AULA DE CULTURA DE VISTA HERMOSA

Jorge Bustos: «Si Pedro Sánchez se cree que va a amedrentar a los periodistas críticos, no lo va a conseguir»

El subdirector de El Mundo ha presentado su nuevo libro 'Casi. Una crónica de un desamparo' en El Buzo

Jorge Bustos junto a Ignacio Moreno J.Z.

Juan Zaldívar

El Puerto

El club de playa El Buzo, en El Puerto de Santa María, ha recibido la visita de Jorge Bustos Tauler en del Aula de Cultura Del Real Club de Golf de Vista Hermosa. El subdirector de El Mundo y colaborador habitual de la COPE, Telecinco y La Sexta acaba de publicar 'Casi. Una crónica de un desamparo', un libro que es un retrato sobre la exclusión y la vida de los sintecho en Madrid y que ahonda en los límites de la dignidad humana. El periodista ha contado su experiencia este martes 16 en 'Para qué sirven los pobres'.

El acto ha sido presentado por Ignacio Moreno, director de LA VOZ de Cádiz. «Una de las mentes más cultas del periodismo español» comenta Ignacio de su compañero.

Acostumbrado al ámbito político, jamás pensó llegar a escribir un libro así. «Cuando me mudé, me fijé en la cantidad de personas sin hogar que había. Vivo cerca del CASI (Centro de Acogida de San Isidro), en el que iban 300 personas en estado de indigencia», comenta. «Es un libro que nace del rechazo, no podemos ser hipócritas, las personas sin hogar generan rechazo y normalmente generan malestar en muchas personas» cuenta con honestidad.

Lejos de su zona de trabajo, platós y periodismo político, nace un libro que según él es «un reportaje de 200 páginas». «Un día vi un incidente de un indigente volviendo de la redacción de El Mundo y recordé que no solo soy periodista político, soy periodista y cuento actualidad, y la pobreza es actualidad, así que decidí entrar a conocer ese mundo», comenta Bustos.

«Es un libro de rostros, de historias, de supervivientes, tiene cero activismo. Es un libro de personas, de pura crónica periodística» «He querido alejarme del sensacionalismo y el morbo, he querido que el lector piense lo que lee y lo sienta visceralmente», cuenta Bustos.

Bustos cuenta que la primera vez que entró en el CASI, el primer impacto no fue visual, fue olfativo. La falta de higiene era una forma de desapegarte de las ganas de vivir, según el subdirector de El Mundo: «El deseo de vivir es imprescindible con el quererse y verse bien». «Es algo que trabajan mucho los asistentes sociales, regenerarles la autoestima», añade.

«Por la mañana iba a trabajar al Congreso a comerle las trolas y desmontarla y a la tarde al centro de personas sin hogar y con el trabajo de los asistentes recuperaba la fe», cuenta Bustos. «Hay historias increíbles, periodistas, toreros, veteranos de guerra de los Balcanes que se beben 7 litros de vodka al día… hay todo tipo de historias y almas»

«Hoy vivimos en la cultura de la queja en la que todos gritan sus problemitas para recibir caso, y en cambio ellos viven sus errores, fracasos y dramas con cierta filosofía, realismo y con algo de pudor», cuenta Bustos. También cuenta el hermetismo de ellos, como cuesta ganarse la confianza de ellos para que hablen de su historia.

Bustos recalca como en la época de las luchas sociales, la aporofobia es un problema irrelevante. «Como los pobres no dan votos, nadie les hace ni caso», subraya.

«Pocas ONGs funcionan tan bien como Cáritas», confiesa. Para Bustos, las organizaciones de carácter religioso son las que mejor asistencialismo dan «con total diferencia».

Según Bustos, la dureza de la experiencia del voluntariado es tal que a veces algunos van solo una vez y no se ven capaces de volver. «Son personas muy dependientes, han vuelto a ser casi como bebés después de tanto daño», cuenta Bustos.

Las drogas, el alcohol, el juego y varias enfermedades son grandes causas del sinhogarismo. «Vivimos en sociedades cada vez más individualistas, las familias pierden valor y es más probable acabar solos», comenta Bustos. «Las sociedades culturalmente mediterráneas sufrimos menos el debilitamiento de los lazos que las del resto de Europa, que son más individualistas», añade.

Tiempo para la actualidad

Tras hablar del libro, quiso hablar de la actualidad política, empezando por el Caso Begoña Gómez: «Nadie se atrevió a decirle a ella que lo que estaba haciendo era un disparate», comenta Bustos. También comenta cómo le recuerda a «las parejas arribistas de las novelas de Maupassant o Stendhal. Tienen una psicología muy transparente; se han sentido incapaces, se les ha hecho de menos siempre, eran menospreciados por sus compañeros y ahora necesitan demostrar el poder y llevar una revancha moralista, es una pareja que actúa sin pudor». «Hay un ánimo de venganza muy evidente en la forma de hacer política de Pedro Sánchez», recalca.

La situación actual lleva a una de las principales preocupaciones de Jorge Bustos: «La calidad de una democracia es directamente proporcional a la distancia que está el Congreso de los jueces, todas las dictaduras empiezan por el control del poder judicial». «Que un tribunal político, como es el Constitucional, formado por miembros afines al PSOE, anula sentencias judiciales que perjudican al partido, es algo inaudito en Europa y algo muy preocupante», añade.

Aprovechó para hablar de la situación del periodismo nacional: «Tenemos que alejarnos de los 'llaneros solitarios' de las redes sociales, fijarnos en los periódicos locales y regionales, con solera, alejado de los activistas que hacen el papel de periodistas». Además, habló del plan de regeneración democrática de Pedro Sánchez: «A priori todo lo que quiere plantear es ilegal y va en contra de las reformas de la Unión Europea». «Si intenta amedrentarnos a los periodistas, no lo va a conseguir», concluyó.

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