Libros
Regalar novela en Navidad
Pérez-Reverte, Valeria Luiselli, Carlos Pardo, Luis Landero y José Ovejero, entre los escritores del año para regalar esta Navidad, según los críticos literarios de ABC Cultural
![Regalar novela en Navidad](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2019/12/22/reverte-kj1G--1248x698@abc.jpg)
Los críticos de ABC Cultural han elegido ya las mejores novelas de 2019 , diez libros que este año destacan de entre toda la producción literaria, con autores tan destacados como Arturo Pérez-Reverte, Luis Landero o Valeria Luiselli, entre otros.
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![Arturo Pérez-Reverte en la biblioteca de su casa](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2019/12/22/reverte-kj1G--510x287@abc.jpg)
Pérez-Reverte y el Mío Cid cabalgan de nuevo
Arturo Pérez-Reverte: «Sidi». Alfaguara, 2019. 376 páginas. 20,90 euros
Lo que más me ha gustado de «Sidi» es que Arturo Pérez- Reverte haya ideado su novela sobre el Mio Cid desmontado la mitología en torno a ese héroe . En primer lugar, por dar un golpe de muerte a la ideologia de un héroe en la estirpe de un Santiago matamoros. En la novela el lector puede percibir que ni todos los moros eran el mismo, ni los reyes cristianos, tampoco. Cada uno luchaba por el suyo en un territorio de fronteras que es el que define la historia medieval española. Leyendo esta novela aprenderá el lector mucho sobre lo que fue esa Hispania inmediatamente posterior a los godos . Sobre esa lección se superpone otra. Toda la novela se interesa no tanto por lo que el «Cantar de Mio Cid» decía sobre los leoneses y castellanos, sino por la manera como un héroe puede construir su supervivencia y entenderla subsidiaria y contigua a la supervivencia de aquellos que le han seguido. Que le han sido leales.
De ahí que el punto de mira de Pérez-Reverte avanza en la dirección de acercarse a lo que es un capitán para los soldados sobre los que manda, su lealtad es eso, primaria, no ideológica, sino vivencial . Los valores no son los del mito, sino los del héroe épico, en la tesitura de definir su propio destino ligado al de su tropa. Procurar que los suyos tengan sustento y crean en la importancia de lo que hacen. Sostuve que «Sidi», como héroe era heredero de John Ford, no solo porque el maestro del western ha inspirado las soberbias escenas de batalla y emboscada del primer tercio de la novela, sino por algo más, por haber sembrado la figura del héroe como alguien que decide serlo en un lugar concreto, del desierto de Arizona o de la paramera cercana al Maestrazgo.
El heroísmo no es una idea sino una decisión ética que alguien particular toma en un momento concreto. Eso es lo que me ha parecido decisivo de la óptica adoptada por Pérez-Reverte en «Sidi». Y lo que hará esta novela memorable . Al mismo tiempo que liquidaba la parafernalia que en torno al héroe había ideado la tradición, lo acerca a un valor universal de todo tiempo, y por tanto del nuestro: la ética de la responsabilidad. Por José María Pozuelo Yvancos
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![La escritora de Chicago y residente en Nueva York Jennifer Egan](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2019/12/22/jennifer-kj1G--510x287@abc.jpg)
Una mujer en los bajos fondos y en los astilleros de Brooklyn
Jennifer Egan: «Manhattan Beach». Trad.: Carlos Andreu. Salamandra, 2019. 447 páginas. 21,85 euros
Jennifer Egan (Chicago, 1956) ganó el premio Pulitzer en 2011 con la novela «El tiempo es un canalla». Y hemos tenido que esperar un poco, unos cuantos años, para poder situarla y descubrirla de nuevo en las estanterías de ficción. «Manhattan Beach» es una novela con mayúsculas o un novelón como los de antes, de esos que tienen muchas páginas y que no sueltas desde que lees sus primeras líneas por la noche en la cama y hasta que das por concluida una trama de destinos e historias cruzadas a la que acudes siempre que encuentras un momento para la lectura. Como apuntó el también escritor de novelones Amor Towles en «The New York Times Book Review», «esta novela merece ser incorporada al canon de las historias de Nueva York». Con esta frase, creo que ya está dicho todo, pero abundemos un poco más en sus muchas virtudes.
A la ciudad de los rascacielos en los años posteriores a la gran depresión y a la Segunda Guerra Mundial, parece que la hemos visualizado a través de innumerables películas, series de televisión..., pero, desde luego nunca a través de los ojos de una chica, Anna Kerrigan, que se «empodera» el día en que consigue ser una de las primeras mujeres, pioneras, que trabaja como buzo en los astilleros de Brooklyn. Qué duda cabe de que nos situamos en una Nueva York que ha sufrido en sus propias carnes las consecuencias de la contienda y ve cómo la mano de obra masculina escasea.
