MIS FILIAS (Y FOBIAS) CULTURALES
Jesús Sánchez: «Simpatizo con Proust por aquello de la magdalena»
El cocinero, fundador del Cenador de Amós, nos revela, entre otras intimidades, que canta rancheras mientras se ducha
Solo puede llevarse un libro a una isla desierta...
Me llevaría algo así como Cómo sobrevivir en una isla desierta . Pese a haber participado en campamentos de la O. J. E., reconozco que mis capacidades de supervivencia sin un buen restaurante cerca o un chiringuito provisto son más bien escasas. Prefiero una guía en mi lucha por la supervivencia que un compañero.
¿Con qué libro entretuvo el confinamiento?
Si se tuvo la suerte como yo de pasarlo en familia y dentro de ella hay una grandísima lectora, como es mi hija Marina, no faltan sugerencias que aparecen de repente en tu mesita de noche. En este caso, un libro de relatos de Kristen Roupenian, Lo estás deseando. Estoy seguro de que hay algo de provocación en su sugerencia: el ánimo de compartir conmigo cosas que le importan.
¿Cuál es la obra maestra que sabe que debe leer y que siempre se le ha resistido?
En la adolescencia me regalaron una colección con un título «definitivo»: Obras maestras de la literatura contemporánea . Si repaso la estantería, creo que tengo un compromiso con muchas de ellas. Parte de la culpa la tiene lo absorbente de mi trabajo. Esto me lo digo constantemente para buscar una excusa. Me ocurre que cuando veo una película basada en una novela antes de haber leído esta me cuesta después enfrentarme al libro. Es un error por mi parte y me pasa, por ejemplo, con Matar a un ruiseñor .
¿Qué canta debajo de la ducha?
Esta respuesta es fácil porque es cierto que lo hago y a pleno pulmón: rancheras. ¡Que viva México
¿Cuál fue el primer disco que compró y dónde?
Me encantaba comprar discos en la época del vinilo. La primera compra estuvo relacionada con un tocadiscos. El reproductor lo adquirimos la cuadrilla. Pasaba de casa en casa por temporadas y por la sede de la cuadrilla. ¿El primer disco que compre? Un elepé de Tequila.
¿Qué disco regalaría o recomendaría siempre?
Me encanta pensar que todavía se regalan: es probable que el vinilo haya vuelto para eso. Depende de la persona, pero si alguien no la ha descubierto, le recomendaría Rozalén.
¿Hay alguna música que le resulte insoportable?
Tanto como insoportable, no sabría decirle. Para la música, y para la vida en general, pongo el foco en lo que disfruto. No soy dado a criticar lo que es ajeno a mis gustos y siempre estoy dispuesto a conocer lo nuevo y dejarme sorprender. Lo único que no soporto es el ruido.
Serie adictiva que no podía dejar de ver...
Me cuesta ser constante con las series. Si veo que tienen varias temporadas me da vértigo empezarlas. La última a la que nos enganchamos fue The Morning Show. Se la recomendaría a cualquiera, tanto por las interpretaciones como por la reflexión que deja.
La serie que aparcó y que considera sobrevalorada...
Juego de Tronos , aunque puede que influyese la cantidad de temporadas. ¿No dice el dicho que lo bueno, si breve, dos veces bueno?
Su película de cabecera es...
Diremos Dolor y gloria por la belleza de lo que narra y la valentía del narrador para mostrarse. Sin olvidar la interpretación magistral de los actores. Me gustan las obras que se refieren a la vida cotidiana.
¿En qué creador le gustaría encarnarse?
Los creadores sufren mucho como para querer reencarnarse en ellos. Alguno modesto, un artesano, conectado con su esencia, que entien- da su obra como algo necesario para mejorar.
Su poeta de cabecera.
Tengo sobre la mesa de mi despacho Antología poética , de Ángel González. De vez en cuando la abro. Incluso al azar. Es como abrir una ventana o despejar el paso a una caricia.
¿Tiene un verso favorito?
«A las aladas almas de las rosas / del almendro de nata te requiero, / que tenemos que hablar de muchas cosas,/ compañero del alma, compañero», de Elegía por Ramón Sijé , de Miguel Hernández.
La obra de arte que le fascina.
La Naturaleza
No puedo con el movimiento artístico...
Todos merecen mi respeto. Reconozco que en este mundo necesito de guías. Afortunadamente, tengo amigos artistas y entendidos que lo hacen. Son los movimientos carentes de evolución los que me producen más pereza.
¿Proust o Jo Nesbø?
Proust, sin duda. Simpatizamos por aquello de la magdalena. Por cierto, aquí en Santander, le hicieron un palacio. A Proust no, a la Magdalena.
¿Cuál es su placer cultural culposo?
Aplaudir. En un momento en que el público parece que no va a arrancar y, de repente te conviertes en el desencadenador del aplauso. Incluso aplaudir cuando nadie lo espera. Las miradas y los gestos de los entendidos, arqueo de ceja incluido, generan culpa y cierto cosquilleo que tal vez pueda identificarse con un instante de placer.