Eurovisión

LeKlein: «Hacer una canción en 'spanglish' sería como prostituirme»

La ganadora del Eurocasting considera que su canción está a la altura de cualquiera de las que cantan Sia o Beyoncé y confía en sus posibilidades: «Creo que podemos quedar muy bien en Eurovisión e, incluso, ganar»

Leklein, durante su visita a ABC FOTOS: MAYA BALANYA / VÍDEO: ELENA VILLEGAS

JAVIER ESCARTÍN

«Cuando vaya a Eurovisión, ¿me llamará el Rey?». Vanesa Cortés, conocida artísticamente como LeKlein, no oculta su emoción por optar a representar a España «en las olimpiadas de la música». Después de un largo camino, en el que ha tenido que doblegar a los otros casi 400 aspirantes que se presentaron al Eurocasting, ve la meta cada vez más cerca. «Mi objetivo era llegar a la gala final y cantar en 'prime time', pero ahora que estoy aquí... ¡lo quiero todo!», dice mientras calienta la voz en el estudio de ABC. «Yo ya me veo en Kiev. Tengo incluso pensado llevarme una pizarrita y, cada vez que me enfoquen, poner algún mensaje. Tipo: '¡Viva Talavera!' u '¡Hola Felipe VI!'», asegura con gesto burlón. «Y Rajoy, al menos un tuit me pondrá, ¿no?».

Incapaz de disimular su ilusión, LeKlein se ha subido al sueño eurovisivo tras dos desengaños: en lo profesional, cuando descubrió que en la industria musical «sólo se busca sacar tajada del artista»; y en lo personal, tras la reciente ruptura sentimental con la ex Miss España Patricia Yurena. Un duro golpe al corazón que curó componiendo «Ouch!», el tema que le podría dar el pasaporte a Ucrania. «La vida no es fácil y, a veces, duele. Pero hay que vivir y ser valientes, pase lo que pase. Eso es lo que quise transmitir con mi canción al componerla», asegura. Y a LeKlein, le sobra valentía. Antes de grabar su acústico para ABC, se encierra en el baño para terminar de calentar la voz. No sabe que toda la redacción está escuchando sus gorgoritos tras la puerta. Minutos después, sale y algunos periodistas la aplauden. Ella se muere de vergüenza. «¿Se me estaba escuchando?», pregunta nerviosa a su acompañante. Está claro que a LeKlein se le va a oír mucho a partir de ahora.

- El 63% del público te votó en la final del Eurocasting, el proceso online que TVE abrió para dar una oportunidad a artistas amateurs o sin el apoyo de una discográfica. ¿Esperabas llegar hasta aquí cuando presentaste tu canción?

- Yo soy eurofan desde pequeñita y tenía muchas ganas de presentame alguna vez a la carrera por Eurovisión. Y cuando este año dijeron que habría un Eurocasting, me tiré de cabeza. El mismo día del anuncio, me puse a trabajar para componer la canción. En una semana ya la tenía acabada y la presenté.

- Entonces creaste una canción pensando en lo que gusta en Eurovisión...

- La verdad es que no. Sabía que debía componer un tema adecuado para el festival, aunque no quise hacer algo en base a lo que se suele escuchar en el certamen. Buscaba algo original, que sonara diferente. Pero, a su vez, estoy acostumbrada a hacer canciones con estribillos pegadizos y potentes, y eso encaja muy bien con el concurso. «Ouch!» es una canción que no suena a Eurovisión, pero sí es eurovisiva.

«Las canciones del Eurocasting no tienen nada que envidar a las elegidas internamente»

- ¿Te da algo de ventaja con respecto a tus rivales haber ganado el Eurocasting y que tu tema lleve escuchándose desde hace más tiempo?

- Algo de beneficio conlleva, porque ya tengo el apoyo de muchos eurofans y espero que se mantenga en la gala de TVE. Pero también es cierto que he perdido el factor sorpresa, ya que han salido cinco temas nuevos que la gente ha podido escuchar más tarde. Por lo tanto, creo que las fuerzas están bastante equilibradas.

- ¿Pero no ves injusto que haya artistas que accedan directamente a la final y tú hayas tenido que batirte contra otros casi cuatrocientos aspirantes?

- Yo entiendo el motivo por el que se ha hecho.

- ¿Cuál es?

- Porque TVE quería asegurarse un mínimo de nivel en la gala de preselección. Ahora bien, creo que la calidad de las canciones presentadas en el Eurocasting ha sido altísima y no tiene nada que envidiar a la de las elegidas internamente. De hecho, creo que se han quedado en el camino canciones muy buenas como las de Javian («No somos héroes»), Fruela («Live it up») o Brequette («No enemy»). Pero pienso que, en un futuro, se eliminarán las elecciones a dedo y se apostará por algo similar a lo de este año. Está demostrado que hay talento de sobra por ahí escondido.

- Quizá entonces artistas consolidados de nuestra industria musical no se atrevan a competir con otros de menor nombre...

