LIBROS
«La mirada del otro», hispanistas contra la leyenda negra
¿Cómo han considerado los extranjeros nuestro país, con qué variaciones y estereotipos? Desde distintos ámbitos se analiza una cuestión que atañe no sólo al pasado sino también al hoy
Ningún país a lo largo de su historia se ha librado de estereotipos difundidos desde una visión exterior, que en buena medida tergiversa y simplifica su realidad y el carácter de sus habitantes. Pero quizá ninguno como el nuestro. Con la particularidad de que en el caso español esos tópicos y clichés presentan en no pocas ocasiones características contradictorias, estando, por ejemplo, el español pasional y apasionado junto al indolente . A analizar cómo se ha visto España desde fuera se dedican las más de una veintena de contribuciones incluidas en «La mirada del otro. La imagen de España, ayer y hoy», coordinado por el historiador y presidente institucional de la Fundación José Ortega y Gasset/Gregorio Marañón , José Varela Ortega, el también historiador Andrea Donofrio, y el filólogo y crítico literario Fernando R. Lafuente, quien se encarga de la introducción de este volumen enormente valioso , en el que todos los ensayos que lo componen se apoyan en el rigor y se basan en una gran documentación y erudición que, sin embargo, no se convierte en algo muerto que haga pesada su lectura. Muy al contrario, esta resulta tan provechosa como placentera.
Tras la introducción, Varela Ortega, en su trabajo «Formación, etapas y variantes del estereotipo de España en el pensamiento occidental», centra la cuestión, advirtiendo que «el objeto no es ‘lo mirado’ (es decir, España, los españoles...) cuanto ‘la mirada’; la imagen, sin importar tanto su relación con la realidad factual, como su capacidad de formar un estereotipo; en suma, no tanto ‘el juicio’ como el ‘pre-juicio’». Porque, en efecto, muchas veces no ha habido un deseo de verdadero conocimiento, sino adecuarlo a lo preconcebido , y, por lo general, con un criterio más emocional que guiado por la razón. Esto sucede especialmente -como asimismo estudia Varela Ortega en su otro ensayo incluido en el libro-, con los viajeros románticos -a la cabeza Théophile Gautier y Prosper Mérimée con su célebre novela «Carmen», inspiradora de la famosísima ópera de título homónino de Georges Bizet-, que no trataban, apunta Varela, de «describir, sino de ‘vivir’ el alma de España, exponiéndose al impacto de sus emociones. Al viajero romántico, pues, le bastaba con la sensación de España ». Y, de ese espíritu romántico se nutre buena parte de la percepción sobre la Guerra Civil, como examina en su ensayo Andrea Fernández-Montesinos Gurruchaga.
Todos los ensayos que componen el volumen se basan en el rigor y una amplia documentación, pero no se convierte en algo muerto que haga pesada su lectura
En los seis apartados de que consta la obra, se aborda desde diferentes ámbitos, y a cargo de reconocidas firmas , la imagen de nuestra nación y las variaciones que se han ido produciendo según el discurrir del tiempo. Así, desde la literatura, el arte, el turismo, el cine o la economía. Igualmente se recogen varios trabajos en los que de manera específica se detalla la apreciación de España en Reino Unido, Francia, Italia, Israel, el Oriente musulmán, Japón y China.
Puntos en común
En esta sección se cuenta con nombres clave del hispanismo, como el británico Hugh Thomas , y los franceses Bartolomé Bennassar y Joseph Pérez . El primero, entre otras cosas, recuerda a su compatriota Richard Ford , autor de «la primera gran guía dedicada a España, de estilo admirable», y señala que «la decadencia de España en el siglo XVII se interpretó por muchos como una advertencia para recordar que incluso la más poderosa de las potencias militares podía derrumbarse». Bartolomé Bennassar subraya cómo la literatura del Siglo de Oro se leía en Francia por muchos en españo l, idioma que los franceses cultos debían aprender, y también era traducida muy rápidamente, y explica que «al principio del siglo XVI, España se impone por sus éxitos a la atención de sus vecinos franceses. Sus victorias militares, el descubrimiento de América... no dejaban indiferentes a los europeos»
Por su parte, Joseph Pérez recalca que « España no es tan diferente como se ha creído tomando como base informaciones falsas, insuficientes o mal interpretadas. España no constituye una excepción a la evolución de la Europa moderna y contemporánea como creyeron los curiosos impertinentes y Manuel Fraga Iribarne», y aclara que hoy en el hispanismo «gana adeptos la tendencia a poner el acento en los puntos que España tienen en común con los demás países de Europa».