Jesús García Calero
La biblioteca
Con las manos ensangrentadas, Pinochet ordenaba abrir los libros de Pablo Neruda para humillarlo y de paso rebuscar culpas sin posible defensa
Jesús García Calero
Con las manos ensangrentadas, Pinochet ordenaba abrir los libros de Pablo Neruda para humillarlo y de paso rebuscar culpas sin posible defensa