LIBROS

Secretos de familia a flor de piel

Elisa Ferrer ha ganado el 15º Premio Tusquets de editores con su primera novela, «Temporada de avispas»

La escritora valenciana Elisa Ferrer

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Esta es la primera novela de Elisa Ferrer (Valencia, 1983). Y se le nota, para lo bueno y para lo malo. Tiene la frescura de lo inicial y como su autora esta muy dotada para la imagen poética compone escenas de alta vocación literaria, pero que, precisamente por haberse literaturizado, resultan menos creíbles. Diría que se adapta muy bien a lo que las escuelas de escritores vienen prodigando hoy en día: expresión de intimidad, dotes de sentimentalismo, un dramatismo llevado al extremo en escenas muy construidas o hechas para que el lector comparta las condiciones de precariedad de la protagonista. ¿Cómo no te va a interesar la suerte de Nuria una joven creadora dibujante en una revista a la que sin mayor explicación ponen de patitas en la calle? Es otra vez la crisis que golpea a la literatura entregando personajes que no tienen más remedio que ganar la solidaridad del lector.

Por otra parte, Nuria viene sufriendo esto en medio de una crisis con su pareja, más debida a la atonía de Juan que a otra cosa, y con serias dificultades para la emancipación, que comparte con otros amigos, personajes que van apareciendo en la novela pero a los que la narración concede un relieve muy escaso. Todo se va aquilatando en torno a Nuria y sus recuerdos infantiles, que a modo de «flash back» se insertan en el relato. Pantallas de incomunicabilidad que parecen decirle al lector que el verdadero confidente que puede salvar a Nuria de su crisis es él mismo, escuchando sus confidencias pero también asistiendo a un mundo de juegos infantiles perturbados tan solo por la imagen del miedo a la avispas como si fuese una metonimia de los peligros que acechan a la protagonista en la madurez

Ingredientes melodramáticos

La tensión de la novela aumenta con la aparición de un conflicto inesperado. Nuria, que apenas sabía nada de su padre, al que creía huido de casa por aventura extramatrimonial, recibe la llamada de un tío suyo para decirle que su padre está muriendo en la UCI . La novela entra entonces en una suerte de tobogán que sin duda suscitara interés de muchos dados los ingredientes melodramáticos que la adornan.

De repente, Nuria descubre que otra joven visita a su padre en el hospital, que tiene una hermana, y emerge ya un mundo de secretos . Cuando aflora una temática truculenta de tales características hay que ser muy artista para que la novela logre la contención necesaria. No es que Elisa Ferrer no tenga cualidades narrativas, y sobre todo una envidiable capacidad de sugerencia sensitiva, pero me parece que le ha faltado experiencia para resolver una temática tan a flor de piel sentimental. Lo mejor de esta novela quizá radique en los detalles de estilo por su sutil manejo de las menudencias, pero queda claro que la trama termina resultando algo estentórea, cuando no, como ocurre en la escena con su hermano en el Museo Natural, inflada. La narrativa intimista plegada a la expresividad de la crisis sentimental paga sus diezmos.

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