Los escépticos del Museo Guggenheim de Bilbao

Parece que lleva en la Ría toda la vida, pero en los 90 tuvo muchos enemigos. Eran tiempos de crisis, y aún con la oposición política y social, se terminó construyendo. Frank Gehry, hoy por Bilbao 25 años después, abrigó con titanio un edificio que ha sido decisivo en la vida de la ciudad. Nadie cuestiona hoy su poder, un atractivo vivo para disfrute del turista y el de casa. -Redacción-