LiBROS

Novela gótica con bruja

George Brewer, autor de «La bruja de Ravensworth», fue hijo de un experto en arte y miembro de la Marina británica

Las brujas y su brujería interpretadas por Brueghel
Luis Alberto de Cuenca

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Todavía tengo recursos para ser capaz de elegir un libro que acabe divirtiéndome tanto como lo ha hecho «La bruja de Ravensworth», de George Brewer (1766-c. 1816), un autor a considerar a partir de ahora y que, a pesar de mis aficiones góticas, era para mí un perfecto desconocido. Ese ya es un primer escalón hacia la felicidad lectora: descubrir una novela gótica escrita por alguien previamente desconocido y protagonizada por una bruja (cosa muy poco habitual en el ámbito del «Gothic Tale»). Los demás personajes sí son habituales en el género gótico: un malvado barón, La Braunch en este caso; su inocente esposa, lady Bertha, viuda y madre de un niño de su primer matrimonio; lady Alwena, una libertina muy alta de estatura y desprovista de prejuicios; los servidores de La Braunch, tan convencionales como es de rigor en este tipo de escritura…

La novela gótica nace con Horace Walpole y su «Castillo de Otranto» (1764), crece con autoras como Ann Radcliffe o Clara Reeve y con tipos raros como Matthew Gregory Lewis, hasta desembocar en las últimas y estupendas muestras del género: «Frankenstein» de Mary Shelley (1818) y «Melmoth el errabundo» (1820) de Charles Robert Maturin. A esa nómina breve de autores imprescindibles habría que añadir otros muchos nombres propios de autores menos conocidos y más prescindibles. En esa segunda lista, pero amenazando con dar el salto a la primera, estaría ubicado George Brewer, hijo de un experto en arte y viajero constante por los mares del mundo en su condición de miembro de la Marina británica, primero, y después de la sueca. Y digo que podría dar ese salto a la división de honor porque, sin ser Shakespeare ni nada que se le parezca, tiene un estilo cuidado , efervescente a veces en su pedantería, pero enormemente efectivo a la hora de captar la atención del lector y de entretenerlo, que al cabo es de eso de lo que se trata en novelas de este jaez, tan próximas al concepto de folletín.

Sinfín de sorpresas

El brillante y documentado prólogo, titulado «La bruja de Ravensworth», entre la tradición y el horror gótico, corre a cargo de Eva Lara Alberola y Alfonso Boix Jovaní . Eva Lara, que ha trabajado codo con codo con el gran Alberto Montaner en materias como la magia y la demonología en nuestro Siglo de Oro, y Alfonso Boix, responsable único de la traducción de la novela, siguen el rastro del ignoto Brewer y nos dan numerosas pistas acerca de su vida y de su obra.

«La bruja de Ravensworth» se publicó por primera vez en 1808, pero Brewer corrigió el texto original con vistas a una segunda edición que vería la luz póstumamente (Durham, 1842). Dicha versión, muy corregida y mucho más cuidada que la de 1808, es la adoptada por los editores.La trama se sitúa cronológicamente -con infinidad, eso sí, de anacronismos- a mediados del siglo XII, «en torno a la época de la segunda cruzada» (según se lee en el capítulo I de la novela). Aguardan al lector un sinfín de sorpresas si me hace caso y lee esta novela.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación