La Galería de las Colecciones Reales no encuentra personal de sala a tres meses de su apertura
Patrimonio Nacional asegura que la inauguración del museo, prevista para julio, no corre peligro
Ana de la Cueva: «Las empresas también tienen que ser responsables del mantenimiento de nuestro patrimonio»

La Galería de las Colecciones Reales lleva acumulando demoras y alteraciones desde hace veinticinco años, cuando se retomó un proyecto del que se empezó a hablar durante la Segunda República. La última fecha de apertura comprometida es verano de 2023, coincidiendo con el inicio ... de la presidencia española de la UE, según anunció Félix Bolaños, ministro de Presidencia. Es decir, el museo que mostrará «la riqueza y diversidad de las Colecciones Reales» debería abrir sus puertas en julio. Pero, a poco más de tres meses, esta apertura vuelve a verse amenazada por una nueva incidencia: el Gobierno no encuentra personal de sala.
A finales de enero, Patrimonio Nacional declaró desierta una licitación publicada el 5 de diciembre del año pasado para contratar el 'servicio de atención al visitante de la Galería de las Colecciones Reales'. Un trámite de casi tres meses para que la única empresa que se presentó al concurso, Externa Servicios Generales de Empresa, finalmente desistiera. La compañía, que había ganado la licitación para dos años con un presupuesto de algo más de 2,5 millones de euros, no presentó la documentación acreditativa del cumplimiento de requisitos previos, después de solicitar la retirada de la oferta presentada.
Ha pasado un mes desde que la Mesa de Contratación cerrara este expediente y Patrimonio Nacional sigue sin abrir un nuevo concurso. Fuentes de la entidad dependiente del ministro Bolaños, mano derecha de Pedro Sánchez en La Moncloa, aseguraron a ABC que el Consejo de Administración aprobó este miércoles los pliegos y que la nueva licitación se va a publicar «de manera inmediata». Según Patrimonio Nacional, todavía están «en calendario» y «no hay preocupación» por este revés, «algo habitual en la Administración». Teniendo en cuenta los precedentes, la apertura del museo en julio sí se ve comprometida, pero las fuentes consultadas confían en que esta vez los trámites irán «más rápido».
En los últimos meses, después de años de indefinición y de modificaciones del proyecto, Patrimonio Nacional ha acelerado para dotar al museo de servicios como los sistemas de seguridad (cámaras de vigilancia y sistemas antiintrusión), la instalación de arcos detectores de metales y la contratación de otros servicios menores como la edición de contenidos audiovisuales o el montaje de elementos de cerrajería para rotulación. También se abrió en septiembre una licitación por valor de 1,6 millones para montar una cafetería-restaurante; ninguna empresa optó por ella y a los dos meses el procedimiento se declaró desierto. No se ha vuelto a convocar.
Pero si un museo puede abrir sin cafetería (el Arqueológico la tiene cerrada desde la nevada de Filomena), no lo puede hacer sin personal de atención en sala. Los museos estatales, dependientes del Ministerio de Cultura, llevan sufriendo cierres de salas e incluso cierres totales puntuales desde hace dos años por no tener vigilantes, taquilleros y porteros mayores suficientes. Los 67 puestos que Patrimonio Nacional necesita cubrir se corresponden con los siguientes perfiles profesionales: coordinador del servicio de atención al visitante (un trabajador), jefe de equipo (3), recepcionistas (6), informadores (15), auxiliares de servicios (24) y agentes de venta, reserva y gestión de entradas (18).
Entre las funciones que deberán asumir estos trabajadores figuran la venta y reserva de entradas, atender a los visitantes en el punto de información o el control de aforo. También asegurar que el público no ponga en riesgo las obras o impedir la entrada de objetos prohibidos, como paraguas o bolsos grandes. Estas tareas, en los museos que dependen de Cultura, las asumen funcionarios o personal laboral. Presidencia, en este caso, ha optado por externalizar el servicio porque «carecen de personal propio para llevar a cabo esta tarea, no siendo conveniente la ampliación de los medios personales y materiales con que cuenta la Administración».
La vía de la privatización supone que estos trabajadores cobrarán menos que si estuvieran contratados por el Estado. Los salarios que recogía la oferta de la licitación, de acuerdo con el convenio colectivo de aplicación, iban de los 14.164 euros anuales (el salario mínimo en 2022 ascendía a 14.000 euros) para los auxiliares de servicios a los 19.918 euros para el coordinador, el rango más alto. Los sueldos del personal de atención en sala adscritos al IV Convenio Único del personal laboral, en cambio, son más altos: van de los 17.402 a los 20.685 euros. Patrimonio Nacional se evita también cierta conflictividad laboral y retrasos en las contrataciones, como está ocurriendo desde hace meses con los museos estatales.
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Fuentes de UGT aseguran que Patrimonio Nacional les informó de que parte de la vigilancia será asumida por personal de otros centros, ampliando otra contrata, y que no se contempla instalar el servicio de visitas guiadas, porque el recorrido de la galería tendrá suficientes carteles explicativos. El sindicato lamenta que estos años la plantilla ha sufrido una merma importante porque la mayor parte de los recursos se han destinado al museo, que ha supuesto una inversión de al menos 169 millones de euros, 140 de ellos para su construcción. El presupuesto inicial de este proyecto junto al Palacio Real lo empezó a ejecutar Aznar y lo pretende completar Sánchez, 25 años después.
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