ARTE
El reino de la memoria en Castro Prieto
Juan Manuel Castro Prieto ha convertido Cespedosa, su pueblo salmantino, en su Macondo personal. A él regresa en esta retrospectiva que de este Premio Nacional de Fotografía ha organizado Tabacalera, con el comisariado de Chema Conesa
«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo». ¿Quién no recuerda el inicio de «Cien años de soledad», ese micro-macromundo llamado Macondo , descrito por Gabriel García Márquez en su archiconocida novela (que también aparecerá en otras de sus obras: «Los funerales de la Mamá Grande», «El coronel no tiene quien le escriba», «La hojarasca»…). Como el propio escritor colombiano llegaría a decir en alguna ocasión, «Macondo es un estado de ánimo» . Y aún podríamos decir nosotros que es también un estado de la memoria. Personal y colectiva.
Del mismo modo, Chema Conesa , comisario de esta exposición, establece un sugerente paralelismo entre Macondo, un espacio tropical y selvático, y otro seco, austero, de la Castilla salmantina: «Cespedosa de Tormes se constituye así en una especie de Macondo , del que Castro Prieto sustrae la materia prima para la construcción de su discurso, como lo hizo García Márquez. De este pueblo salmantino extrae los elementos formales , los objetos representados, los paisajes interiores y exteriores, los escenarios en los que representa sus sueños. De sus habitantes, la inspiración, la motivación afectiva . A todo eso el autor añade su sabiduría técnica, su interpretación poética y una sugerencia abierta a sucumbir al hechizo de su mundo mágico, a veces tormentoso, inquietante y abierto a la duda existencial ».
La memoria como eje
Sin duda, la memoria se convierte pues en el eje principal de esta excelente muestra, que recoge una mirada personal y plural a un muy particular lugar del recuerdo y de los recuerdos, a través de 200 imágenes fotográficas en blanco y negro y en color , divididas en cinco series diferenciadas, a las que se unen también tres vídeos (posiblemente las piezas más prescindibles de toda la propuesta), y que suponen toda una suerte de cata estratigráfica de lo que ha sido y es su obra como fotógrafo.
El volátil, ambiguo, sepia, moldeable y húmedo reino de la memoria , personal y colectiva, real y soñada, se ha convertido en uno de los paisajes más hollados de la fotografía contemporánea. Memoria, capturada y aprehendida –que, no olvidemos, rima indefectiblemente con historia– y lenguaje fotográfico recorren juntos un mismo camino: el de suspender y fijar –al menos esas son sus inalcanzables metas– el curso de la vida.
Detalle del montaje de «Cespedosa» en Tabacalera Juan Manuel Castro Prieto
«Cespedosa». Tabacalera. Madrid. C/ Embajadores, 51. Comisario: Chema Conesa. Hasta el 15 de enero