- Te juegas mucho, es verdad. Sé de artistas relativamente conocidos que, tras no ser elegidos internamente, han decidido renunciar al Eurocasting. Creían que, si no ganaban, su prestigio quedaba dañado. Pero yo también me jugaba mucho: yo tengo un nombre en la música electrónica, he trabajado con los mejores DJ's de España y era un reto muy importante para mí. Al final, en la vida hay que correr riesgos. Y el que no arriesga, no gana.

- Has cantado en la calle, has acudido a fiestas eurovisivas... todo para ganarte el voto eurofan. Tienen que estar contentos contigo.

- Yo es que soy como ellos. Soy eurofan y hago lo que me hubiera gustado que otros candidatos hubieran hecho en anteriores ediciones. Muchas veces, los eurofans se han sentido olvidados y es el público que mantiene este programa.

«Estoy gastando mis ahorros en este proyecto. Pero lo veo como una inversión de futuro»

- Y seguro que te han dado consejos

- Sí, muchos y muy buenos. Algunos, los voy a tener en cuenta. Un eurofan colgó un vídeo con un montaje de luces para mi actuación. Y lo cierto es que nosotros estábamos pensando en algo similar, por lo que sus ideas nos ayudaron a mejorar lo que estamos preparando. En general, he recibido muy buenas palabras por parte de los fans y estoy muy agradecida.

- ¿Jugamos al juego de las diferencias? Dime qué ha cambiado entre la Vanessa de ahora y esta Vanessa de 2002.

- (Mira atentamente el vídeo con una sonrisa) Muy pocas diferencias. «Puedo ser» fue un proyecto creado por mí, como es el de «Ouch!», y tenía las mismas ilusiones que ahora. ¿Diferencias? Era más joven, más guapa (ríe) y más inconsciente. No conocía el mundo en el que me estaba metiendo. Me las colaron por todos los lados. Si volviera a 2002, sabiendo lo que ahora sé, me comería el mundo.

- ¿A qué te refieres cuando dices que te 'las colaban'?

- Discográfica, mánagers... todo el mundo quiere sacar tajada de ti y no les importa la música que haces. Yo, al final, soy músico. Y los músicos somos gente bohemia y romántica. Nos movemos por unos intereses que no son ni el dinero ni la fama. Solo queremos vivir de la música y ser felices sobre un escenario. Y a la gente de la industria le da todo igual, sólo quieren ver números a costa del artista.

- Pero si finalmente vas a Eurovisión, esas puertas se van a volver a abrir...

- Sí, pero ahora tengo un equipo fantástico que trabaja con ilusión y con poco presupuesto. De hecho, están colaborando conmigo a cambio de nada. Y yo estoy gastanto mis ahorros en este proyecto. Pero lo quiero ver como una inversión. Si ganara la preselección, tendría la sarten por el mango y podría negociar con mis condiciones.

- Y en cuanto al idioma, ¿tienes la sarten por el mango? ¿Va a haber castellano en tu canción en la gala de TVE?

- No

- ¿Tajantemente?

- No, voy a ser fiel a mi creencia. La canción suena bien como está. Es un tema internacional y el inglés es la lengua universal de la música. Necesito llegar al mayor número de gente posible en sólo tres minutos, y para eso el inglés es básico.

- ¿Pero TVE te ha 'sugerido' cambiar el idioma?

- La verdad es que no. Hemos tenido reuniones y se ha abordado el tema, pero me han dado libertad. En 'spanglish' no la voy a llevar, porque tú tienes que hacer algo que sientas como una pieza de arte. Y cuando mezclas idiomas, lo que evidencias es que buscas votos. Yo tengo una relación muy honesta con la música y para mí hacer un 'spanglish' sería como prostituirme.

«Para llevar una letra festivalera, tipo 'baila baila' o 'el ritmo de la noche', no voy al festival»

- Voy a ser malo, pero hay compañeros tuyos que van a cantar en 'spanglish' en la gala...

- Cada uno elige lo que quiere. Yo lo respeto, pero antes llevo una canción cien por cien en español que en 'spanglish'.

- ¿Y podremos escucharla algún día sólo en castellano?

- Hay una versión en español que, si ganamos, la publicaremos. Pero creo que «Ouch!» funciona mucho mejor en inglés. Es como si intentaras traducir al castellano una canción de Sia, Rihanna o Ariadna Grande. ¡Quedaría fatal! Y pienso que mi canción está a la altura de lo que cantan estos artistas. Tiene una buena letra, una buena producción y un estribillo con fuerza. Creo que podemos quedar muy bien en Eurovisión e, incluso, ganar.

- Estás preparada entonces para que la RAE se te eche encima si ganas la preselección, ¿no?

- Preparadísima. Mira, si yo hiciera música como Pablo Alborán o Pastora Soler, que me encantan, cantaría en castellano sí o sí. Son canciones muy cuidadas y con mensaje. Pero para llevar una letra festivalera, tipo 'baila baila' o 'el ritmo de la noche'... ¿qué sentido tiene enviarla en castellano? Si la hago en español, que sea poesía.

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