LIBROS
En la mente de un espartano de Hitler
Ödön von Horváth ilustra en «Un hijo de nuestro tiempo» la fascinación por el nazismo de los jóvenes alemanes de entreguerras
Perteneciente a una familia de la pequeña nobleza húngara e hijo de un diplomático, Ödön von Horváth (Rijeka, Croacia, 1901; París, 1938) pasó los primeros años de su vida de ciudad en ciudad. «Durante mis años de escuela cambié cuatro veces de lengua en clase e hice cada curso prácticamente en una ciudad diferente –escribió–. Soy una mezcla típica de la vieja Austria: húngaro, croata, checo, alemán, lo único que no puedo ofrecer es ser semita».
La primera consecuencia de esta infancia errante es que no dominó ningún idioma hasta los 14 años, cuando por fin consiguió escribir su primera frase en alemán, su lengua materna. La otra consecuencia es la que lo vincula a otros autores centroeuropeos como Stefan Zweig o Joseph Roth : su condición de apátrida, ese multiculturalismo que lo vacunó contra los totalitarismos del periodo de entreguerras.
Von Horváth fue un talentoso dramaturgo que se ganó el respeto de Hermann Hesse o los Mann , pero su intolerancia a los fanatismos, su empeño en denunciar la irracionalidad colectiva, le impidieron encajar en su época. Si bien hoy sus obras triunfan allá donde se representan, en vida solo encontró acoso y persecución: los nazis le negaron el «derecho a formar parte activa del conjunto de la literatura alemana», quemaron sus obras en público y le cerraron las puertas del teatro alemán.
Tampoco encontró Von Horváth paz en Austria, de donde hubo de escapar tras anexionarse al imperio de Hitler. Huyendo de los nazis recaló en París, que debía ser una escala antes de asentarse en Estados Unidos, pero una rama de un árbol en un día de viento segó su vida mientras caminaba por los Campos Elíseos. A sus 36 años, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, se cortaba la carrera de un autor que había empezado a experimentar con la novela.
Precisamente en París Von Horváth esperaba reunirse con un director que quería llevar al cine «Juventud sin dios» (Nórdica, 2019), obra en la que un joven profesor de instituto asiste con pavor a la radicalización de sus alumnos. Con un estilo que bebe del teatro, directo, sin digresiones y con constantes diálogos, el autor muestra la terrible influencia de la ideología fascista sobre los niños a través de la educación.
En «Un hijo de nuestro tiempo» (Nórdica, 2020), la novela que Von Horváth ya no pudo ver publicada, el protagonista es un veinteañero sin nombre que encuentra en las ideas de «patria» y «honor» la solución a los años de paro y pobreza. «La generación de nuestros padres estaba absorta en los ridículos ideales de los derechos del pueblo y la paz perpetua –dice–. No hay derechos sin violencia. ¡No hay que pensar, hay que actuar!».
En el protagonista que se enrola en el Ejército para vengar su suerte confluyen el afán de redimirse en el campo de batalla y el patetismo de un monólogo entre exaltado y alucinado que se va agrietando a medida que asume su condición de «hijo de la guerra», sin suerte, cuando regresa lisiado y comprueba que la palabra «pueblo» solo esconde más miseria, económica y moral: «¿Qué es lo que tiene reservado para mí tu buen Dios? ¿Qué es lo que he hecho yo para que siempre me esté arrebatando el futuro?».
Hay en esta novela un estilo más depurado, cargado de símbolos y de referencias a la propaganda fascista. Hay también una mayor conexión con los hechos históricos: la radicalización del narrador coincide con la expansión del nazismo coincide con la expansión del nazismo, el «pequeño país» que se «van a quedar» es España, el bombardeo en el que participa la aviación alemana es el de Guernica y los «combatientes voluntarios» son los militares con los que Hitler ensayó su «guerra relámpago».
Algún día, cuando los tiempos en los que vivimos hayan pasado, escribe un profético Von Horváth, el mundo podrá entonces juzgar lo violentos que han sido. «Un hijo de nuestro tiempo», igual que «Juventud sin dios», demuestran que él supo verlo al instante. Y no hay nada tan difícil como juzgar el presente con acierto.
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