LIBROS
El silencio entre las letras de un Nobel chino
NARRATIVA
Mo Yan se adentra en el terreno de la autoficción con 'Flores tardías', su primer libro tras la concesión del premio en 2012

A finales del siglo pasado, un polo de innovación literaria saltó de Latinoamérica a China. Los escritores del gigante asiático, profundamente influenciados por sus homólogos hispanos, recogieron e insuflaron nueva vida al realismo mágico, empleándolo para retratar una sociedad distorsionada por décadas de vertiginoso ... crecimiento entre un modelo político autoritario, planteamiento que bien podría resultar fruto del género.
Mo Yan representa el más ilustre nombre entre ellos, posición ratificada por el Nobel que en 2012 reconoció una obra que, en efecto, «mezcla realismo alucinatorio con relatos folclóricos, historia y contemporaneidad». El autor quiebra por fin su silencio con el primer libro escrito tras la concesión del premio. 'Flores tardías', publicado en China hace dos años, ya está disponible en España gracias a la labor editorial de Kailas, casa que alberga la mayoría de sus trabajos en nuestro idioma.
Años silentes que encuentran conclusión y recipiente en este título, con el que su autor se adentra en el terreno de la autoficción. Mo Yan –seudónimo, conviene recordarlo– emplea la primera persona para hilvanar doce relatos cortos, escenas de una pretendida autobiografía que incide en dudas recurrentes sobre el pacto de lectura ante esta práctica. Cuando la realidad se dobla sobre sí misma en forma de literatura, ¿es realidad o es literatura?
RELATOS
'Flores tardías'

- Autor Mo Yan
- Editorial Kailas
- Año 2022
- Páginas 480
- Precio 22,90 euros
La narración, interrogantes aparte, se vuelve más valiosa cuanto más se aproxima a lo personal, ficticio o no, sin caer en la autorreferencia: el escritor frente a su mundo y no frente al espejo. Para Mo Yan este se ubica, tanto en realidad como en literatura, en su pueblo natal de Gaomi, al que regresa para afrontar uno de los temas principales del libro: la fuerza transformadora de la segunda sobre la primera.
Por eso relata con desagrado cómo un empresario local derriba casas vecinas para levantar en su lugar un parque temático –hecho en absoluto extraño– inspirado en la más famosa de sus obras, 'Sorgo rojo', llevada al cine por Zhang Yimou. Sus paisanos le abordan con historias que pretenden ver escritas. Y pesa sobre Mo Yan la responsabilidad del autor ilustrada, por ejemplo, en su empeño por retomar una –de nuevo pretendida– redacción infantil para desentrañar sus consecuencias.
Plagado de referencias clásicas, no pasa por alto los episodios más traumáticos del país
China ha experimentado en una generación cambios que en Occidente requirieron siglos. La psique colectiva, sin embargo, no avanza tan deprisa. Mo Yan retrata una comunidad rural inmutable, salvo por pequeños detalles que evidencian cómo la modernidad permea la vida diaria. Placas solares, teléfonos móviles, redes sociales; pero ningún cambio como pasar de la escasez a la abundancia. «Hay que ver el honor y el placer que el dinero puede comprar en una sociedad productora de mercancías», deja escapar al atisbar la residencia de un viejo amigo.
Hambrunas
Todo gracias y por culpa del Partido. El texto, plagado de referencias clásicas, no pasa por alto los episodios más traumáticos en la historia reciente del país. Algunos ocultos con habilidad, como la obsesión con el hierro vinculada al Gran Salto Adelante y las consiguientes hambrunas; explícitos muchos otros, como el destructivo caos de la Revolución Cultural. Mo Yan añade así a sus méritos artísticos la valentía.
En el capítulo que da nombre a la obra, el magnate del pueblo organiza una pelea amañada con un luchador japonés, presentado como descendiente de los invasores para enardecimiento del público. Mo Yan detecta la farsa, pero el nacionalismo que critica hierve irremediable su sangre. Pocos lugares como la China contemporánea hacen patente la trascendencia de los relatos colectivos, en particular en manos de un régimen autoritario. Y por eso, aún más incluso, la de aquellos que escapan a su manipulación, como este.
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