LIBROS
El Jardín de las Delicias
Los protagonistas de la temporada museística y artística se convierten también en objetivos de esta Feria. El Bosco, Louise Bourgeois, Pollock... a la sombra de los libros
Me estoy dejando llevar por la efeméride bosquiana (del Bosco , no de Del Bosque, aunque estemos a un paso también de la Eurocopa de fútbol) para imaginarme esta Feria del Libro –la madrileña de siempre, con sus casetas y sus barquilleros, fetén, de toda la vida– como un Jardín de las delicias librescas . Si esta cita primaveral y alérgica acaba de abrir sus puertas, la que celebra el V Centenario de Hieronymus Bosch lo hará el lunes 30 de mayo a muy pocos pasos, en el Museo Nacional del Prado. Antes de pasar por las salas pueden hacer acopio de unas cuantas novedades editoriales que descifran el enigma de este maestro del que nada de nada se tiene claro , ni su fecha de nacimiento, entre 1450 y 1455, y sobre cuyas obras aún corren ríos de tinta interpretativa. « Visiones y pesadillas » (Alianza) titula Nils Büttner su ensayo-biografía. Ilustrativo encabezamiento para el listado de teorías en torno a su peculiar bestiario de moralizantes imágenes. Algo que sí consta en las actas: «Es posible que cada vez con mayor frecuencia la producción artística del Bosco le reportase considerables sumas de dinero». El escritor suizo que habla castellano, Cees Nooteboom , se ha metido en la piel del Bosco y ha paseado por sus jardines, cielos e infiernos en varios ensayos, pero ahora nos llega « Un oscuro presentimiento » (Siruela). Si quieren todavía más y no han sufrido lo suficiente con los castigos del cuerpo y el alma, Taschen saca una versión XL dedicada al pintor con todo lujo y (calidad) de detalles.
Un salto en la Historia de cerca de quinientos años –como quien abre y cierra las puertas del ministerio del tiempo artístico sin despeinarse demasiado– para llegar a la obra de otra creadora con enigmas, en este caso femeninos, psicoanalíticos , sobre el padre, la madre, el sexo y sus atributos. « Louise Bourgeois. Estructura de la existencia: las celdas » (La Fábrica / Guggenheim Bilbao) es el catálogo de la espectacular exposición que el museo de Gehry acoge en sus salas sobre esta inmensa creadora descubierta por el mundo cuando ya superaba los setenta años. Otro caso de machismo cultural activo . Para paliarlo con un ejército de mujeres de armas tomar llegan Victoria Combalía y sus « Musas, mecenas y amantes. Mujeres en torno al surrealismo » (Elba). A saber: Valentine Hugo, Nancy Cunard, Peggy Guggenheim, Kiki de Montparnasse, Marie-Laure de Noailles y Joyce Mansour . También en este lado del cuadrilátero, la recopilación de entrevistas realizadas por la periodista Fietta Jarque a lo largo de su trayectoria profesional en « Cómo piensan los artistas » (Fondo de Cultura Económica).
Fuerzas vivas
Y metidos en esta harina de géneros, también viene como anillo al dedo (no matrimonial) el nombre de Jackson Pollock , macho alfa del arte bajo cuya escombrera de genio y figura alcohólica murió sepultada la pintora Lee Krasner . « La energía visible. Jackson Pollock. Una antología » (La Balsa de la Medusa / Museo Picasso Málaga) relata, con la batuta de José Lebrero Stals , director del citado museo, el auge y caída del maestro del expresionismo abstracto por antonomasia. Pollock es a la segunda mitad del siglo XX lo que Picasso a la primera parte de la centuria : fuerzas vivas de la naturaleza artística (y sexual). Mark Rothko se encuentra en el otro platillo de la balanza temporal y estética, pura espiritualidad cromática. Paradojas de la Historia del Arte y sus mercantilismos, ha llegado a ser el artista más caro del mercado del arte durante muchos y recientes años. « Buscando la luz de la Capilla » (Paidós Testimonios), de Annie Cohen Solal , recorre la vida del pintor, que nace en 1903 en la actual Letonia, entonces Imperio Ruso, y se suicidó en Nueva York en 1970. Otra dosis de alcohol y antidepresivos mortal de necesidad .
