ARQUITECTURA
Mujeres premiadas con el Pritzker
La concesión de este galardón en 2020 a Yvonne Farrell y Shelley McNamara invita a repasar la (corta) lista de arquitectas que lo han recibido hasta la fecha
1
La lectura amable de Yvonne Farrell y Shelley McNamara
Nacionalidad: Irlandesas.
Año de concesión: 2020.
Yvonne Farrell (1951) y Shelley McNamara (1952), laureadas con el Pritzker de este año, se conocieron en la Escuela de Arquitectura del University College Dublin (UCD). Recién licenciadas, en 1976 comenzaron a ejercer en ella como profesoras y fundaron su despacho, Grafton Architects , dos años después. Esa dedicación a la docencia ha constituido una parte fundamental de su trayectoria: «Enseñar ha sido siempre para nosotras una realidad paralela. Y es una manera de destilar nuestra experiencia y ofrecérsela a las nuevas generaciones. Lo comprendemos como algo que funciona en dos direcciones: aprendemos de los estudiantes y deseamos que ellos aprendan de nosotras».
Ellas han enseñado en la UCD durante más de tres décadas, y en 2015 fueron nombradas profesoras adjuntas. Asimismo, fueron titulares en 2010 de la Cátedra Kenzo Tange en la Graduate School of Design de Harvard , y de la Cátedra Louis Kahn de la Universidad de Yale , en 2011, además de haber impartido clase en prestigiosos centros como la École Polytechnique Féderale de Laussane y la Academia di Architettura di Mendrisio .
Gran parte de su obra construida se encuentra en Irlanda. En el exterior han desarrollado proyectos en Italia, Francia y Perú. Su arquitectura es correcta, amable y versátil, un rasgo que les permite desarrollar de la pequeña a la gran escala, siempre recalcando sensibilidad y curiosidad hacia las específicas idiosincrasias de los lugares donde construyen, aunque el fallido edificio para el Nuevo Campus UTEC en Lima delata que esa sensibilidad no siempre atina.
Porque nada sucede por casualidad, es llamativo que Farrell y McNamara hayan sido galardonadas con el Pritzker tras haber sido directoras de la última Bienal de Arquitectura de Venecia en 2018, y recibido la Medalla de Oro del RIBA este mismo año. Aunque su labor arquitectónica es valiosa, cabe preguntarse si el jurado del Pritzker ha comprendido en qué radica ese valor o si solamente ha complacido otra decisión políticamente correcta, ajustada al signo de los tiempos.
2
Carme Pigem, el primer reconocimiento para Epaña
Nacionalidad: Española.
Año de concesión: 2017.
La trayectoria de Carme Pigem (1962) se integra con la de Rafael Aranda (1962) y Ramón Vilalta (1960), con quienes estudió arquitectura en la Escola Tècnica Superior d’Arquitectura del Vallès . Posteriormente, en 1988, establecieron en Olot, la localidad de origen de los tres, el estudio RCR Arquitectes.
El jurado destacó hace tres años cómo la colaboración entre estos arquitectos tiene como fruto una arquitectura «de nivel poético, que representa un trabajo atemporal donde se refleja un gran respeto por el pasado , proyectando a la vez una claridad que es la del presente y la del futuro», recalcando cómo su trabajo supone una afirmación del valor y resistencia de lo local, capaz de convivir con el flujo y las influencias de lo global. La propia Pigem fue la encargada de actuar como portavoz del despacho cuando se hizo pública su elección como galardonados con el Pritzker, con unas palabras que subrayaban esa estrecha cercanía entre los tres miembros del equipo.
Además de su labor dentro del estudio, Pigem se ha dedicado a la docencia, impartido clases en ETSAV , ETSAB y el Instituto de Tecnología de Zúrich.
Junto a Vilalta y Aranda ha sido seleccionada como Honorary Fellow del Instituto Americano de Arquitectura (2010), y como International Fellow, por el Royal Institute of British Architects (2012). En 2015 recibieron la Medalla de la Académie d’Architecture Française, y en 2018, la Medalla de Oro de la Generalitat de Cataluña. Ha creado también junto a ellos el proyecto Laboratorio Barberí que, desde 2000, actúa como punto de encuentro entre universidad y empresa, potenciando la transversalidad de disciplinas entre jóvenes talentos.
RCR Arquitectes apostó al principio de su carrera por instalarse lejos de Barcelona, en el interior de Cataluña, y revestirse de un perfil modesto y rural, en imitación del suizo Peter Zumthor , sobreactuando su discurso afectado de austeridad, sencillez y perfeccionismo. Estos fueron los atributos que resaltó también en su momento el jurado del Pritzker. Un perfil intencionadamente construido de puritanas antiestrellas, que hoy, tras adquirir relevancia global y emprender construcciones fuera de su contexto de confort, se ha desdibujado.
