poesía
Jacobo Cortines reflexiona sobre el amor y la muerte en «Nombre entre nombres»
El académico y poeta ha presentado este lunes su nuevo poemario en la Real Sevillana de Buenas Letras
Jacobo Cortines (Lebrija, 1946) es un humanista. Igual se le puede ver en el aula de la Universidad de Sevilla impartiendo clases magistrales sobre Literatura Española, que recitando versos, contemplando cuadros de su amiga Carmen Laffón o exaltando su condición de melómano con su vehemente defensa de las óperas de Mozart. Ese espíritu también se acrecienta con su labor como editor en aventuras como la revista «Separatas» , que supuso un soplo de aire fresco a la cultura sevillana en la Transición, o con la colección Vandalia de la Fundación Lara, que dirige junto a Ignacio Garmendia. Ahora, acaba de aparecer su nuevo poemario, «Nombre entre nombres» ( Editorial Renacimiento ), que este lunes ha presentado en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras junto a Aquilino Duque, Rogelio Reyes Cano y Alberto Zedda.
Esta obra del académico, poeta y profesor de Literatura Española de la Universidad de Sevilla se ha publicado diez años después de que apareciera «Consolaciones», con el que logró el Premio de la Crítica en el año 2004. Sobre este aspecto, Cortines confiesa que «eso es algo que viene siendo muy habitual en mí, porque casi todo lo que he publicado ha sido así. Además, he tardado esos diez años porque he publicado entre medio otras cosas. Mi forma de hacer poesía es como la de los maestros latinos: leo, repaso, corrijo y no termino el libro hasta que madure».
«Nombre entre nombres», que está pensado bajo la idea de que el mundo es como el teatro —algo que remite directamente a la tradición más clásica (la obra de Calderón de la Barca es un ejemplo de esto)— se divide en cuatro secciones. La primera se llama «Escenarios» y contiene tres poemas que reflejan la influencia de lo pictórico. La segunda, «Ausencias», contiene otros tres poemas y en ellos se expresa el tema de los personajes ausentes en este teatro. La tercera sección, «Contrapuntos», posee otros cuatro poemas.
La cuarta y última sección, «Nombre entre nombres», está conformada por un largo poema de 515 versos que, según reconoce el propio Jacobo Cortines, «en cierta manera es la segunda parte de “Carta de junio”», dividiéndose a su vez en otras dos partes: Primero aparece un personaje que se dirige a sí mismo, el tú, y luego pasa la palabra al yo. Es una persona que va hablando consigo mismo, «como en un desdoblamiento», confiesa. La primera parte es un resumen sintético y una mirada reflexiva hacia atrás, la segunda es un canto muy celebrativo al rescate de la naturaleza. «Es, en definitiva, un canto a la vida retirada, muy horaciano», confiesa el poeta. Además, se expresa el paso del tiempo y la conciencia de finitud, tema que está presente en esta cita del «Eclesiastés»: «Anda, come tu pan con alegría, y disfruta la vida con quien amas, que esa es la suerte tuya mientras vivas…».
Comenta Jacobo Cortines que este nuevo poemario está en la línea de «Consolacines» porque remite a secciones anteriores. «Hay muchas autorreferencias. Es como la última palabra de mi poesía reunida, “Pasión y paisaje”, que fue el título de la antología que me publicó la Fundación Juan March». Precisamente, ese mismo epígrafe de «Pasión y paisaje» es el que este poeta ha elegido para publicar en el año 2016 toda su poesía reunida en un mismo volumen: «Hay un deseo expreso de Ana Gavín, directora de la Fundación Lara, de que sea Vandalia quien me publique este “Pasión y paisaje”, que es como yo quiero denominar al conjunto de mi obra, desde que comencé a publicar en el año 1974 hasta lo que haga en 2016». También confiesa que ese título es así porque «la pasión llama al mundo dramático y el paisaje, al mundo de la serenidad. Es el eros y el thanatos, términos que pueden ser complementarios. Todo eso completa una biografía moral y se profundiza en los temas más fundamentales de mi poesía, como el amor, la muerte, el paso del tiempo, la amistad, etc».