Cerramos el capítulo que abrimos con el Bosco regresando a su seno, no porque hablemos de él de nuevo, sino porque lo grotesco que inundaba su imaginario se consuma en versión contemporánea de la mano de Allan Kaprow y esta recopilación de escritos, reseñas y manifiestos: « Entre el arte y la vida. Ensayos sobre el “happening” » (Alpha Decay). También lo remarca con todas las letras el estudio de Frances S. Connelly « Lo grotesco en el arte y la cultura occidentales. La imagen en juego » (La Balsa de la Medusa). Los primos hermanos de Hieronymus Bosch están aquí.
Vila-Matas declara su amor por Sophie Calle y Dominique Gonzalez-Foerster
Durante estos días, Madrid también celebra la décimo novena edición de PHotoEspaña y hay que abrir un hueco a las publicaciones de imágenes en su más variado divertimento estético visual. Entre lo más «kitsch», encontramos el pequeño volumen (en su formato) que ha editado Martin Parr bajo el título de « Real Food » (Phaidon). En la portada del mismo, un mantel de cuadros rojos y blancos como si nos fuéramos de merendola al campo o a sentarnos a la sombra de uno de los castaños del Retiro. En el interior de la cesta (el libro), una colorista selección de fotografías (cuasi retratos, diría yo) de comida basura a cual más subida de tono calórico . Nada que ver con la dieta mediterránea. Grasas hipersaturadas. No se confundan y mojen pan donde no deben, porque el británico Martin Parr se caracteriza por ironizar, en un estilo muy «british», sobre la sociedad, sus modos y costumbres globalizadas. El libro dice «cómeme», pero menos mal que es con los ojos y sin mancharnos los dedos . El papel satinado de este libro, mejor que una servilleta de seda para cerrar el festín. Si seguimos en la onda festivo-fotográfica, un destacado para « Mario de Janeiro Testino » (Taschen), con la «top model» Gisele Bündchen y el músico Caetano Veloso de acompañamiento carioca en la letra. Testino es uno de esos fotógrafos de moda que abre la puerta de los museos, por ejemplo el Thyssen de Madrid. De distinta iluminación, más próximos al claroscuro bien iluminado, son los libros « 400 fotografías », de Ansel Adams (Photoclub); « De laboris », de Pierre Gonnord (Trama Editorial); y « Révélations. Iconographie de la Salpêtrière », de Javier Viver (Editorial RM), que acaba de recibir el premio que otorga el Ministerio de Cultura al mejor libro de arte editado en 2015.
Artistas y novelistas
Desde que Duchamp lo tirara todo por el urinario, el arte se hizo letra, mucha letra, concepto, mucho, concepto , y los anaqueles de los museos se llenaron de teorías que valían su peso en densidad y en oro (inclusive): el mercado del arte ha apoyado muchos de estos desarrollos en aras del coleccionismo de lujo . Aquí tienen unos cuantos títulos que enseñan tanto como ilustran del discurrir de la creación en los últimos tiempos. Anna Maria Guasch lo analiza todo en « El arte en la era de lo global. 1989/2015» (Alianza). El novelista Enrique Vila-Matas , que participó en la última Documenta de Kassel, esta temporada se ha lanzado a declarar su amor por dos artistas tan conceptuales como contemporáneas: Sophie Calle y Dominique Gonzalez-Foerster . A la primera le dedica « Porque ella no lo pidió » (Lumen), y a la segunda « Marienbad eléctrico » (Seix Barral). Por cierto, de la francesa Sophie Calle también nos sorprenden sus « Historias reales » (La Fábrica). Un libro de artista con todas las de la ley. Otro escritor que encabeza la defensa del arte contemporáneo desde las letras, batalla nada fácil dada la posición obtusa de muchos de sus colegas, es el argentino César Aira . Hace poco confesó que su artista favorito es el pintor alemán Neo Rauch , y en « Sobre el arte contemporáneo » (Literatura Random House) dialoga con Duchamp de tú a tú. Un cómplice soberbio.
Cerremos con un autor que relató el arte español de la segunda mitad del siglo XX como pocos, José-Miguel Ullán , y « Los nombres y las manchas ». Escritos sobre arte (Galaxia Gutenberg). Arte y poesía.