Jesús García Calero - Palabras Contadas

Resident evil (y Goya)

«Su mirada es tan moderna que aún resulta inevitable. Y en nuestro mundo persisten desastres y disparates en trending topic»

Obra de Isabel Muñoz inspirada en el Saturno goyesco ISABEL MUÑOZ

En agosto de 1819, Goya salió de Madrid , salió de Desengaño (esquina Valverde) con 73 años, sordo y con serios problemas de movilidad. Con una guerra a cuestas y un proceso de depuración por su afrancesamiento. Se fue a vivir a una quinta en el campo, cuyos muros decoró con pinturas. Las ‘Pinturas Negras’. Quería pasar unos años tranquilos como anciano en un mundo que ya no comprendía bien, que ya no era el suyo. Sus planes se torcerían. Se fue al exilio. Como dice un viejo en uno de sus dibujos: «Aún aprendo». Morirá en Burdeos. Dos siglos después, su arte sigue vivo, inspira a quince artistas en el ‘Territorio Goya’ de su Fuendetodos natal . Su mirada es tan moderna que aún resulta inevitable. En nuestro mundo persisten desastres y disparates en trending topic . Y algunos males. Males de aquellos, de entonces, intrínsecos; males de muchos: el despoblamiento de la España vacía, exiliada de sí misma; un territorio de ancianos y residencias con la pandemia nueva a cuestas. Un mundo difícil de comprender. Y, sin embargo, Goya retorna, palpitante de ideas que inspiran a los artistas actuales. Tiene todo el sentido porque, como él mismo dijo, el tiempo también pinta. Pero lo que pinta necesita, como siempre, o como nunca antes, esa mirada suya, más satírica que lúgubre, mas irónica que negra, más comprensiva e inteligente que desengañada.

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