ARTE
Pintura y narración con Gabriela Bettini y Jorge Tacla
Dos interesantes exposiciones en la Galería Sabrina Amrani ponen el foco en la Naturaleza y en la desolación que sigue al conflicto
Una envidiable formación y un discurso muy sólido que no se corresponden con su escasez de exposiciones, tal vez porque Gabriela Bettini (Madrid, 1977) se ha mantenido fiel a la pintura y, además, a una pintura neutra, descriptiva, sin alardes ni artificios que, desde sus primeras citas en la pasada década, está al servicio de un compromiso ético y político con lo que podríamos denominar la figura de la víctima, ya sea esta política (como en su primer trabajo, Recuerdos inventados , de 2003, sobre sus familiares argentinos desaparecidos durante la dictadura); forzada al exilio ( La casa roja , de 2013, dedicada a Hanna Arendt ); mujer asesinada ( Repoussoir , 2017) o, recientemente, la Naturaleza . Aquí, en Topografía del borrado , Bettini indaga en los efectos que los relatos coloniales y la visión decimonónica de los mismos ejercen sobre el territorio, deconstruyendo los dioramas de los museos de Historia Natural.
También pinturas literales, austeras, en la espléndida sala de Carabanchel de esta firma. Jorge Tacla (Chile, 1958) trabaja entre Santiago y Nueva York, donde viaja en los 80 y donde es un artista conocido y cotizado (vinculado a la Nohra Haime Gallery y a Ramis Barquet después). Esta es su primera cita en España, grandes pinturas monocromas patinadas con cera y dedicadas a los efectos de la violencia, la guerra o el abandono sobre la arquitectura y sobre la figura esencial, hoy en la encrucijada, de la biblioteca. En sus imágenes, Tacla elude la evocación fácil y efectista, convirtiendo cada escena en un intrincado laberinto de formas abstractas o, lo que es lo mismo, en pintura.