LIBROS
Malvenidos a Glanbeigh
Con las palabras justas y una voz de forense, Colin Barrett ha creado «Glanbeigh». Les pondrá los pelos de punta
Uno ya ha estado otras veces en el imaginario pero tan verosímil Glanbeigh , aunque esos lugares tuviesen otros nombres y no se alzasen, tan torcidos, en el irlandés Condado de Mayo. Ya se sabe: pueblo chico, infierno grande . Más grande todavía. Más allá de todo acento o dialecto o idioma, allí se habla siempre el esperanto de una misma lengua colgando fuera de la boca o lamiendo la espuma en los bordes de una jarra de cerveza. Y lo que allí se dice para que todos lo entiendan es: « Tengo que salir de aquí como sea pero, antes, ya que estamos entre amigos, otra ronda de Guinness para todos».
Así, los personajes que habitan esta magnífica suerte de regional novela-en-siete-relatos –menos lírica que « Hijo de Jesús », de Denis Johnson , y más contenida que « Knockemstiff », de Donald Ray Pollock , aunque igual de contemplativa y catárticamente desesperada que ambas– vendrían a ser algo así como la encarnación juvenil de los ancianos en los cuentos crepusculares de William Trevor . Jóvenes sonámbulos a bordo de sus motocicletas, chapoteando en la basura trabajos pasajeros. Malvivientes surtidos matando el tiempo pero sospechando que es el tiempo el que los está matando a ellos . Las chicas locales, digámoslo, dan un poco de miedo y son como lobas feroces.
Dueños del cotarro
El título original de la colección es «Young Skins» y, sí, la piel será joven o tierna pero ya está curtida y golpeada . Y, por supuesto, en España o en Argentina o en Estados Unidos lo que sobran son los Glanbeighs, por más que sus prisioneros no se llamen Arm, Dympna, Matteen, Jimmy, Tug, Teddy, Lisa o Bat. «Soy joven, y aquí los jóvenes no abundamos, pero es justo decir que somos los dueños del cotarro… Nuestra rutina tiene la comodidad de la rutina pero también el misterio de la persistencia de esa rutina», se lamentan casi orgullosos de su espanto .
Barrett (nacido en Canadá en 1982, pero con infancia y adolescencia en el irlandés y provincial Knockmore; consagrado instantáneamente por la crítica con este inmejorable debut, celebrado por colegas mayores como Ann Enright, Colum McCann o Colm Tóibín ; y ganador de premios de prestigio) camina por las calles de estas páginas con las palabras justas.
«Glanbeigh». Colin Barrett
Narrativa. Trad. de Celia Filipetto. Sajalín, 2016. 232 páginas. 17 euros