LIBROS
«Mi querida España», el fértil patriotismo de Luis Del Val
El periodista y escritor nos ofrece un jugoso caleidoscopio donde aborda diversas cuestiones de nuestra paradójica España
El acierto y la oportunidad del último libro de Luis del Val (Zaragoza, 1944) empiezan por su mismo título: «Mi querida España». El periodista y escritor lo toma de un icónico tema de la prematuramente desaparecida cantautora Cecilia , para confesar que está «enamorado» de España e instarnos a compartir ese sentimiento. Una petición que resulta de especial pertinencia cuando algunos tienen como objetivo separar el país.
Pero su proclamación de amor a España no le arrastra a la simplicidad chovinista y acrítica , lo que es uno de los mayores méritos -que no el único-, de su ensayo. Por el contrario, se sitúa en la senda de un patriotismo reflexivo que no rehúye ponernos ante nuestros fallos y defectos, la única vía verdaderamente fructífera y por la que han transitado nombres señeros de las letras españolas. Baste recordar, por ejemplo, a Cadalso y sus «Cartas marruecas», a Larra y a la Generación de 1898.
A Luis del Val le gustaría que nuestro país «fuera perfecto, que se despojara de sus vicios, de sus groserías, de su desidia y de su sectarismo, pero sin abandonar su generosidad, su espíritu de sacrificio, su profundo sentido de la familia y de la amistad». Por eso, como bien recuerda, durante la crisis, la mayoría de las familias tuvieron un comportamiento ejemplar apoyándose entre sus miembros.
Este ameno ensayo combina Historia, anécdotas, datos, y la dilatada trayectoria personal de su autor
En esta España, no pocas veces contradictoria y paradójica, con sus luces y sus sombras, «muchas veces madrastra» -señala Del Val, lo que nos evoca los versos de Blas de Otero : «Madre y madrastra mía / España miserable / y hermosa» -, se nos sumerge en esta obra a través de varios asuntos, bajo un prisma que combina la Historia, los datos, las anécdotas, y la experiencia y trayectoria personales de su autor, quien vivió en primera línea momentos decisivos de nuestro reciente devenir. Como la Transición, época a la dedica un capítulo -en ella ya había ambientado su novela « La Transición perpetua » (2015)-, y reivindica porque «es una de las pocas cosas que nos han salido bien en los últimos doscientos años», señala, frente a los actuales ataques de ciertos sectores.
Saludable humor
Por otro lado, Luis del Val aborda cuestiones como, entre otras, los horarios , bastante enloquecidos, según los cuales, recalca, madrugamos como alemanes y nos acostamos como españoles; nuestra «neurótica y complicada» relación con la bandera ; los toros; la burocracia, el sistema educativo, plagado de reformas y contrarreformas, la costumbre de las recomendaciones, la religión, y la cocina, la radio y el cine españoles .
«Mi querida España» es un jugoso, ameno y ágil caleidoscopio, atravesado por la agudeza . Y por el humor y la ironía, muy saludables ingredientes, aunque tratemos de materias muy serias: «A mí España no me duele. Lo que me duele es la rodilla derecha, cuando llevo andando más de hora y media, por culpa del menisco anterior, y un poco la cabeza cuando por no discurrir con ella -la cabeza-, paso del primer y placentero dry martini al segundo, error que cometo en raras ocasiones, pero en el que reincido como español que soy».