LIBROS

«Mi vida en rojo Kubrick», otra voz, otras habitaciones

Simon Roy escarba en los mil y un vericuetos de «El resplandor», la película de Kubrick con la que la vida del autor guarda más de un parecido. Eso incluye una desaparición y un crimen

La actriz Shelley Duvall y Stanley Kubrick (sentados) durante una pausa en el rodaje de «El resplandor», filme basado en la novela de Stephen King
Rodrigo Fresán

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Hay tres variedades posibles de espectadores de « El resplandor », película de Stanley Kubrick estrenada en 1980. Están los que la vieron después de haber leído la novela de Stephen King que la inspiró; están los que la vieron antes de haberse hospedado en el libro; y están los que nunca sintieron la necesidad d e temblar por los pasillos del hotel Overlook en blanco y negro de letras tras haber gritado en la colorida oscuridad de un cine y salir de allí considerándola para el género del horror lo mismo que años antes les pareció «2001: una odisea del espacio» en lo que hacía a la ciencia ficción: la catedralicia «magnum opus» a la hora del más sublime de los espantos.

El canadiense Simon Roy (nacido en 1968) pertenece a la segunda categoría. Y así abre la puerta de su «Mi vida en rojo Kubrick»: recordando la noche de sus diez u once años en la que, cambiando canales de su televisor, se encontró con algo que no sabía qué era, doblado al francés, y con el francamente espantoso título cambiado de «L’enfant lumière» (ah, la perversión gala de retitular lo extranjero todo lo que puedan para, acaso, poseerlo, como poseído es el sufrido y frustrado Jack Torrance por ese «resort» de montaña), que sonaba más a algo cercano a «El principito» que a u n tipo alucinado y alucinante persiguiendo a esposa e hijo hacha en mano.

Grabado a fuego

De este modo y en esa modalidad, Roy fue afortunado: porque no había admirado antes por escrito -y no podía hacer automáticas comparaciones- la que seguramente es una de las mejores novelas norteamericanas sobre la desintegración de la siempre frágil unidad familiar y los efectos producidos por la «locura del arte» henryjamesiana incluyendo, además, a barman espectral, mujer desnuda y putrefacta en bañera, setos con forma de animales que cobran vida bajo una nevada perfecta, y niño paranormal .

«Mi vida en rojo Kubrick». Simon Roy

Trad de Regina López Muñoz. Alpha Decay, 2017. 173 páginas. 19,90 euros

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