Latin Grammy en Cádiz
José Carlos Gómez: «Soy guitarrista porque escuché a Paco con tres años y me enamoré del sonido»
El artista algecireño rememora algunos de los momentos más emotivos que ha vivido con el maestro Paco de Lucía
Miguel Poveda, Antonio Carmona y Diego Amador participan en el homenaje a Paco de Lucía que se organiza en Cádiz el 13 de abril
El próximo sábado 13 de abril se celebran en Cádiz los Latin Grammy como homenaje a Paco de Lucía, una de las guitarras más influyentes del la historia del flamenco y de la música.
El evento tendrá como anfitrión y presentador de la gala al cantaor Miguel Poveda y contará con la presencia de varios músicos ganadores de estos premios como Oscar D'León, Eliades Ochoa y la paraguaya Berta Rojas. Así como artistas nominados e invitados especiales como Diego Amador, Rubem Dantas, María José Llergo, Niño Josele, India Martínez, María Toledo, Rosario La Tremendita y Antonio Carmona. Será una gala muy especial y muy flamenca que celebrará el genio del artista gaditano en el décimo aniversario de su fallecimiento.
«Fue el 25 de febrero 2014 y para mi fue un shock. Algo completamente inesperado y complicado de asimilar porque pensaba que jamás se iba a morir, porque su figura ha estado ahí desde pequeño. Paco iba siempre por delante mostrándonos el camino y que de pronto no estuviera fue un cataclismo», rememora el guitarrista y compositor algecireño José Carlos Gómez quien tuvo la fortuna de compartir numerosos momentos con el maestro de maestros.
Paco era muy aficionado a la copla y eso abrió un camino melódico que el flamenco no tenía. Además impregnó a la guitarra flamenca de armonías y de melodías nuevas con influencias del jazz. Su figura es inmensa y sólo escuchando lo que grandes músicos del mundo han dicho de él se puede atisbar su grandeza. «Yo soy guitarrista porque lo escuché con tres años y me enamoré de ese sonido, de su música y de su figura. Paco ha dejado una huella universal y es un referente fundamental por su legado», confirma el guitarrista que se formó con Salvador Andrades y recibió clases de Antonio Sánchez Pecino, el padre de Paco de Lucía. «La escuela algecireña se caracteriza por la limpieza en el sonido de la guitarra y el ritmo, que no es el mismo que se hace en Jerez o que se hace en Morón. Creo que aquí tenemos otra manera, un ritmo más agresivo. Será por los vientos de Poniente y de Levante», apunta divertido mientras sigue esbozando la figura de un genio «competitivo y humilde. Inquieto e inconformista».
Boda de Alejandro Sanz
Como confirma Gómez, «la humildad le permitía estar aprendiendo siempre y tener los oídos atentos para escuchar todo lo que se le ponía por delante y eso no es algo que ocurra siempre porque en el flamenco muchas veces te piden el carné de identidad antes. Él no ponía barreras ni trabas por delante. En eso, era como Camarón, estaba dispuesto a impregnarse de todo».
José Carlos había estado muchas veces en casa de Paco porque de niño recibió clases de su padre. «Paco conocía a mi abuela, a mi padre pero yo siempre me quedaba bloqueado porque me daba mucho respeto y su figura me imponía». Pero aquella noche, en la boda de Alejandro Sanz en 2012, Paco le vio y le preguntó sobre qué estaba haciendo. «Ven. Siéntate conmigo», le dijo. En ese momento José Carlos se relajó y charló con el maestro.
«Fue una conversación muy larga donde hablamos de la vida, de la guitarra y de muchas cosas», recuerda. Luego alguien pidió a Gómez que cantara. Paco escuchaba complacido. El maestro pidió al cantaor que repitiera alguno temas y estaba asombrado de la evolución de aquel chaval que ya de chico «tocaba muy bien, muy flamenco y muy sentido». «Me ha sorprendido el buen gusto que tiene y la calidad de lo que está haciendo. Le deseo toda la suerte del mundo no solo porque lo conozco y lo quiero, sino porque lo admiro como persona y como músico», aseguraba Paco en un vídeo.
«Para mi esas palabras fueron una especie de regalo de despedida porque murió unos meses después. Fue algo precioso porque no puede haber reconocimiento más grande», asegura orgulloso y emocionado.
Genio irrepetible
Paco aglutinaba muchos talentos: era solista, compositor y armonicista. Acompañaba al cante, al baile y tenía magia sobre el escenario.
«Es un artista muy extenso y es complicado describirlo en toda su magnitud. Son artistas que no tienen sustituto ni lo van a tener porque son fruto de unas circunstancias. Paco está a la altura de los grandes músicos de la historia como Stravinski o Beethoven. Lo que pasa es que es un músico flamenco y parece que el flamenco siempre se asocia a algo más pequeño y puede parecer que poner a Paco a esa altura es una exageración. Se equivocan», asegura rotundo.
«Con los años se analizará bien su música y se reconocerá su magnitud porque para comprender su grandeza creo que uno de los requisitos es conocer y tocar su obra. Paco de Lucía es mucho más que un guitarrista flamenco que tenía velocidad y que era un virtuoso. Es muchísimo más que todo eso. Es inmenso. Inabarcable».