Esos puestos, antes destinados a los hombres, ahora no tienen más remedio que asumirlos las mujeres. No obstante, en el caso de Anna (que comparte nombre, no de una manera casual, con la también heroína de Tolstói, Anna Karenina ) no es solo por necesidad, sino que también lleva implícito un sueño de lucha personal. Entre medias de toda esta película de espesos y muy bien engrasados ambientes portuarios, se entrecruzan los destinos y las historias con la mafia -crimen incluido-, los bajos fondos y todo aquello que uno puede imaginar en el Nueva York de aquellas décadas. Por Laura Revuelta
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![Regalar novela en Navidad](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2019/12/22/Valeria-kbgH--510x287@abc.jpg)
Valeria Luiselli y el misterio de la escritura
Valeria Luiselli: «Desierto sonoro». Trad.: Daniel Saldaña y Valeria Luiselli. Sexto Piso, 2019. 468 páginas. 22,90 euros
Dice la protagonista de «Desierto sonoro» (Sexto Piso), que es mucho más que el «alter ego» literario de su autora, Valeria Luiselli (Ciudad de México, 1983), que «las palabras, en el orden correcto y el momento oportuno, producen luminiscencia». Bonita palabra, por cierto, que en su definición encierra un sentimiento al que ella -quizás también Luiselli, pero qué más da-, llega gracias a los «Diarios Tempranos» de Susan Sontag. Y luz es, precisamente, lo que desprende la última novela de la escritora mexicana, capaz de sublimar el ya tan manido arte de la autoficción para construir un relato que le define a ella, sí, pero también a todos nosotros, habitantes de un mundo incierto en el que los niños son deportados por su nacionalidad y separados de sus padres en la frontera de un país en el que los sueños ya sólo son pesadillas.
En una suerte de «road movie» narrativa que trasciende el realismo de Cormac McCarthy a través del lirismo poético que desprende cada descripción, cada diálogo, Luiselli, guiada por la Virginia Woolf que supo hacer magia con los puntos de vista de sus narradores, nos guía en un exilio geográfico y sentimental para conducirnos a la única verdad posible: sólo hay realidad en la ficción . Como ingredientes básicos, los sentimientos, tan difíciles de manejar literariamente por su fragilidad y que la autora preserva mediante la pareja protagonista, ese matrimonio que se hace cachos, y sus hijos, dos niños que asisten, entre divertidos y atónitos, a una realidad que ellos prefieren inventar. El juego metaficcional -maravilla ese diálogo polifónico en el que el texto es simplemente un instrumento más- al que invita al lector es, en realidad, un reto para ella , como autora: la osadía de aspirar a construir la realidad mediante el lenguaje. Sin darse cuenta, o quizás siendo plenamente consciente de ello, Luiselli ha logrado desentrañar el misterio de la ficción. Deslumbrante. Por Inés Martín Rodrigo
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![Carlos Pardo](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2019/12/22/pardo-kj1G--510x287@abc.jpg)
Carlos Pardo pone al día la autoficción
Carlos Pardo: «Lejos de Kakania». Periférica, 2019. 496 páginas. 22,90 euros
Ha dicho Carlos Pardo (Madrid, 1975) en estas páginas que la escritura autobiográfica no es una moda pasajera, sino un cambio antropológico. La autoficción, si se aleja del cliché, de ese estilo quejumbroso que ha arrasado las librerías españolas estos últimos años, puede ser gran literatura. Con su último libro, «Lejos de Kakania», se carga de razones.
El autor madrileño revive aquí, o más bien reinventa, su amistad con un poeta al que conoció cuando andaba en su veintena intentando abrirse paso en un panorama tan receloso con las nuevas voces como el literario. En la novela combina nombres reales, como el del propio narrador, Carlos Pardo, con otros inventados para que nadie se vea reconocido «en la impudicia de un personaje literario». Da igual quién sea quién, nos viene a decir el autor, el juego de la literatura lo convierte todo en ficción.
Pardo plantea una lectura a varios niveles . Por un lado están las miserias de dos jóvenes poetas que se descubren como creadores que pronto encuentran que Madrid -la vida adulta- es una quimera. «Gente pequeña volviendo de estudiar con su pequeño futuro a cuestas. La ciudad inmadura», escribe. Ellos, que han superado esa fase, están anclados en un punto en que «cualquier experimento de una vida normal es la caricatura de esa vida normal».
