EPISODIOS PERDIDOS
«Merlí»: La filosofía no ha muerto
«Merlí» resucita con ayuda de Movistar+, mientras que en «Servant» no sabemos a qué atenernos. Luego está la autopsia de «Historia de un matrimonio»
Acaban de estrenarse tres dramas que no pueden ser más distintos, salvo en el gozo que proporcionan. Héctor Lozano resucita a su profesor de Filosofía. Shyamalan , que estaba de parranda, no aclara demasiado algún punto inquietante en los primeros capítulos de Servant . El primer episodio, de hecho, culmina con el mejor cliffhanger que hemos visto en años. Luego está la película de Noah Baumbach , Historia de un matrimonio , una muerte anunciada difícil de superar. Empezaremos por el final.
«Historia de un matrimonio»
La cinta es un manantial. Parafraseando el proverbio indio sobre el ajedrez, es un mar en el que puede beber un mosquito y bañarse un elefante. Scarlett Johansson y Adam Driver dan un recital sobre el escenario de su separación. Aquí no hay intriga que valga. Desde el comienzo sabemos que estamos ante una autopsia, pero el cariño y la sensibilidad con la que Baumbach utiliza el escalpelo convierten a esta pequeña película en la gran joya del año. Veremos si los Oscar le perdonan su origen, como hicieron parcialmente con Roma , con Netflix convertido en el principal productor de cine del año. Igual pagan los platos rotos Scorsese y su irlandés .
Con o sin premios, Historia de un matrimonio es buena de llorar. Te deja tan noqueado que quizá necesitemos tiempo para juzgarla sin el influjo de sus efectos instantáneos. A su riqueza cromática y a las interpretaciones fabulosas de los protagonistas , abogados incluidos, añade una geografía física y moral que ensancha su grandeza, de Nueva York a Los Ángeles. Un lazo final al zapato cierra a la perfección este recorrido inverso al éxito clásico de Hollywood, que solía empezar sus cuentos con un encuentro y rematarlos en boda, a veces con la subvariante de novia a la fuga.
En un sistema que castiga la bondad, el corazón siempre acaba malherido, pero ver esta película tiene algo de catalizador, al mezclar con inteligente elegancia discursos antagónicos. Ella puede parecer «la mala», y él peor, siendo ambos profundamente bondadosos, capaces de escribir lo mejor y de amarse por una breve eternidad . El alegato de Laura Dern sobre la obligación de las mujeres de ser perfectas es un himno que ha empezado a prender. La verdad dicha por uno de los dos demonios de la cinta, que por supuesto son los letrados. Alan Alda , tan tierno y tembloroso, participa fuera de concurso, al contrario que un Liotta más peligroso que su Henry Hill en Uno de los nuestros . No dejen de sufrir con ella.
«Merlí. Sapere aude»
El nuevo Merlí (atrévete a saber, significa el latinajo) es más maduro, sin perder su esencia juvenil. Héctor Lozano filosofa sobre nuestras contradicciones , esta vez para Movistar+, en una versión más breve (ocho capítulos) y compleja, que enriquece el discurso y a los personajes. El principal reto era llenar el vacío que dejó Francesc Orella . Al rescate acude con el termo cargado María Pujalte , más merlinesca que Merlí.
No es el único acierto de cásting de una serie que sigue sorprendiendo por su audacia, incluso cuando sus tramas derrapan por las curvas de la verosimilitud . Al hecho notable de no sentirse decepcionado por las expectativas se suma la extraña felicidad que proporciona su recta final. Lozano (y Menna Fité , su director) dosifican las emociones para evitar cualquier exceso, una mesura que resulta esencial para que acabemos con ganas de nuevas temporadas. Vendrán.
«Servant»
Las mejores obras de M. Night Shyamalan son aquellas sobre las que menos conviene escribir. En realidad, este título es una creación de Tony Basgallop , aunque el autor de El sexto sentido dirige un par de episodios y aprieta desde la producción para Apple. La pareja protagonista supera un trauma con ayuda de un muñeco hiperrealista, un reborn . Encontrarle el punto siniestro fue coser y cantar, pero invito a los valientes a que terminen el primer episodio y dejen de mirar. Si pueden.