ARTE
Oriente para Occidente: invitación a la convivencia
Son creadores contemporáneos, muchos nacidos y educados en esos países, los que componen desde el CAAC su réplica a las imágenes distorsionadas
La construcción narrativa -sea histórica, sea fabulosa o alegórica- termina siempre por transformar la identidad del territorio y su realidad. Una estribación de los montes de Judea termina en una estrecha y rocosa meseta. Desde allí se podía observar, en tiempos, un valle de olivos que descendía suavemente hacia un lago salado. Hasta allí subió Abraham para sacrificar a su hijo Isaac; en ese mismo lugar venció el cansancio a Jacob, quien soñó con una escalera al paraíso; desde esa misma roca ascendió Mahoma a los cielos acompañado por el arcángel Gabriel. El espacio no cambia, pero el relato (religioso) transforma la observación sobre paisaje y paisanaje. Debiendo unir, casi siempre separa. Es cómo miramos. Y es cómo nos miran.
Esta propuesta expositiva del CAAC, como la del IVAM, también toma como fuente el ensayo Orientalismo , de Edward W. Said , y entronca con una línea de investigación por la que el centro artístico andaluz camina desde hace tiempo, en la que se cuestiona la geografía de lo cultural, las fronteras de lo social y el choque de las civilizaciones.
Una historia familiar
En estas mismas páginas, en 2017, se tuvo la oportunidad de hablar de la excelente muestra en torno a la obra de Bouchra Khalili . Y en paralelo a Desorientalismos , podemos encontrar actualmente también en el CAAC una antológica de Naeem Mohaiemen (Londres, 1969). Por diversos canales y medios, esta artista de origen bengalí revisa la historia de su familia -condicionada por las fracturas del colonialismo y de la ulterior descolonización- y de su país de origen, Bangladés. Entre las distintas piezas destaca la instalación audiovisual tricanal titulada Two Meetings and a Funeral , que ya pudo verse en la Documenta 14 de Kassel .
Desorientalismos es un cruce léxico significante que responde a varios significados y que remite a la visión distorsionada y desorientadora que, desde occidente, las potencias coloniales lanzaron hacia un oriente idealizado por los tópicos y enjoyado por las cadenas de los prejuicios. Esa mirada alcanzó también a Andalucía como territorio fronterizo y exótico, donde viajeros decimonónicos encontraron la imagen que buscaban aun a costa de estar fabricada por el costumbrismo artístico más irredento.
Ocho creadores presentan producciones que abordan estos entramados socioculturales desde distintos puntos de vista y desde la asimétrica relación con la Historia que les permite la edad. Si la creadora de amplia trayectoria Gülsün Karamustafa (Ankara, 1946) ha centrado su obra en los conflictos sociales y laborales de la clase trabajadora de su país, otro artista turco, Asli Cavusoglu (Estambul, 1985) narra una historia de conflicto y disputa a través de un mismo color con dos denominaciones: el rojo armenio y el rojo turco. Mientras, la artista española de madre egipcia Teresa Solar Abboud (Madrid, 1985), en The Ambassadors (2010), recrea un interior en la altura de una azotea y descubre las falacias e imposturas del cine (y del arte) como motor de una imagen deslocalizada y turistizada.
Varias obras y propuestas sobresalen sobre el resto: las sorprendentes piezas textiles de Amina Agueznay (Casablanca, 1963), definidas por la comisaria Ghida Triki como «silencios de oro y luz», o la reflexión sobre el concepto «arabesco» del iraní Kamrooz Aram (Shiraz, 1978), que rehúye del concepto estético tradicional mediante el desplazamiento de ejes axiales y la ausencia de ortogonalidad geométrica, pervirtiendo las ideas preconcebidas sobre la decoratividad oriental, sin, a su vez, perder conexión con las fuentes que la alimentan.
Algunos de esos mismos patrones estéticos, pero ahora reinterpretados desde una vertiente popular, emergen en la iluminación nocturna con neones de color de los minaretes de la periferia de El Cairo en la serie fotográfica El Leila El Kebira ( La gran noche ), de la burgalesa Asunción Molinos Gordo (Aranda de Duero, 1979).
Con sencillez
A su vez, el vídeo de la artista norteamericana de origen palestino afincada en Berlín Jumana Manna (New Jersey, 1987), titulado A Magical Substance Flows into Me ( Una sustancia mágica fluye hacia mí ), de 2015, supone un emocionante recorrido por medio de la música a través de las comunidades y de los ritos de lo doméstico. Un viaje iniciático que revela, con la más absoluta sencillez, que son muchas más las particularidades que disuelven los límites y abolen las fronteras, invitando a la convivencia , que aquellas que se empeñan en disgregarnos.