En esta obra hay noches de fiesta que acaban en «afters», hay noviazgos pasajeros y hay drogas, como les corresponde a los dos protagonistas, pero también hay un diálogo con la literatura. Esa es la otra lectura que propone Pardo: en una obra que combina la escritura autobiográfica con otros géneros como la farsa o la escritura en verso, hay un diálogo continuo sobre la vigencia de la poesía y una nueva vuelta al cliché de la autoficción. Por Jaime G. Mora
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![Philippe Lançon](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2019/12/22/lancon-kj1G--510x287@abc.jpg)
El atentado de «Charlie Hebdo», sobrevivir para contarlo
Philippe Lançon: «El colgajo». Trad. : Juan de Sola. Anagrama, 2019. 448 páginas. 21,90 euros
Libro escrito entre habitaciones de hospital y complicadas intervenciones quirúrgicas, el periodista y crítico literario francés Philippe Lançon (1963, sobreviviente del atentado contra la revista satírica «Charlie Hebdo», publicaría un estremecedor y magnífico libro sin género, El colgajo, sobre su «regreso a la vida». Una verdadera historia de resistencia y una lucha diaria , que duraría meses, contra la muerte y la destrucción que otros habían programado. En determinado momento, Lançon le pediría a unos policías que iban al hospital un favor que muchos considerarían pintoresco tras la tremenda tragedia atravesada: comprobar si su vieja bicicleta, que había dejado atada a un poste frente a «Charlie Hebdo» aquella mañana, aún seguía allí. Cuando le confirmaron que seguía en el mismo sitio, respiró aliviado: «Mientras siga allí, el pasado está en su lugar (…) era el centinela que, como un puerto de montaña, vigilaba el tránsito entre la vida de antes y la vida de después».
Como se sabe, el 7 de enero de 2015, dos hermanos yihadistas nacidos en Francia, entraron en el edificio donde tenía la sede «Charlie Hebdo» y mataron a ocho miembros de la redacción y a un policía que les servía de escolta. Para Lançon, para su posterior recuperación, el atentado cambiaría relaciones, percepciones sensibles de lo que le rodeaba, recuerdos que creía dormidos y que de repente surgían a la superficie. Nada sería igual en adelante, el atentado -que sobrevuela por toda la narración, sin volver una y otra vez a él y sin necesidad de detallarlo morbosamente a cada paso- sería la silenciosa vara de medir.
Eludiendo en todo momento comentarios políticos, sin recrearse en análisis invadidos por la ira acerca de la ideología yihadista y del Islam más extremista, su soberbia e insólita confesión, de una sinceridad descarnada y desacostumbrada, que hacía único en todo momento un testimonio como el suyo, se convertía en una reflexión universal sobre el dolor, sobre la soledad, sobre las servidumbres ególatras de nuestro tiempo, sobre la falta de lealtad y generosidad en muchas relaciones humanas. Por Mercedes Monmany
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![Luis Landero](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2019/12/22/landero-kj1G--510x287@abc.jpg)
Los dramas familiares de Luis Landero
Luis Landero: «Lluvia fina». Tusquets, 2019. 272 páginas. 19 euros
Desde que publicó los «Juegos de la edad tardía» en 1989, Luis Landero (Alburquerque, Badajoz, 1948) ha demostrado ser uno de los mejores narradores que tenemos en España y «Lluvia fina» no hace otra cosa que confirmarlo. En apariencia, «Lluvia fina» es una novela familiar donde los afectos apenas logran ocultar los rencores, mucho más fuertes y duraderos. Es ese rencor el que sirve como pegamento para unir a los tres hermanos protagonistas y a su madre, pues es lo único que tienen en común. Las dos hermanas, Sonia y Andrea, sienten que fueron tratadas injustamente por su madre, una mujer severa y carente de sentimientos. Y esos mismos reproches se dirigen también hacia su hermano Gabriel, el beneficiado de ese trato injusto. La familia ha conseguido mantener un frágil equilibrio construido a base de no verse, de quererse desde lejos. Por eso, cuando Gabriel propone hacer una fiesta para celebrar el ochenta cumpleaños de su madre, todo explota.
La voz que narra la historia es la de Aurora , mujer de Gabriel y verdadera protagonista, una mujer comprensiva y dulce que aguanta los desahogos de la familia y sirve como paño de lágrimas. Todos la consideran un sumidero donde arrojar sus vómitos, su veneno, su dolor por el orgullo herido y las afrentas recibidas. Pero todo tiene un límite, y Aurora, calmada y apacible, está cerca de encontrarlo. Es ahí donde la historia, que aparentaba ser un plácido relato familiar, adquiere una dimensión mucho más profunda.
«Lluvia fina» es una novela que da gusto leer, que hace que el lector se detenga de vez en cuando para admirar cómo está escrita. La prosa de Landero, elegante y eficaz, envuelve y hace que el lector avance sin enterarse, como si alguien querido le estuviera contando algo que le concierne. Landero conmueve y sacude, y lo hace sin que se note: el escritor queda oculto para revelarse sólo al final, cuando al acabar la novela aflora el talento de quien la ha escrito. El resultado es una novela espléndida, hermosa y melancólica, como esa lluvia fina que le da título. Por Eva Cosculluela
7
![José Ovejero](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2019/12/22/ovejero-kj1G--510x287@abc.jpg)
La grieta de nuestro tiempo
José Ovejero: «Insurrección». Galaxis Gutenberg, 2019. 290 páginas. 19,90 euros
«Insurrección», de José Ovejero , es una de las novelas españolas de los últimos tiempos que ha sido capaz de agarrar el toro por los cuernos. Así, expresa y toma posición ante ciertos problemas casi irresolubles que deja a la mitad de la juventud española al borde del abismo . Nada más lejos de la intención de Ovejero que adoptar esta actitud para engrosar la lista de lectores que podrían sentirse concernidos; nada más lejos, asimismo, en esta novela de Ovejero que ofrecer un retrato realista de la situación de estos jóvenes representados aquí por Ana, una chica de 17 años que abandona su hogar de clase media para irse a una casa «okupada» en el barrio de Lavapiés.
Por contra, el autor huye de los tópicos al uso, tanto de los tópicos ideológicos como de los literarios, lo que viene a significar que desde luego no tiene en cuenta las cómodas soluciones que suelen darse a este tipo de conflictos, donde l o utópico esconde pereza y comodidad precisamente por irrealizable cuando no sirve de mera excusa. Ovejero es autor que ha pasado cierto tiempo en Centroeuropa y el modo de abordar esta narración posee el hálito de cierta literatura que tiene a Heinrich Heine y Bertolt Brecht entre sus mentores más altos y que cuenta entre sus mejores realizaciones el de la distancia para que el lector adquiera conciencia relativa de aquello que es expresado, así la canción de los canarios inserta en la narración y que con su inclusión lo narrado pasa del ámbito de la ficción de corte realista a la de metafórica...
Habla de la sutileza del escritor, de su sabiduría narrativa, el hecho de no centrarse sólo en María, sino que sus padres, el padre periodista y la madre dedicada a moverse en el borde lo alternativo, son retratados como parte de un engranaje un tanto terrible incluso aunque parezca que se han movido en el mundo de lo seguro. Novela inquietante , Ovejero trata aquí del deseo de libertad que mueve a todo ser humano cuando se mueve en un ambiente degradado. Por Juan Ángel Juristo
8
![Honoré de Balzac](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2019/12/22/balzac-kj1G--510x287@abc.jpg)
Balzac, un clásico objeto de deseo
Honoré de Balzac: «Un caso tenebroso». Trad.: José Ramón Monreal. Navona, 2019. 320 páginas. 25 euros
Decía Hannibal Lecter en «El silencio de los corderos» que empezamos a codiciar por lo que vemos. Solo aquello que ante nuestros ojos llama la atención se fija en nuestra mente para convertirse en un deseo. Siguiendo esta máxima, que proyectada al libro valoraría su aspecto externo, la importancia del mismo también como objeto, hay que alabar el excelente trabajo de diseño editorial de Navona en su colección «Ineludibles», que incluye entre sus títulos más recientes una apuesta segura: «Un caso tenebroso», de Honoré de Balzac. Con una nueva traducción, a cargo de José Ramón Monreal, avalado por su amplia experiencia en recuperar para el lector en español grandes nombres de la literatura francesa, «Un caso tenebroso» ha vuelto a las librerías para mostrarnos la cara más oscura de la Comedia Humana y recordarnos, desde una perspectiva periférica, un episodio fundamental de la historia de Francia, l a conspiración de Fouché contra Napoleón Bonaparte y el paso del Consulado al Imperio.
Si bien, como tantos otros textos de la época, la novela vio la luz en 1841, publicada por entregas en el diario «Le Commerce», en 1843, el mismo año en que pudieron leerse por primera vez «Los crímenes de la calle Morgue», de Edgar Allan Poe, se publicó como libro y, desde entonces hasta ahora, aunque no tan popular como «Papá Goriot», «Eugénie Grandet» o «La piel de zapa», no ha hecho sino consolidarse como un clásico. Quien se acerque a sus páginas no solo disfrutará de la pericia narrativa, casi quirúrgica, de Balzac a la hora de describir emociones -en este caso, perversas- personajes y escenarios con una minuciosidad que, paradójicamente e igual que ocurre con Dickens , está exenta de pesadez y resulta ligera, sino que además se enfrentará a la odiosa comparación entre la profundidad del autor galo y la mayor parte de la narrativa actual, resultado de una evolución hacia la sobriedad que no siempre se ha producido para bien. Por Marina Sanmartín
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![Sigrid Nunez](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2019/12/22/sigrid-kj1G--510x287@abc.jpg)
Quien tiene un amigo tiene un tesoro
Sigrid Nunez: «El amigo». Trad.: Mercedes Cebrián. Anagrama, 2019. 208 páginas. 16,90 euros
En los años ochenta, en California, un gran número de mujeres camboyanas, t odas ellas refugiadas de guerra , fueron al médico aquejadas de un mismo problema: no veían. Antes de dejar su país, habían sido testigos de las más cruentas atrocidades perpetradas por los Jemeres Rojos . Los médicos que las examinaron no encontraron nada raro. Sus cerebros funcionaban con normalidad. La única explicación era la ceguera psicosomática: las mentes de aquellas mujeres, forzadas a digerir tanto horror, habían decidido apagar las luces.
Con esta reveladora anécdota empieza uno de los mejores libros que he leído este año, «El amigo», de Sigrid Nunez (Nueva York, 1951), un relato imprescindible, hondo, poético sobre la pérdida y el poder de la tristeza y las lágrimas, sobre el difícil duelo que acontece ante la muerte repentina de un ser querido. La protagonista y narradora de esta novela es una escritora neoyorquina que, ante el suicidio de su mejor amigo y mentor, se ve obligada a hacerse cargo de su perro Apollo, un achacoso y envejecido gran danés. No tendrá más remedio que llevárselo a su minúsculo apartamento y, desde ahí, desde esas cuatro paredes, en las que tendrá que aprender a convivir con aquel perro sin dueño , la narradora cuenta la historia de una amistad a lo largo de los años y, a través de este vínculo, se cuenta a ella: sus deseos, anhelos, lo que vivió pero también lo que se quedó a las puertas de vivir.
Mucho más que una novela, «El amigo» es un texto inclasificable. Trufado de referencias literarias y de reflexiones sobre la literatura, el duelo, la vida, la muerte y el amor, Sigrid Nunez ha escrito un libro bellísimo sobre la amistad y sobre los legados de aquellos que se van. Es a través de un perro al que ella, en un primer momento, no sabe aceptar, cómo se le revela definitivamente aquel amigo que ya no está, como si, en la vida, todo estuviera contenido en todo, una infinita matriuska rusa en la que el amor aúna realidades distintas transfiriéndose siempre de un a otro nivel. Por Laura Ferrero
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![Miguel Ángel Martín](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2019/12/22/martin-kj1G--510x287@abc.jpg)
Mi cerebro favorito
En reseña aparecida hace cinco años en ABC Cultural de «Out of My Brain», último álbum de la trilogía dedicada por el genial dibujante de cómics Miguel Ángel Martín (León, 1960) a su criatura «Brian the Brain», terminaba mi comentario urgiendo a la editorial para que reuniera en un solo volumen las aventuras de uno de los personajes más sugestivos y entrañables del tebeo español contemporáneo. En este año mi deseo se ha hecho realidad, pues se ha publicado por fin ese anhelado integral de «Brian the Brain» en un tomo encuadernado en tapa dura con sobrecubierta de acetato transparente, lomo de tela y cuadernillos cosidos al hilo, o sea, en una presentación externa difícilmente mejorable que cuenta, además, con un estupendo p rólogo del gran poeta y novelista Manuel Vilas , que siempre ha sido un irredento fan de la saga.
Martín despliega en «Brian the Brain» el indiscutible talento que como dibujante y guionista lo llevó a obtener en 1999, el premio «Yellow Kid», que viene a ser como el Oscar. Como el resto de la obra historietística de su autor, Brian se declara influida por la música electrónica más radical y revela, desde el punto de vista icónico, profundas aficiones científicas, tecnológicas y pornográficas. Las aventuras del niño telépata con poderes telequinésicos y el cerebro a flor de piel aparecieron por primera vez por entregas en 1990 en las revistas «Krazy Comics» y «Makoki». La segunda novela gráfica de la serie, «Motor Lab Monqi», apareció en Rey Lear en 2012. La tercera, «Out of My Brain», vio la luz en 2014. Las tres ahora reunidas. Por Luis Alberto de Cuenca