LIBROS

Reivindicación de Jim Harrison

Se recupera «Leyendas de otoño», un clásico de la narrativa norteamericana, en un volumen junto a otras dos «nouvelles»

El escritor norteamericano Jim Harrison falleció en 2016

Gonzalo Pernas

Jim Harrison (1937-2016) quizá constituya uno de los ejemplos más superlativos de autor maltratado por el cine, seguramente por ser un escritor demasiado extraño y digresivo como para ser afortunadamente adaptado al celuloide «mainstream». Dicho esto, « Leyendas de otoño » reúne tres relatos largos o tres novelas cortas: «Venganza», «El hombre que renunció a su nombre» y la que da título a la compilación. El primero es un excelente ejemplo de literatura fronteriza norteamericana , provisto de mimbres cinematográficos, pero el tratamiento interior de Cochran (el sufrido protagonista) y otras complejidades literarias no terminan de volverlo muy guionizable. Independientemente, el «flashback» inaugural deja bien claro que estamos ante uno de los contemporáneos importantes del otro lado del charco .

«El hombre que renunció a su nombre», que se apellida Nordstrom, protagoniza una huida delirante a un estilo de vida más satisfactorio. Ciertas resonancias nihilistas podrían emparentar este texto con «Bartleby, el escribiente», de Melville , y hasta con el «spleen» baudeleriano.

Atmosférico y abstracto

Como dijera Carver , se nos revela como un escritor preciso, aunque sujeto a la pulsión elíptica y poética de las narrativas profundas , que son las que peor llevan la arquetipización que la gran pantalla exige.

«Leyendas de otoño». Jim Harrison. Errata Naturae, 2019. 352 páginas. 22,90 euros

«Leyendas de otoño», que se antoja menos experimental y más canónico. Es un clásico contemporáneo, edulcorado y popularizado por una película (« Leyendas de pasión », Edward Zwick , 1994) que casi todos hemos visto y que omite todo lo no evidente del escrito; esto es, lo que más de atmosférico y abstracto hay en Harrison, en su negociación con los grandes temas: el amor, la locura, la vejez y la muerte . Como ocurre con otros autores norteamericanos, el paisaje es aquí mucho más que un mero escenario dramático, guardando una misteriosa relación con los eventos y con quienes se ven envueltos en ellos; algo también patente en las otras dos piezas que integran el libro y que, de algún modo, telonean a esta ambiciosa «nouvelle».

No sorprende que a este novelista, que merece una contundente reivindicación, le interesara la poesía (admiró a Machado , que aparece citado en «Venganza») y que, como lector, le preocupara más la calidad estilística que el tema. Harrison fulmina el tiempo en tanto sucesión de acontecimientos , creando hondas urdimbres que solo un cine muy especial podría transferir al lenguaje audiovisual. Su narrativa, que engancha, exige tomar aire a cada tanto . El modo en que las más íntimas sensaciones de sus «dramatis personae» se relacionan con lo exterior, hacen del narrador tuerto un creador de mundos, o, mejor dicho, de uno –violento y fascinante– que se despliega abruptamente desde el comienzo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación