LIBROS
«Nuevas lecturas compulsivas», enfermedades que sanan
Han pasado casi veinte años de «Lecturas compulsivas» y Félix de Azúa vuelve a la carga con sus «Nuevas lecturas compulsivas». Si el panorama cultural que retrataba no era muy halagüeño, el presente no invita a ser mucho más positivo
![Félix de Azúa, autor de «Nuevas lecturas compulsivas»](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2017/04/17/fotoazua-kMgB--620x349@abc.jpg)
En la época en que un «tuit» ya no sólo vale más que mil palabras, como hasta hace nada les cumplía sólo a las imágenes, sino más que toda la historia del pensamiento y la literatura, la época del pensamiento guay y la implementación constante y jubilosa del multizopenquismo y la «intermelasuding» (la época donde toda catástrofe tiene ya su cimiento, para qué vamos a engolosinarnos con lo contrario), la salida a la luz de una nueva entrega de un maestro a la antigua como es Félix de Azúa ( maestro es el que enseña a aprender toda la vida porque él sabe algo de eso, el que da a leer y mueve a ver y atender) es posible que no sea acogida más que con el más estruendoso silencio o el debido desdén, cuando no como algo directamente carca, como de educación de señoritas. Hemos retirado a los verdaderos maestros al desierto y hay que ser una especie de beduino para seguirles lejos del griterío comunicativo y universitario , y Azúa (Barcelona, 1944), el poeta Azúa, el novelista Azúa, el Azúa pensador, «enfant terrible» o maduro heterodoxo, lo que en el fondo es lo más grande, un humilde maestro de la curiosidad intelectual y la pasión por entender y buscar algo de sentido a estos cuatro malos pasos que son nuestra vida bajo el sol y la sombra de esta tierra, un guía en el páramo de la moderna mostrenquería intelectual o un curtido instructor en técnicas de guerrilla lectora.
De hablar a gorjear
Pero en la nueva gavilla de abordajes e iluminaciones que componen sus «Nuevas lecturas compulsivas», el autor sólo se presenta a sí mismo como un enfermo , pero no un enfermo inocuo, sino propenso a contagiarnos una enfermedad pacientemente contraída en su larga, tensa y atenta exposición a la Historia del pensamiento, el arte y la literatura. Ésa es ya su sola confianza en un mundo en que de hablar estamos pasando a gorjear, el contagio por contacto. Porque hay enfermedades que matan y otras que, contra lo que en un principio se pudiera suponer, acaban sanando a lo que en realidad de sano no tenía más que el nombre y la apariencia. Cuando la salud es pura apariencia, cuando nos creemos sanos -o hasta el paradigma de la salud- y luego resulta que en realidad nos quedan dos días mal contados, tal vez no venga mal una buena enfermedad como la que se propone inocularnos Azúa.
«Nuevas lecturas compulsivas». Félix de Azúa
Ensayo. Compilación de Andreu Jaume. Círculo de Tiza, 2017. 320 páginas. 22,80 euros