TEATRO
Una vela a Dios y otra al diablo
Con «Adonay y Belial», el jurista Pedro González-Trevijano debuta con acierto como dramaturgo
Catedrático de Derecho Constitucional y magistrado del Tribunal Constitucional , Pedro González-Trevijano tiene en su haber una reconocida producción en el ámbito de su especialidad, junto a incursiones en el ensayo, como un fascinante análisis sobre el poder visual de las imágenes en el arte cristiano, o un sobresaliente examen de los dragones de la política, y se ha hecho acreedor de numerosas distinciones , así, entre otras, la Encomienda de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio. Pero, aparte del entusiasmo por su profesión, González-Trevijano atesora otra pasión, que le ha acompañado durante toda su vida: el teatro.
Ahora da el salto, y a su condición de lector y espectador del arte de Talía, suma la de dramaturgo, debutando con «Adonay y Belial», que no son otros que Dios y el diablo, eternos rivales en una lucha de siglos : «Soy el dios del mal. Casi tan poderoso como el del bien», le espeta desafiante Belial a su oponente en este duelo dialéctico que se desarrolla «en una elegante, pero recargada habitación», desde cuyos ventanales se ve la catedral de Santiago de Compostela.
Esta pieza, llena de ironía y humor, merece sin duda subir a las tablas
Son capitales los asuntos que se abordan, pues, naturalmente, la pieza a cobrar es el ser humano, siempre desgarrado y capaz de las mayores bondades y de las más grandes villanías.
Y en el combate, los dos contendientes harán gala de sus múltiples lecturas: Kant, Voltaire, Nietzsche , Freud, Defoe, Marx, y hasta el marqués de Sade, entre otros, sin olvidar referencias al cine, la música o la pintura. Sin embargo, González-Trevijano ha tenido el acierto, y no es el único, de servirnos la batalla como un fino divertimiento , nunca irrespetuoso, pero sí repleto de ironía y sentido del humor, empezando por su subtítulo: Una velada en familia . En esta partida de ajedrez verbal, ¿dará alguno de los dos el jaque mate? Saboreen las páginas de una obra que merece subir a las tablas.