3
El estruendoso silencio de Kazuyo Sejima
Nacionalidad: Japonesa.
Año de concesión: 2010.
Sejima (1956) fue reconocida con el Pritzker junto a su socio Ryue Nishizawa (1966), con quien fundó SANAA en 1995. Su fama como arquitecta individual fuera de Japón le vino de la mano de la exposición Light Construction , comisariada por Terence Riley en 1995, de la que formaba parte su proyecto Dormitorios para mujeres Saishunkan Seiyaku , de 1991.
Formada en la Universidad de Mujeres de Japón , trabajó junto a Toyo Ito antes de establecer su despacho en Tokio en 1992. Nishizawa era uno de los miembros de su equipo. Cuando este anunció que deseaba crear su propia oficina, Sejima le propuso crear SANAA como un estudio de colaboración. De dicha unión han surgido edificios construidos alrededor del mundo, entre los que destacan el Pabellón de Cristal en el Museo de Artes de Toledo (EE.UU.), el New Museum en Nueva York , el edificio para Christian Dior en Tokio , el Museo de Arte Contemporáneo del Siglo XXI en Kanazawa (Japón) y el Pabellón Fabril en el Campus Vitra . Son responsables de un proyecto de ampliación para el IVAM que finalmente no llegó a llevarse a cabo.
El jurado del Pritzker ensalzó la complejidad de su arquitectura, enmascarada bajo una aparente sencillez , de la que resultaba edificios en los que los conceptos clave eran la continuidad espacial, la luminosidad, la transparencia y la materialidad. Aún en tiempos de grandilocuencias formales, este reconocimiento se planteaba como la celebración de una expresión arquitectónica basada en la sutilidad y la contención , y del que se destacaba además el hecho de que fuese imposible discernir «quién es el miembro de la pareja responsable de cada aspecto concreto de un proyecto. Cada uno de sus edificios es, en última instancia, resultado de la unión de dos mentes ».
A diferencia de Zaha Hadid , Sejima es lo opuesto a una diva estruendosa. Es una trabajadora incansable que se expresa más a través de sus edificios que de un discurso intelectual. Seguramente, por ese perfil discreto, el jurado del Pritzker no se atrevió a premiarla en solitario e hizo extensivo el premio a su entonces joven socio Nishizawa. Significativamente, el mismo año de la recepción del Pritzker, Sejima fue la directora de la Bienal de Arquitectura de Venecia.
4
Zaha Hadid, con ella llegó el escándalo
Nacionalidad: Anglo-iraquí.
Año de concesión: 2004.
En la era en que los Pritzker recaían sobre arquitectos estrella en boga, la elección de Zaha Hadid fue sobre todo destacada por tratarse de la primera mujer a la que se distinguía con este galardón, hasta entonces sólo en manos de arquitectos, incluso excluyendo a la parte femenina de equipos reconocidos, como en el caso de Robert Venturi y Denise Scott Brown .
La superlativa Hadid siempre supo hacer un astuto uso victimista de su condición de mujer y extranjera dentro de un universo masculino para victimizarse y acusar al machismo imperante de las dificultades y momentos críticos por los que atravesaron muchos de sus proyectos, como la Ópera de Cardiff , y, a la vez, para usar a su favor el poder que le brindaba haberse establecido como la mujer más célebre del mundo de la arquitectura.
Nacida en Bagdad en 1950, en el seno de una familia acaudalada, se trasladó a Londres en 1972 para estudiar en la Architectural Association, donde posteriormente enseñaría junto a Rem Koolhaas y Elia Zenghelis.
Sus deslumbrantes dibujos, marcadamente influidos por el Constructivismo soviético, le hicieron ganar un lugar destacado incluso antes de haber llegado a construir un solo edificio. Formó parte de la exposición Deconstructivist architecture , comisariada por Philip Johnson y Mark Wigley a fines de los 80. Sus audaces propuestas gráficas rompieron con el dominio del posmodernismo imperante. Esas visiones en papel se concretaron después en proyectos como la Estación de Bomberos en el Campus Vitra (1993), el aparcamiento y terminal Hoenhein Norte o la plataforma para salto de esquí en Bergisel (2002), caracterizadas por un lenguaje visceral, basado en la tensión y la fluidez de las formas.
Su posterior asociación con Patrik Schumacher incorporó la etiqueta de «parametricismo» a su arquitectura para intelectualizar una exploración con formas producidas digitalmente, a menudo excesivas y de compleja construcción. También a menudo éticamente cuestionables y que le granjearon críticas, que Hadid no tuvo empacho en replicar desde el más despreciativo y cínico divismo.