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Rosenwein explora la eterna pasión que mueve montañas
ENSAYO
Se analiza en este minucioso estudio cómo el amor es la más histórica de las emociones
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No importa cuántos sean los enemigos del amor. El sentimiento resiste. Y junto a su dimensión emocional, también se multiplican los intentos por explicarlo, por intentar dar cuenta de por qué y cómo los seres humanos continúan enamorándose, quizá contra toda lógica. Este libro ... que aquí comentamos acierta al reconocer que las emociones y los sentimientos, tanto sus formas expresivas como sus cualidades vivenciales, están moduladas por matrices culturales que se repiten a lo largo y ancho del planeta y de la historia.
ENSAYO
'Amor: una historia en cinco fantasías'

- Autora Barbara H. Rosenwein
- Editorial Alianza
- Año 2022
- Páginas 240
- Precio 21,50 euros
La cultura, lejos de ser un mero síntoma del cuerpo, es su condición, su pre-requisito, incluso en aquellos casos en los que podríamos pensar que estamos hablando de emociones básicas, ligadas a alguna función biológica.
Para Rosenwein, el amor (como las otras emociones), está constituido, modelado, por diversas imágenes que esta autora norteamericana, una de las especialistas más reconocidas en la historia de las emociones, denomina «fantasías». Hay que dejar bien claro que estas formas culturales no son sueños o idealizaciones, como sugiere equivocadamente esa palabra, sino estructuras que permiten ordenar los sentimientos. Inicialmente, Rosenwein distingue cinco de estas fantasías: afinidad, trascendencia, obligación, obsesión e insaciabilidad. Quizá podría haber añadido otras que, como la posesión o, por el contrario, la generosidad o el desprendimiento, hubieran arrojado una visión algo diferente del modo en el que se ha forjado el amor en Occidente.
Derrota
Se echan en falta esas fantasías positivas, incluyendo tal vez la más relevante de todas ellas: la resistencia, la manera en la que el amor reclama su espacio político pasando por encima de la convención social o de la norma comunitaria. De todas las pasiones, el amor es claramente la más revolucionaria: la que es más capaz de poner patas arriba la autoridad; la única que, hasta el momento, permite transformar, mediante el matrimonio, el sentimiento en ley. Pero los tiempos son los que son. Y el amor, salvo quizá el amor homosexual y su batalla por el reconocimiento jurídico, parece llevar escrito en la frente el signo de su derrota. Aparece con frecuencia revestido de consideraciones negativas que lo ligan a la violencia, a la toxicidad.... El libro, muy bien escrito y traducido, no pretende sugerir que los sentimientos no sean reales, por más que también puedan fingirse, sino que, para ser comprendidos incluso por aquellos que los sienten, tienen que acomodarse a convenciones sociales.
Rosenwein, que ya hizo un libro similar sobre la ira, y otros tantos sobre las comunidades emociones de la Edad Media, encuentra que el amor es la más histórica de las emociones, aquella de la que cada cual, en todo tiempo y lugar, tiene un relato. Y es justamente a causa de esta circunstancia que podemos y debemos distinguir elementos y fases del amor. Las reglas del cortejo o las formas contemporáneas del desamor, el flechazo o el desengaño, el sexo o el matrimonio, son elementos tangenciales de un sentimiento de amistad aderezado con un deseo que puede o no consumarse, de un placer en la compañía mutua, así como, también, de una serie no menor de reacciones y respuestas fisiológicas por las que el cuerpo reclama su parte.
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