ARTE
Julia Margaret Cameron: esa otra gran dama
La Fundación Mapfre, fiel a su interés por la fotografía, condensa el particularísimo universo de Julia Margaret Cameron: una de las figuras referenciales de la disciplina en el siglo XIX, de las que más contribuyeron a hacer de la foto un arte
![«Las rosas rojas y blancas», fotografía de 1865](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2016/04/18/cameron1_xoptimizadax--620x349.jpg)
«Si se permite que la fotografía supla al arte en alguna de sus funciones, pronto lo habrá suplantado, o totalmente corrompido . Es necesario, por tanto, que cumpla con su verdadero deber, que es el de ser la sirvienta de las ciencias y de las artes, pero la muy humilde sirvienta ».
Estas palabras de Charles Baudelaire , recogidas en un texto escrito con ocasión del Salón de 1859, mitad «boutade», mitad convicción, nos dan buena cuenta de la «malvenida» que, desde sus inicios, tuvo que soportar la fotografía para ser considerada un lenguaje artístico más. Sin embargo, afortunadamente, esa humilde sirvienta terminaría por salir muy respondona, toda una Gran Dama, llena de recursos, estrategias, imágenes y conceptos …
Ahora, muchos años después, la Fundación Mapfre , que sigue cumpliendo acertadamente con uno de sus principales objetivos, como es la difusión y la presentación de algunos de los principales nombres de la Historia de la foto , nos propone, en colaboración con el Victoria and Albert Museum de Londres, esta espléndida exposición retrospectiva dedicada a Julia Margaret Cameron (Calcuta, 1815 - Ceilán, 1879), una de las figuras más referenciales de la fotografía del siglo XIX, y una de las que más contribuyó a su conversión en un arte con mayúsculas.
Sin sacrificar la verdad
« Aspiro a ennoblecer la fotografía –ella misma nos diría–, a darle el tenor y los usos propios de las Bellas Artes, combinando lo real y lo ideal, sin que la devoción por la poesía y la belleza sacrifique en nada la verdad».
En diciembre de 1863, Julia Margaret Cameron recibirá un regalo muy especial por parte de una de sus hijas: una cámara (construida en madera con un objetivo de la marca Jamin), como remedio para paliar la soledad provocada por las prolongadas ausencias de su esposo de su casa de Freshwater, pequeña localidad en la Isla de Wight. Aunque años atrás ya había mantenido algún contacto con la foto a través del pictorialista Oscar Gustav Rejlander , y también de John Herschel , descubridor del fijador, lo cierto es que este suceso sería clave en su plena dedicación al lenguaje fotográfico.
«Annie» (1864) Julia Margaret Cameron
Fundación Mapfre. Madrid. Paseo de Recoletos, 23. Comisaria: Marta Weiss. Colabora: Victoria and Albert Museum. Hasta el 15 de mayo