LIBROS
Lucía Baskaran, en lo más profundo de las entrañas
La nueva novela de esta escritora vasca aborda asuntos como las segundas oportunidades
Hay momentos en la vida en que todo parece moverse sin sentido , descolocándose en una suerte de doloroso caos con epicentro en lo más profundo de las entrañas. De mayor o menor intensidad. El temblor que sacude a Alicia, la protagonista de la segunda novela de Lucía Baskaran , es de incontestable y dramática magnitud. Desgarrador, definitivo, paralizante. Una existencia rota de improviso que la mantiene atrofiada, rehén de la angustia, la pena y el agotamiento: «Soy una mujer de noventa años que habita en el cuerpo de una de veintisiete», así se ve ella misma desde que murió Martín, su novio, en un accidente de tráfico hace año y medio. Sabe que se encuentra aislada, presa de la autocompasión, «espectadora de su propio hundimiento». Con lenguaje incisivo, a veces descarnado, y rotunda narrativa , la autora nos guía por el trance que enfrenta Alicia y, con destreza, conduce al lector para que conozca también su pasado, ese lugar al que no podemos volver, donde se selló en buena parte nuestro presente y un inimaginable futuro. Entre presente y pasado, Baskaran dibuja con fluidez y profundidad no solo el perfil de su protagonista, sino también el de algunos de los personajes que la rodean.
Efectivo contrapunto
Su amiga Ane, su padre, Ricardo, y Cristina, la madre que abandonó el hogar hace años y ya nadie espera. Unos compañeros de viaje que destilan rebeldía, amargura y fortaleza , el coraje necesario para mirarse en lo más profundo de su interior y llamar a los sentimientos, buenos y malos, por su nombre. Para reconocer las debilidades, los rencores, los pasos en falso. Además, la autora realiza un ejercicio de contrapunto muy efectivo en la parte coral de la novela a través de esos «otros personajes», los que intentan no cuestionarse tanto o, simplemente, no necesitan hacerlo: viven en una ortodoxia que creen escudo contra la adversidad . Sin querer pensar que, en realidad, simplemente nunca han tenido que encararse con ella.
Alicia jamás vivió en esa forma ordinaria de percibir el mundo . Por eso siente el dolor en lo más hondo, a veces, incluso, como si necesitara aferrarse a él. Un sufrimiento que la vuelve loca pero, al mismo tiempo, le acerca a Martín, el hombre al que la autora nos va mostrando a pinceladas de muy distinto color: el chico bien a quien no conocemos realmente hasta el final . Igual que ocurre con su hermano, Otto, que nos parecerá el reverso de Martín y, sin embargo, resultará demasiado parecido a quien pretendía sustituir.
Y Alicia tendrá que enfrentarse entonces con la bifurcación vital , ese punto en que, de repente, se ve coronada con la determinación precisa para, a pesar de las heridas que siguen sangrando, salir del anquilosado sopor de la amargura, dar un portazo al mundo y empezar de nuevo. Para que las cosas vuelvan a colocarse.
«Cuerpos malditos». Lucía Baskaran. Temas de Hoy, 2019. 224 páginas. 17 euros.