquella que existe entre los escritores y los lectores, y ha creado más interrogantes que respuestas».
Por su parte, Javier Cercas admite que «todos los libros tienen un tema visible y el invisible, que es el más importante. Aquí el tema visible es que hubo casi 9.000 españoles deportados en los campos de concentración nazi, casi todos en Mauthausen (el catalán dijo estar en el de Flossenbürg, en Baviera». Marco se llegó a convertir en presidente de la Asociación Amical de Mauthausen y otros campos y concedió decenas de entrevistas y muchas conferencias, «llegándose a convertir en un rock star de la memoria histórica, hasta tal punto de que fue el único deportado que habló en un homenaje que el Congreso de los Diputados realizó en recuerdo de estas víctimas del nazismo».
Enric Marco fue el primer español también que estuvo a punto de hablar en la gran celebración que conmemoraba el 60 aniversario del cierre de Auschwitz,«pero el historiador Benito Bermejo demostró que él jamás había estado en un campo de concentración. A partir de ahí este señor se convirtió en un gran impostor y en un maldito», admite este autor.
En cuanto al tema invisible que subyace en la trama de esta novela, Javier Cercas comenta que «Marco se podría definir como el Maradona o el Picasso de la impostura», e incluso recordó que Mario Vargas Llosa escribió un artículo sobre este impostor definiéndolo como «monstruoso genial». Por todo ello, el escritor asegura que este catalán «es un hombre a la vez radicalmente normal y radicalmente excepcional», y confesó que «Marco es lo que somos todos pero transgrediendo todas las normas morales».
Necesidad de ser querido
El móvil por el que este personaje llegó a crear esa gran mentira se resume en que, según Cercas, Enric Marco «tenía la necesidad de ser querido y aceptado, por eso el libro habla sobre la incapacidad de mirarnos en el espejo y aceptarnos como somos y también habla sobre la necesidad de ficción que tenemos porque todos somos novelistas de nosotros mismos y creamos una realidad al no aceptar nuestra vida real». Además, el autor de «Las leyes de la frontera» definió a Marco como una especie de Don Quijote, porque, al igual que Alonso Quijano permaneció 50 años en un pueblo de la Mancha y luego cambió su vida, «éste último se pasó encerrado en un taller de Hospitalet durante cincuenta años y para salir de su pasado gris se inventó una vida de héroe, de resistente antifranquista, llegando a ser incluso secretario general de la CNT». De hecho, se casó con una mujer a la que mantuvo engañada durante treinta años.
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