GALERÍAS DE ARTE

Recetas imperfectas desde Sevilla

Pese a tenerlo todo en contra, las galerías hispalenses también reciben la temporada unidas. Esto es lo que destaca en el recorrido

«El vacío» (2020), de los Mp & Mp, en Alarcón Criado

Iván de la Torre Amerighi

Que la cultura está tratando de adaptarse a la desesperada a los vertiginosos vaivenes de una cruda realidad que trasciende sus ámbitos de control resulta una obviedad. Que lo consiga o no, ni tan siquiera dependerá de ella. El mundo conocido se ha vuelto tan transitorio e inmediato que incluso la crítica cultural se desliza peligrosamente desde la valoración de lo trascendente a la crónica urgente.

Cuando estas líneas se publiquen, algunas de las propuestas de los contenidos de Open Gallery Sevilla estarán a punto de concluir. Sorteando las dificultades, la Asociación de Galerías de Arte de Sevilla (AGAS) ha desplegado la II edición de un evento que podría alcanzar mayor repercusión si lograra coordinar lo que propone: un inicio armonizado de la temporada. Un punto a favor de esta entrega ha sido la asociación con RedCollectors , lo que ha posibilitado -mediante tecnología 3D- un acceso universal mediante recorridos virtuales a las citas de las ocho galerías implicadas.

Al cronista acelerado apenas le sobra espacio para destacar lo que considera más relevante: La bestia y el alma , de , en Alarcón Criado . Será, sin duda, uno de los hitos de la temporada. A las temáticas recurrentes (identidad, dualidad-unicidad…) se suman las reflexiones postconfinamiento que se empeñan en hacer tambalear las ideas preconcebidas de lo interior y lo exterior, de lo doméstico y lo público -véase la evocadora El vacío (2020)-, tomando como referencia literaria el Voyage autour de ma chambre (1794), de Xavier de Maistre .

Al otro extremo de la ciudad, Weber-Lutgen presenta La noche , de Ming Yi Chou . Se vislumbra un cambio sustancial en la puesta en escena del taiwanés. Su propuesta es arriesgada puesto que requiere al espectador un esfuerzo físico y perceptivo (el oscurecimiento de la iluminación) y conceptual, ante un planteamiento que hibrida estéticas de oriente y occidente, bordeando un kitsch rutilante en la instalación Noche con estrellas y en las cerámicas esmaltadas.

En Birimbao , José Carlos Naranjo lanza una mirada a los márgenes de los canales londinenses. En Subir el coche a pulso despliega una reivindicación del paisaje visto desde una óptica liminar y fronteriza, apoyándose en la ausencia y el vacío en negativo. Muy cerca, apenas a unos centenares de metros, en Delimbo Gallery , el francés Remed apela al plano-color, a la contundente rotundidad de las formas y a la reformulación estetizada y limpia -en lo temático, lo matemático y lo mágico- de los logros de ciertas vanguardias históricas.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación