DE PUERTAS ADENTRO
Nave Oporto, repartiendo ilusión desde 2013 (I)
Bajo este lema del titular, hasta nueve artistas (entre los que se encuentran Sonia Navarro, Miguel Ángel Tornero, Santiago Giralda y Miki Leal) comparten estudio en una antigua nave industrial del madrileño barrio de Oporto. Un espacio en el que la energía y creatividad se palpa en el ambiente
Puede resultar a primera vista muy caótico , pero las piezas de este puzle se fueron colocando poco a poco de forma armónica y sin generar estridencias. Nueve artistas trabajando en el mismo espacio y sin molestarse. Sus protagonistas –se los enumero tal y como salen en la foto para que ustedes les pongan cara: Sonia Navarro , Santiago Giralda , Irma Álvarez-Laviada , Manuel Saro , Miki Leal , FOD , Miguel Ángel Tornero , Belén y Toni Ramón – se refieren constantemente a la energía que genera la confluencia de tanta creatividad, a lo mucho que se aprende trabajando codo con codo con los otros: «Sobre el papel –explica Tornero– si tú le dices a alguien que va a trabajar en una antigua nave indutrial junto a ocho personas más, es probable que la idea no le parezca apetecible . Pero una vez que estás aquí descubres que estás en el lugar adecuado».
Belén, en su estudio en Nave Oporto- Ó. del Pozo No tenemos que movernos mucho para acabar en uno de los entornos de los que los demás inquilinos de la nave llaman «el centro neurálgico». Se trata del de Belén (así, sin apellidos), una artista a la que conocimos recientemente en la colectiva «El público», en la nueva Fundación García Lorca, y que, aunque nacida en Valladolid (1981), volvió a España hace dos años después de muchos años haciendo currículum en Viena. «Este del centro es un enclave menos compartimentado, en el que tenemos contacto visual los tres artistas que trabajamos en él (ella, Laviada y FOD). Nos conocemos de antes y nos llevamos bien, además de tener inquietudes similares. Los tres somos escultores y tenemos otra manera de entender lo espacial».
En torno a una mesa
Aún así, de nuevo todo gira en torno a una mesa («con una zona más sucia, y otra zona más limpia»), mientras en dos paredes descansan las obras en proceso y en las estanterías nos llama la atención la cantidad de telas que la artista acumula y emplea en sus proyectos: paños con los que limpia los pinceles y que luego estira para dar lugar a obras abstractas; fundas para cuadros, de forma que estos se convierten en soportes revestidos de una segunda piel... El amor por la música de esta artista le lleva a señalar sus altavoces como algo que no podría faltar en su taller: «De hecho, son los que usamos aquí todos». «No me molesta el ruído de los demás. Es más: soy yo la que suele poner la música. Sin embargo, hasta en estos gustos coincidimos».
Se nos hace tarde y aún no les hemos hablado de los espacios de Leal, Ramón, Laviada, Saro y FOD. Así que les prometemos volver la semana siguiente. Veremos entonces qué se sigue cociendo en este estudio y cómo se plantea la sobremesa...