ESCULTURA

Nacho Criado sí puede venir esta noche

Se cumplen diez años de la muerte de Nacho Criado. La galería Álvaro Alcázar pone en valor su legado

Detalle del montaje de «Dieci anni dopo» en la galería Álvaro Alcázar

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Me resisto a concluir nada más empezar que «entre la partida y la llegada, la única aventura posible es el naufragio», algo que Nacho Criado (1943-2010) llegó a afirmar con su extraordinaria capacidad para condensar un nihilismo nada académico . Aunque parecía disponer de todo el tiempo del mundo y llegaba con retrasos impresionantes a las citas, en realidad, este artista nunca dejó de ser tremendamente «puntual». Realizó una travesía con pocas provisiones y escasos cómplices por el desierto del arte español tardo-franquista, asimilado bajo el paraguas de un «conceptualismo invertido», y, más tarde, tuvo un perfil sedentario en los años de la Movida. Se las arreglaba con poco y podía disfrutar brindando con anís, apurando la botella o tomando un té en Mengibar (su localidad de nacimiento) con Juan Hidalgo , el impecable maestro zaj.

En los noventa, Nacho estaba literalmente en tierra de nadie, dispuesto a conversar de todo, infatigable en sus merodeos estéticos. Duchampiano estricto y con algo de Bartleby , recorría una y otra vez la «geografía de su memoria», entendiendo que lo fundamental era la puesta en escena de las ideas. En las galerías Charpa (Valencia) y Gamarra (Madrid) pudo materializar un ciclo escultórico al final del cruel siglo XX que revelaba su madurez y su ambición artística. Estructuras de hierro y cristal le servían para meditar sobre San Juan de la Cruz o la arquitectura alpina de Bruno Taut, construir pozos y cilindros esquemáticos que remitían a El despoblador de Samuel Beckett o versionar el altar en Colmar de Grunewald .

Algo queda tras la ruina

Criado realizó magníficas exposiciones en el IVAM (1999), mostrando que tras la ruina algo queda. También en el CGAC (1997), donde construyó bajo teodolitos unos paisajes furtivos que son, en mi opinión, obras cruciales de las que apenas se ha hablado. Como pudo comprobarse en la muestra que hizo en el Círculo de Bellas Artes (2006), mantenía su imaginario en tensión, realizando vídeos que tenían algo de autorretratos. Nunca dejó de hacer homenajes explícitos: del que dedicó a Rothko en su primera individual en la galería Sen en 1970, hasta las variaciones sobre Glenn Gould de sus últimas obras.

Han pasado diez años desde su muerte y, al reencontrarme con sus obras en el espacio de Álvaro Alcázar , tengo la impresión de que el tiempo juega en su favor. Lejos tanto de la banalidad cuanto de la retórica pretenciosa, con una grandeza que no es mero «gigantismo», sus esculturas son «recortes» de una meditación intensa que, además, tenía plena consciencia de lo insostenible de la situación. «Nada que apoyar, nada que objetar, nada que soportar», leemos en una de sus obras. Y, a pesar de todo, hay que volver a colocar los objetos de cristal en una balda inexistente.

El Museo Reina Sofía organizó una retrospectiva póstuma en 2012, instalando en el Palacio de Velázquez piezas como La voz que clama en el desierto o sus primeras «pinturas», que mostraban una voluntad reduccionista, mientras en el Palacio de Cristal se volvió a montar las «piezas de agua y cristal» que había presentado en ese mismo espacio en 1991. Una suerte de estancia cristalina llena de vidrios rotos tenía el enigmático título de Ellos no pueden venir esta noche . El problema era, para Criado, «la falta de tiempo». Y tal vez nosotros no tengamos que perder ni un minuto más y reconocer todo lo que nos enseñó, rendirle un sentido homenaje y mantener en la memoria agradecida las huellas de sus recorridos por el desierto . Años después, vuelvo a ver los perfiles metálicos y el recorte de la sombra del ser amado.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación