ARTE
Petrit Halilaj, para los pájaros
Este reconocido artista kosovar recupera la condición de invernadero del Palacio de Cristal. Una propuesta basada en los afectos
![Un detalle de la instalación de Petrit Halilaj en el Palacio de Cristal del Retiro](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2020/07/24/halilaj-kqOC--1248x698@abc.jpg)
El Palacio de Cristal del parque del Retiro se construyó en 1887 con motivo de una exposición dedicada a la entonces colonia española de las Islas Filipinas. La idea era levantar un gigantesco invernadero en el que pudiesen presentarse las plantas y aves exóticas de ese archipiélago, así como algunos especímenes de nativos, representantes de distintos grupos étnicos y sociales. Se construyó para ello varios tipos de viviendas locales y se trajo ajuar doméstico. Unos cuarenta y tantos habitantes originarios, procedentes de Filipinas, Carolinas y Marianas, fueron exhibidos, junto con las plantas y los animales, como muestra de exotismo. Todavía hoy puede verse en el Museo de Antropología algunas de las reliquias de aquella exposición.
Petrit Halilaj es un artista de Kosovo , que representó a su país en la 55ª Bienal de Venecia (2013), y que ha participado también en las de Berlín (2010) y Lyon (2019). Su trabajo está relacionado, por una parte, con las interacciones entre el hombre y la Naturaleza y, por otra, con el extrañamiento de su propia nacionalidad, primero yugoslavo, luego serbio, luego albano y ahora kosovar. Nacido en 1986, con apenas doce años asistió estupefacto a los terribles acontecimientos de la guerra de la ex Yugoslavia , lo que lo dejó marcado. Todavía se muestra entre sorprendido y extrañado de pertenecer a un país al que España no reconoce diplomáticamente. Por eso se interesa por los pájaros (los vivos y los disecados), por las plantas y por las relaciones afectivas entre las personas, tratando de buscar una «habitación humana» para el hombre. Por eso también ha recreado en el Palacio de Cristal una especie de vivero o de invernadero , en el que acoger plantas y pájaros, a los que invita a entrar y a los que ofrece de comer.
Son muchos los artistas que se han enfrentado al reto de presentar su trabajo en este entorno y muchos los que, por sus difíciles condiciones expositivas, han fracasado allí rotundamente, debido a los cambios de luz y temperatura, así como a la brutal intromisión del exterior en el interior del edificio. Halilaj, sin embargo, se defiende estupendamente en este espacio, introduciendo gigantescas flores de colores que penden de los techos , abriendo las ventanas para permitir que penetre en su interior la vida y la exuberancia del parque; y convirtiendo, mediante una sutil metáfora, el gigantesco palacio en una verdadera jaula. Evocando con ello, también, el origen cultural del edificio.