Juan Manuel de Prada: «España ha traicionado su razón de ser, su sentido histórico»
El exministro de Justicia Alberto Ruíz-Gallardón presentó ayer la última novela del escritor junto a Luis Alberto de Cuenca y Miguel Ayuso
Había gran expectación ayer por la tarde en la sede del Instituto Cervantes de Madrid. Juan Manuel de Prada , columnista de ABC , presentaba su última novela, «Morir bajo tu cielo» (Espasa), y uno de los anfitriones era Alberto Ruiz-Gallardón . Era el primer acto público del exministro de Justicia, que hace apenas diez días presentó su dimisión , y las cámaras le esperaban dispuestas a apuntarle… pero se impuso la literatura.
Pese a las circunstancias, ya que como dijo Gallardón, «no deja de tener cierta ironía el que sea yo, caído en la refriega, al que Juan Manuel de Prada haya invitado a presentar una novela sobre los Últimos de Filipinas ». Esa ironía de la vida le sirvió al exministro para revelar que el propio escritor sabía, cuando le hizo llegar la invitación, que por estas fechas ya no sería el titular del Ministerio de Justicia, pues ya había decidido renunciar a su cargo.
Pero Juan Manuel de Prada no quería a un ministro en la mesa, sino a un amigo. Y Gallardón cumplió con la tradición. Era la tercera ocasión en la que presentaba una novela del autor de «La tempestad» , al que calificó como su «talismán», ya que cada vez que le había acompañado en algún acto literario su devenir político había prosperado. Salvo en esta ocasión… ¿O puede que no?
«Guerrero y magullado, pero jamás vencido», exclamó Gallardón al final de su intervención evocando la declaración de uno de los protagonistas de «Morir bajo tu cielo». Eso fue antes de que el exministro reconociera que en sus últimos días (en el cargo) se sintió identificado con la esencia de la novela de Juan Manuel de Prada : «Al final son pocos, pero buenos, los que te pueden acompañar en el camino».
«Pocos, pero buenos»
Esos «pocos, pero buenos» resistieron con honor los 337 días que pasaron sitiados en Baler , mientras «los villanos estaban tranquilamente sentados en sus despachos de Madrid», advirtió Ruiz-Gallardón volviendo de nuevo a la novela. Una novela escrita «en clave de reivindicación, de protesta de lo que significa el papel de España», que se muestra especialmente crítica con la Restauración española y «retoma el recuerdo de un mundo que está desaparecido en la memoria, donde más nos cuestionamos la nación española».
A juicio de Gallardón, Juan Manuel de Prada ha logrado explicar en «Morir bajo tu cielo» «muchas cosas que todavía no somos capaces de explicarnos». Y es que «estamos hablando del alma de un país, y para evitar, ojalá, esa ruptura hay que leer a Juan Manuel de Prada», advirtió con un ojo puesto en la Cataluña de Artur Mas . Lo dijo alguien que, como reconoció anoche, «sólo ha estado en el mundo político por accidente, porque le hubiera gustado estar en la música». Sin ánimo, eso sí, de provocar. La provocación se la deja Gallardón al escritor allí presente, a quien «le gusta escandalizar, y eso tenemos que agradecérselo los lectores, porque nos hace sacar de nosotros mismos lo mejor».
Amistades literarias
Una consideración con la que estuvieron de acuerdo los otros dos presentadores que anoche acompañaron a Juan Manuel de Prada: el poeta Luis Alberto de Cuenca y el profesor Miguel Ayuso . El primero, «una de las más antiguas amistades literarias» del escritor (como él mismo reconoció), ensalzó las virtudes de esta última novela y, sobre todo, de la prosa de Juan Manuel de Prada. «Está dotado para la más alta literatura de este momento en España; en él se reúnen la figura del escritor de raza e inventor de argumentos», dijo, para después definir el libro como un «maravilloso folletín», a medio camino entre Jack London (que no Conrad) y John Ford .
«Parte de un guión cinematográfico y es puro cine , por lo que ojalá resurja el proyecto con Garci o con cualquier otro director», aseguró en relación al origen de «Morir bajo tu cielo». Novela que, según Luis Alberto de Cuenca, «es un episodio nacional a lo bestia», por lo que «no renuncio a que siga historiando nuestro devenir histórico a través de novelas».
Devenir histórico que personajes como el despiadado Rutger Van Houten han intentado dinamitar con letanías apócrifas como la que aparece en un pasaje del libro, escupiendo contra las virtudes de España: su «hermosa lengua», sus tabernas, sus monjas, sus toreros… Hasta configurar «una de las letanías de España más hermosas desde Alfonso X».
Un logro así sólo podía conseguirlo quien, a juicio de Miguel Ayuso, tiene una prosa sin parangón en la actualidad. «Podría ser el autor de un único libro, siempre el mismo. Ese estilo extraordinario lo vierte con una magnanimidad extraordinaria sobre la vida», que permite «no quedarse en lo mediocre, en lo sencillo». Ese es, a juicio de Ayuso, el secreto de la narrativa de Juan Manuel de Prada, que, en el caso de «Morir bajo tu cielo», «raya a una altura extraordinaria», pues está escrita con la «facultad creadora asociada a la voluntad divina a través del arte». Por eso «su ingenio sirve para potenciar un juicio honesto y honrado».
Tan honesto y honrado como la reprimenda vestida de broma que Juan Manuel de Prada lanzó a Alberto Ruiz-Gallardón por tacharle de conservador en un momento de su intervención: «No lo puedo admitir. Conservador es Rajoy, que coge todas las leyes de Zapatero y las conserva. Yo soy tradicional. El pasado es eterno y lo que deseamos los tradicionales es traer las cosas buenas del pasado al presente».
La anti-España absoluta
Se trataba, a juicio del escritor, de una puntualización «pertinente, sobre todo en estos tiempos que los conservadores hacen lo que hacen». Y es que, como explicó Juan Manuel de Prada, «Morir bajo tu cielo» «pretende ser una novela de afianzamiento patriótico». Ante la actitud de unos gobernantes que «nos mienten» y «nos saquean», el escritor defendió «seguir luchando por un bien más alto, aquí y ahora, en esta España de nuestro tiempo». «La España de Bruselas y Estrasburgo es la anti-España absoluta, negación de lo que ha sido nuestro ser histórico. España ha traicionado su razón de ser, su sentido histórico», se quejó el autor. Un Juan Manuel de Prada que quiso cerrar su intervención con un verso del «Cantar de Mio Cid »: «¡Dios, qué buen vasallo, si tuviese buen señor!».
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