LIBROS

Recomendaciones literarias de los críticos de ABC Cultural

Leer en estos días es uno de los mejores remedios no solo para pasar el tiempo, sino también aliviar las penas de la incertidumbre

LITTLE

Bieito Rubido recomienda «La filosofía se ha vuelto loca». J. F. Braustein. Ariel. 323 páginas

Si lo que quiere es rearmarse ideológicamente, este es el libro. Su autor, profesor de filosofía, se atreve a contradecir la dictadura de lo políticamente correcto y arremete contra el animalismo, el debate sobre los sexos y la eutanasia. Aborda con valentía estas lidias, que para él no lo son, ya que la mayoría de la ciudadanía está de acuerdo en la dirección contraria de lo que defienden los promotores de estas cuestiones. Nadie se atreve, sin embargo, a contradecir a los supuestos padres de estas batallas tan aplaudidas en lo público y recha-zadas en lo privado. Atrévase a leerlo, le reconfortará seguro.

César Antonio Molina recomienda «Poesía reunida». W. B. Yeats. Editorial Pre-Textos. 800 páginas

Si alguien, desde el encierro, quiere abrir los balcones y que le entre el aire fresco y húmedo de las praderas y acantilados de Irlanda, que coja a Yeats. Pocos poetas le han dado tanta importancia a la naturaleza. El Nobel habla de sauces: «Por las saucedas abajo, mi amor y yo nos encontramos»; de rosas: «¿Quién soñó que la belleza pasa como un sueño?»; o de islas como Innisfree. También de las viejas historias, los recuerdos y las almas vagabundas recorriendo los bosques y roquedales. Y a pesar de que Todo lo que es hermoso se desliza marchándose como las aguas», vale la pena vivir.

José M. Pozuelo Yvancos recomienda el «Decamerón». Givanni Boccaccio. Cátedra. 1.168 páginas

En 1348 una peste asoló la ciudad de Florencia. Durante diez días siete mujeres y tres hombres se contaron cien relatos. Lo que sorprende hoy es el profundo vitalismo que desprenden. Tantas veces encontramos los logros de un deseo, como los fracasos por no obtenerlo. Claro está que el amor y el desamor llenan buena parte, pero también las ambiciones y envidias, y un detalle importante: el respeto que todos los narradores se propinan, alternando su voz cantante, un ejercicio de liberalidad democrática que iguala a hombres y mujeres de modo sabio y natural. Aprenderán de lo entre-tenido y gozoso.

Mercedes Monmany recomienda «La educación sentimental». Flaubert. Alianza. 584 páginas

Obra maestra de Flaubert, menos conocida que Madame Bovary , La educación sentimental , bellísima y melancólica novela de formación, es una lectura inolvidable. A ella se debe una célebre declaración de su autor («lo que me gustaría hacer es un libro sobre nada en especial, un libro sin ataduras exteriores que se sostendría por la sola fuerza de su estilo...») que marcaría uno de los hitos estilísticos de la literatura universal posterior. El escenario es un ávido París de mediados del XIX, rebosante de ebullición -arte, política, periodismo...- en el que la burguesía reina en todo su esplendor.

Rodrigo Fresán recomienda «David Copperfield». Charles Dickens. Austral. 1.080 páginas

El amable titán Charles Dickens siempre funcionó/funciona/funcionará porque su fin siempre fue/es/será divertir y emocionar con (ideal para estos tiempos difíciles y casi irrespirables) profundo largo aliento. Y en David Copperfield lo consigue a lo grande narrando la (de)formación de un escritor con dosis parejas de comedia y drama. De paso, preanuncia a Proust. Quizás no sea su mejor novela ( Grandes esperanzas -también, de alargarse esto probablemente sea la más perfecta-), pero sí era la favorita de Charles Dickens entre todas las suyas. Así que...

Pedro Cuartango recomienda «Ensayos». Michel de Montaigne. Editorial Acantilado. 1.738 páginas

Ocho años dedicó a concebir sus Ensayos , la más prodigiosa autobiografía jamás escrita. Cuatro siglos después de su muerte, los Ensayos no sólo no han perdido vigencia sino que además sus reflexiones parecen extraídas del presente porque, como sucede con los clásicos, nos interpelan en lo profundo. Era un humanista, un pensador de la complejidad que nunca se plegó a aceptar las verdades oficiales en un mundo donde se exigía fidelidad a los monarcas y la religión.

Laura Ferrero recomienda «La extranjera». Claudia Durastanti. Editorial Anagrama. 252 páginas

Ocurre pocas veces que los elogios que hay en las fajas de los libros son más que un reclamo publicitario. En la de La extranjera se lee: «A medio camino entre Joan Didion y Natalia Ginzburg». Y es cierto. Durastanti escribe en esta historia una suerte de memorias, las suyas, extranjera perpetua en los diversos mundos que habita. Hija de padres sordos, de familia de emigrantes que salieron de Italia hacia EE.UU., el texto es un mapa en el que va esbozando pasado y presente, en el que aflora una narradora perspicaz.

Luis Alberto de Cuenca recomienda la «Epopeya de Gilgamesh». Anónimo. Penguin Clásicos. 336 páginas

En una cuarentena como la que nos toca vivir, lo mejor que puede hacer uno es no desesperarse y elegir una buena lectura. La Poesía con P mayúscula es, sin duda, la épica, protagonizada por hombres con fundadas aspiraciones de convertirse en dioses. Y dentro de la épica, la Volksepik o épica popular consuela estética y moralmente más que la épica artística o Kunstepik. Como el encierro es largo, no me limito a un libro, sino cuatro: la Epopeya de Gilgamesh , la Ilíada , la Odisea y el Cantar de los Nibelungos .

Andrés Ibáñez recomienda «Siete días en Nueva Creta». Robert Graves. Booket, Seix Barral. 320 páginas

Hay diez novelas que siempre recomiendo cuando alguien me pide que le recomiende una novela. Quizá no estén entre las grandes obras maestras de la literatura, pero son libros maravillosos e inolvidables. Uno de ellos es Siete días en Nueva Creta , una gran novela de la imaginación que describe una sociedad del futuro regida por las mujeres y donde se ha logrado erradicar la guerra mediante el uso del mito. Puro placer de lectura, imaginación, evasión, en efecto, en estos días en que evadirnos es justo lo que necesitamos.

Laura Revuelta recomienda «Los años de vértigo». Philipp Blom. Editorial Anagrama. 680 páginas

Como estamos de confinamiento «respirarorio», se me había ocurrido aferrarme a La Montaña Mágica de Thomas Mann y las disquisiciones filosóficas de sus dos protagonistas entre las paredes de un sanatorio de los Alpes Suizos. Sin embargo, he derivado la lectura hacia los amenos ensayos que el historiador alemán Philipp Blom ha dedicado a las primeras décadas del siglo XX: primero, Los años de vértigo y, luego, La fractura . Los paralelismos con el presente, esclarecedores.

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