LIBRO
De los viejos a los nuevos totalitarismos
La vida y la obra del pensador germano Habermas es fiel reflejo del devenir de Europa y, en concreto, de Alemania. Una biografía repasa su pensamiento y su trayectoria, no exentos de polémica
Si Müller-Doohm realizó una biografía intelectual magistral de Adorno , vuelve a repetir la misma hazaña con esta de Habermas (1929). Como en el caso anterior, la parte privada es mínima para dar cabida al estudio de su obra . Pero sin embargo, los difíciles años por los que pasaron Adorno-Habermas, maestro y alumno, hacen inevitables la explicación de sus vivencias durante el nazismo . En el caso del primero su exilio en los EE.UU.; y en el caso del segundo, su adhesión a las juventudes hitlerianas siendo un niño. Este asunto, como el de que su padre fuera un simpatizante y colaborador del nazismo, le trajo muchos sinsabores.
A Habermas le sucedió lo mismo que a Grass. Ingresó en las juventudes con diez años y quince cuando fue destinado a la Línea Sigfrido tomada por los americanos. Él mismo ha confesado que resultaba difícil no dejarse seducir por la propaganda nazi. Su padre fue detenido y trasladado por dos años a cárceles norteamericanas. Para Habermas su padre fue una víctima del acomodamiento burgués al régimen. El padre luego se hizo demócrata cristiano, mientras el hijo siempre ha permanecido cercano a la izquierda .
Memoria despierta
Otros conflictos los tuvo por defender las responsabilidades del pueblo alemán frente a quienes pedían superar esa triste memoria. Su disputa con su amigo, el novelista Martin Walser, fue muy sonada. Lo mismo contra quienes no estaban de acuerdo con el monumento al Holocausto de Eisenman en Berlín. Siguiendo a Jaspers, autor del libro La cuestión de la culpa , Habermas insiste en este tema y la responsabilidad colectiva. De ahí la necesidad de mantener despierta la memoria para las nuevas generaciones.
Se ha distinguido, entre un sinfín de cosas, por el estudio de la dialéctica entre el individuo y la sociedad
Habermas, además de haber sido un gran docente, un teórico de la sociología, un ensayista, un articulista fue, y aún es, un líder de opinión en las filas de la izquierda liberal. Habermas se ha distinguido, entre un sinfín de cosas, por el estudio de la dialéctica entre el individuo y la sociedad. Le tocó el nazismo pero también la posguerra con la división de Alemania y el alzamiento del muro de Berlín, la reconstrucción democrática en la RFA , la democratización de la izquierda comunista, el terrorismo y, finalmente, el desmembramiento de la URSS y la reunificación alemana con la que, al principio como Grass o Christa Wolf, no estaba muy seguro de su necesidad. Les daba miedo un resurgimiento de ese «criminal delirio de grandeza».
Generación y guerra
Alumno y amigo de Horkheimer, Adorno, Gadamer o Lukács; sus compañeros de generación fueron: Dahrendorf, Grass, Enzensberger, Martin Walser o Christa Wolf. Una generación marcada por la guerra aunque ellos no dispararan un solo tiro por tener la gracia del nacimiento tardío. Se doctoró con un trabajo sobre Schelling . Se caso con una compañera de carrera ligada familiarmente con Hegel. Ayudante de Adorno. Entusiasta de Marcuse. Su relación borrascosa con Horkheimer no le impidió que este lo dejara como heredero de su cátedra cuando se jubiló.
Luchó por democratizar toda la sociedad alemana. Criticó a los medios de comunicación por no ser neutrales. Participó en el movimiento estudiantil. Se opuso a que la ciencia estuviera al servicio de la política. Abolicionista de la pena de muerte. Condenó al terrorismo criminal de la extrema izquierda. Viajó varias veces a Israel para encontrarse con Scholem.
Sus compañeros de generación fueron: Dahrendorf, Grass, Enzensberger, Martin Walser o Christa Wolf
Predijo que las sociedades modernas se desarrollarían hasta convertirse en formaciones posnacionales. Acuñó el término de «patriotismo constitucional» . Apoyó a la UE. Sin embargo vio dificultades para una Constitución común porque no hay un pueblo europeo que exista como sujeto político colectivo del proceso constitucional. Defendió un orden mundial constituido democráticamente. Criticó todas las guerras últimas de los EEUU; pero justificó la de Kosovo llevada a cabo sin la autorización del Consejo de Seguridad, para impedir la limpieza étnica, por el deber de auxilio y porque todos los estados que intervinieron eran estados de derecho. Defendió el derecho «irrestricto» de asilo político, es decir, una vez aceptados los principios constitucionales del país de acogida, sin por ello tener que renunciar a sus raíces. A Habermas le preocupaban los fundamentalismos.
Muy crítico con la medicina genética y la clonación, alertó sobre la necesidad de legislar sobre la tecnología genética y la biotecnología, realizando así una nueva teoría moral. Le horroriza escuchar a los neurocientíficos decir que están en condiciones de demostrar que la conciencia de libertad es una ilusión. De la misma manera que Habermas luchó por la democratización y civilización del capitalismo y rechazó cualquier sistema totalitario, también lo hace contra esta ciencia y técnica controladora del individuo . Diferencia entre Estado nacional, la comunidad de proveniencia; y la nación de ciudadanos del Estado, la comunidad jurídica, sobre la base de una cultura constitucional compartida que no necesita en modo alguno apoyarse en una procedencia u origen étnico, lingüístico, cultural, común a los ciudadanos y que, sin embargo, puede ser la fuente de un patriotismo cohesionador.