ARTE

The Ryder Projects: una conexión Londres-Madrid desde la creación más fresca y lo performántico

En 2015, la española Pati Lara abrió en Londres su primera galería. Cuatro años más tarde, inauguró la segunda sede en Madrid, en el barrio de Lavapiés

Pati Lara, directora de la galería The Ryder Projects, posa junto a una obra de Miguel Benlloch Andrea Muñoz

Andrea Muñoz

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Pati Lara, directora de The Ryder Projects , nació en Barcelona y cursó estudios de Humanidades en la Universidad Pompeu Fabra. Mientras estudiaba un grado de literatura comparada en La Sorbona de París, se dio cuenta de que su mundo era el del arte. Todo empezó con una exposición del escritor surrealista Louis Aragon, en el Museo de Correos de la ciudad, en la que se representaba una obra de teatro dentro del espacio expositivo. «Me pareció una simbiosis perfecta entre museo y dramaturgia », recalca.

Tras su estancia en la capital francesa, decidió irse a estudiar un máster de Teoría del Arte Contemporáneo en la Universidad de Goldsmiths de Londres . Su casa estaba ubicada cerca de Herald Street, calle que albergaba varias galerías de arte . Un día, de camino a casa, vio un garaje y llamó al timbre para ver de qué era sede. Era un centro de recursos de una iglesia evangélica. Como no hacían mucho uso del espacio, consiguió que le dejaran un alquiler muy bajo. Tan solo le faltaba encontrar un nombre que estuviera «vacío de contenido para poder llenarlo», explica. El edificio donde vivía se llamaba ‘Ryder House’ . Un día, entrando en casa, reparó en el letrero y pensó que era perfecto para lo que buscaba: así nació The Ryder Projects.

En ese espacio ha estado durante cinco años, pero cuando ya tenía apalabrado otro local, y hasta un billete de avión, confinaron el mundo por la pandemia . La idea de Lara era tener dos sedes , porque, según comenta, «la galería tiene una perspectiva muy internacional». Su único empleado, y la conexión Londres-Madrid, es el comisario independiente Rafa Barber Cortell : «Es mi mano derecha», afirma.

Perspectiva internacional

En cuanto a las diferencias que hay entre la manera de vivir el arte en las dos capitales, la galerista denuncia: «En España no existen las plataformas que hay en Inglaterra» . El Contemporary Art Societ’ del Reino Unido reúne dinero de todos los coleccionistas del país para comprar obras de artistas originarios o residentes allí, explica. Esas obras las donan a museos ingleses. «Crean una cadena en la que se ayuda a todos los agentes culturales del mundo del arte. En Reino Unido existen muchas plataformas para dar visibilidad a los artistas, cuando en España ni siquiera hay ley de mecenazgo. Lo más parecido que hay en nuestro país es la plataforma artística Generaciones », asegura.

La barcelonesa considera que el 90% de los clientes que acuden a la galería son internacionales . Cree que esto se puede deber a que el arte con el que trabaja quizás no encaja con el gusto que pueda haber en España y por eso el groso de coleccionistas con los que cuenta están fuera. A esta situación cabe añadir el elevado IVA cultural y los pocos meses que transcurrieron entre la apertura de The Ryder en Madrid (en el otoño de 2019) y la situación de emergencia sanitaria.

Pero la pandemia permitió que la directora se pudiera tomar un tiempo de pausa para poder reflexionar sobre qué otros canales podrían abrirse para la promoción del arte. Actualmente está inmersa en un proyecto online sobre ‘performance’ en el que su objetivo es crear una plataforma que dé voz a todos los agentes culturales nacionales e internacionales a través de un 'podcast'.

Otra de las cuestiones que la galería ha puesto en práctica gracias a la pandemia es empezar a aplicar los certificados de autenticidad registrados con el servicio Blockchain que permite hacer pagos seguros por internet con criptomonedas y da, en su opinión, garantías de fiabilidad a la hora de adquirir obras de arte. Para ella, el nuevo espacio digital abre un nuevo frente lleno de oportunidades para el arte, «es un nuevo mundo a explorar. Las posibilidades son muchas y las tenemos que aprovechar», asegura la galerista.

Una veta 'performantica'

Hasta el 3 de abril allí se ha exhibido la exposición ‘Touch Me Not’ en la que la religión era el pretexto para hacer un recorrido sobre la representación del cuerpo en el arte desde los años setenta hasta la actualidad. El recorrido comenzaba con ‘Urzeit Venus’, la Venus Primitiva, una pieza de Meret Oppenheim . Con el paso de los años la directora se ha dado cuenta de que esa exposición de Louis Aragon en París en la que había una confluencia entre el teatro y el museo fue clave para ella, ya que está incorporando a su programa la idea de lo vivo y performático.

Esto se podía apreciar hace unas semanas en Madrid en las cabezas de lana, obra de la ucraniana Anna Peracht , en las que durante las 'performances' hay cuerpos vestidos de blanco haciendo movimientos espasmódicos. Asimismo, es la primera vez que the Ryder trabajaba con un artista que ha fallecido, el español Miguel Benlloch.

El mismo espítitu performativo y subversivo se observa estos días en la individual que la galería dedica a Antoni Hervàs , 'Copacabana' , que se podrá visitar hasta el cinco de junio.

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