LIBROS
«Volveremos», el «quién es quién» de la crisis
Quienes se fueron de España por la crisis ya tienen su memoria oral, y cabe en las páginas de «Volveremos», de Noemí López Trujillo y Estefanía S. Vasconcellos
![Noemí López Trujillo (derecha) y Estefanía S. Vasconcellos](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2017/01/30/noemi-fanny-libro-U10107476060kMF--1190x800@abc.jpg)
Con origen en los años 40, la historia oral se ha establecido como una tradición en los países anglosajones. Se busca, se pretende, conservar las voces calladas de colectivos marginados o minorías para edificar la intitulada «historia desde abajo».
Este enfoque, que debe no poco a la influencia de Gramsci en los viejos historiadores marxistas de Inglaterra, ha permeado a todas las generaciones de cronistas. Los testimonios, muchas veces mentirosos, ofrecen un gran contraste y, en palabras del historiador germano Lutz Niethammer , gracias a ellos el investigador « obtiene respuestas a preguntas que no se han formulado».
Los testimonios también son el nervio fundamental de las recientes obras de memoria histórica y pretenden ejercer como relato ejemplarizante. Su éxito, su fracaso o no como testimonio verificable, depende mucho de la astucia del autor en evitar el sesgo y construir una sinfonía oral donde cada instrumento toque a la vez. La fórmula de entrevistas, en origen destinada a colectivos a punto de desaparecer , ha permeado también en la cultura popular y dado excelentes obras, como «Por favor, mátame», de McNeil-McCain (1996), y un notable y olvidado libro sobre la movida madrileña, «Sólo se vive una vez», de José Luis Gallero (1991).
Una obra valiente
Esta recopilación de exiliados españoles debido a la crisis , obra de las periodistas Noemí López Trujillo (Bilbao, 1988) y Estefanía S. Vasconcellos (Salamanca, 1988), se encuentra entre esos dos mundos. Navega entre una gran crónica de la generación perdida y las anécdotas costumbristas que pretenden relativizar la salida de España. Aunque quizá su salida ha sido prematura, faltaría en los entrevistados una mayor perspectiva, es una obra valiente, necesaria, ya que, por el número de entrevistas, elección de los testimonios y división de los capítulos ofrece una imagen fidedigna de una generación purgada por la crisis.
Navega entre una gran crónica de la generación perdida y las anécdotas costumbristas
Las autoras han buscado dar voz a todas las clases sociales , todos los géneros, y hallar las huellas de los exilios económicos anteriores. Están, así, los testimonios de militancia izquierdista (Jorge) pero también los de la pequeña burguesía (Berni) destruida por el marasmo económico de 2009. Y las voces fuera de tiempo, como la familia del escritor exiliado Ernesto Filardi . Con estas últimas se pretende reconstruir una genealogía de la pobreza, emparentando estos nuevos migrantes económicos con aquellos que hubieron de marcharse de España en la década de los 50. Hay, también, espacio para los que no se marcharon, como el caso de Cintia, que explicita un Elche paralizado por la crisis y narra casi una década en una franquicia de comida rápida por un infrasueldo .
Si las reconstrucciones de esas historias resultan veraces, nada solemnes, la novedad son esas páginas tan poco frecuentes d edicadas al choque cultural. Aunque hay apenas casos de racismo, es una emigración cualificada, no se omite el testimonio de identidad dividida y el drama de la pérdida del idioma natal sobrevuela las partes más complejas.
Todos ellos conforman una polifonía sinuosa , especialmente bien trabajada y contrapuesta, que se constituye como una fuente en bruto excepcional. Es difícil no ver que este libro no sea fundamental para trabajos historiográficos sobre la crisis económica, ya que resulta un pie de página básico de una generación en crisis. Esos jóvenes, en definitiva, cuya oficina de empleo fue el aeropuerto y su destino cielos más brumosos .