ARTE
Patricia Camet y el homo «emoticón»
Primera muestra de la artista peruana en España y golpe de efecto a nuestro afán consumista
![Algunos de los objetos cerámicos de Patricia Camet](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2018/09/03/patricia-camet-kHaB--1248x698@abc.jpg)
Resulta indiscutible que, a día de hoy, el consumo es uno los principales articuladores de las relaciones sociales. La industria publicitaria ha construido un universo simbólico tan apetecible como obligatorio. Cada nuevo producto incorpora la promesa de lo que Guy Debord llamó «felicidad mercantil» : una satisfacción que recrea un espacio de autonomía si bien, en el fondo, se trataría de un eficaz método de control y homogeneización social.
Patricia Camet (Nueva York, 1962) vive y trabaja en Perú, donde ha desarrollado un discurso crítico acerca de estas cuestiones. Su primera individual en España, en la galería Ponce+Robles, presenta un inventario de formas que interpelan este consumo alienante y generador de necesidades. Su punto de partida es la piel de plástico que protege los objetos producidos en serie ; un envoltorio que, al ser retirado, culmina los rituales de posesión del producto y de pertenencia a una comunidad global de consumidores. Estos embalajes son utilizados por la artista como moldes para fabricar objetos cerámicos policromados. El resultado es un ejercicio de apropiación que busca desmantelar la asepsia de unos diseños industriales asumidos por nuestro imaginario colectivo como puro residuo.
Un segundo nivel de intervención se da al pintar estas cerámicas con una breve secuencia de signos que simulan representaciones faciales . Subyace aquí un irónico comentario acerca del emoticono, herramienta tecnológica que integra un escueto repertorio de emociones y rasgos. Líneas y puntos se revelan como signos suficientes para definir a ese usuario ideal, esquemático y uniforme, al que el capitalismo dirige sus productos. La obra de Camet es acumulativa y recolectora, e integra un claro deleite por los procesos artesanales. Sus artefactos cerámicos, convertidos en ambiguas efigies , se distribuyen por la pared en grupos donde el metro cuadrado funciona como estructura compositiva y sistema de valores. El resultado es un mapa que replica nuestro actual contexto socioeconómico, regido por las relaciones de mercado y en donde la posesión y la no posesión son categorías fundamentales de situaciones de clase.
Camet cierra su exposición con un conjunto de fotos que reflejan un ámbito ajeno a esta normativa: Pacaya Samiria, una de las áreas naturales más importantes de Perú. La artista cambia la orientación lógica de la imagen para abstraer su contenido y, finalmente, localizar expresiones antropomorfas que dan cuenta del poder simbólico de la naturaleza . Unas fotos que invitan a tantear alternativas a las lecturas preestablecidas y codificadas de la realidad.