ARTE

Petrit Halilaj, para los pájaros

Este reconocido artista kosovar recupera la condición de invernadero del Palacio de Cristal. Una propuesta basada en los afectos

Un detalle de la instalación de Petrit Halilaj en el Palacio de Cristal del Retiro

Miguel Cereceda

El Palacio de Cristal del parque del Retiro se construyó en 1887 con motivo de una exposición dedicada a la entonces colonia española de las Islas Filipinas. La idea era levantar un gigantesco invernadero en el que pudiesen presentarse las plantas y aves exóticas de ese archipiélago, así como algunos especímenes de nativos, representantes de distintos grupos étnicos y sociales. Se construyó para ello varios tipos de viviendas locales y se trajo ajuar doméstico. Unos cuarenta y tantos habitantes originarios, procedentes de Filipinas, Carolinas y Marianas, fueron exhibidos, junto con las plantas y los animales, como muestra de exotismo. Todavía hoy puede verse en el Museo de Antropología algunas de las reliquias de aquella exposición.

Petrit Halilaj es un artista de Kosovo , que representó a su país en la 55ª Bienal de Venecia (2013), y que ha participado también en las de Berlín (2010) y Lyon (2019). Su trabajo está relacionado, por una parte, con las interacciones entre el hombre y la Naturaleza y, por otra, con el extrañamiento de su propia nacionalidad, primero yugoslavo, luego serbio, luego albano y ahora kosovar. Nacido en 1986, con apenas doce años asistió estupefacto a los terribles acontecimientos de la guerra de la ex Yugoslavia , lo que lo dejó marcado. Todavía se muestra entre sorprendido y extrañado de pertenecer a un país al que España no reconoce diplomáticamente. Por eso se interesa por los pájaros (los vivos y los disecados), por las plantas y por las relaciones afectivas entre las personas, tratando de buscar una «habitación humana» para el hombre. Por eso también ha recreado en el Palacio de Cristal una especie de vivero o de invernadero , en el que acoger plantas y pájaros, a los que invita a entrar y a los que ofrece de comer.

Son muchos los artistas que se han enfrentado al reto de presentar su trabajo en este entorno y muchos los que, por sus difíciles condiciones expositivas, han fracasado allí rotundamente, debido a los cambios de luz y temperatura, así como a la brutal intromisión del exterior en el interior del edificio. Halilaj, sin embargo, se defiende estupendamente en este espacio, introduciendo gigantescas flores de colores que penden de los techos , abriendo las ventanas para permitir que penetre en su interior la vida y la exuberancia del parque; y convirtiendo, mediante una sutil metáfora, el gigantesco palacio en una verdadera jaula. Evocando con ello, también, el origen cultural del edificio.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación