LOS LIBROS DE MI VIDA

Isaak Babel, testigo molesto de la barbarie soviética

Los relatos de Babel en «Caballería Roja» ofrecen una visión devastadora de la guerra en Polonia contra los contrarrevolucionarios

Isaak Babel fue uno de los escritores depurados por el régimen soviético
Pedro García Cuartango

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El propio Stalin estampó su firma en un documento registrado y sellado en el que Beria pedía su consentimiento para ejecutar a 346 «enemigos del pueblo» en enero de 1940. Entre ellos, estaba el escritor Isaak Babel , que había sido condenado por espionaje y participación en una imaginaria conspiración trotskista contra el régimen. Horas después, Isaak Babel era ejecutado de un tiro en la nuca en los sótanos de la prisión de Butyrka . Tenía 45 años. Sus manuscritos fueron destruidos, sus libros fueron retirados y se prohibió toda mención a su existencia.

Hubo que esperar a la muerte de Stalin para que Babel fuera rehabilitado tras considerar que los cargos eran falsos y que el escritor nunca había sido desleal. La Justicia zarista había ordenado su confinamiento por su condición de judío y por sus trabajos periodísticos, pero había emigrado clandestinamente a San Petersburgo , donde se hallaba cuando estalló la Revolución en 1917.

Babel encontró trabajo como traductor y tipógrafo, fue soldado en el frente rumano y funcionario del Comisariado para la Educación . Más tarde fue enviado como periodista a Polonia a cubrir la guerra civil que se desarrolló entre 1920 y 1923. Estaba adscrito al Primer Ejército de Caballería, mandado por el general Semion Budionni , que se sintió ofendido por sus crónicas.

Los textos literarios escritos por Babel sobre la guerra de los soviéticos contra los contrarrevolucionarios blancos fueron agrupados en un volumen editado con el título Caballería Roja , que contiene 35 microrrelatos inspirados en la barbarie que presenció en tierras polacas . Hay en su obra una visible influencia de narradores como el francés Maupassant y el ruso Chejov , al que podemos considerar su maestro tanto por la economía de medios de sus cuentos, casi minimalistas, como por su costumbrismo.

Descripciones brutales

Babel retrata la realidad como un pintor que muestra una escena y deja al espectador que imagine el contexto. En uno de sus relatos, el soldado se refugia para dormir en una choza y, al despertar, descubre que ha pasado la noche junto a un cadáver . En unas pocas pinceladas, el escritor describe el horror de una guerra en la que los combatientes sobreviven al frío, el hambre y la depravación. No sólo no hay en sus páginas ninguna exaltación de los valores de esa Caballería Roja sino que, por el contrario, los soldados luchan por inercia con la esperanza de sobrevivir.

Babel no ahorra la crudeza a sus lectores con descripciones brutales como el episodio en el que el narrador orina sobre un cadáver o la persecución de un hijo para vengarse de su padre, que es ejecutado por traidor. La guerra saca lo peor del ser humano en estos relatos en los que la abyección es presentada como una rutina.

Ni qué decir tiene que los censores soviéticos se dieron cuenta de la naturaleza subversiva de su obra , que, bajo la coartada de mera ficción, desmontaba el mito de un Ejército Rojo en su noble lucha por defender la Revolución de sus enemigos.

Incautación de sus escritos

Isaak Babel era famoso por sus escritos y sus piezas de teatro, era miembro de la Unión de Escritores Soviéticos , tenía muchos amigos en la cúpula del régimen y, sobre todo, estaba protegido por Máximo Gorki . Además, había sido amante de la mujer de Yezov, el jefe del NKVD, que paradójicamente intentó salvar su vida. Tras la caída en desgracia de Yezov , Lavrenti Beria , su sustituto, ordenó la detención y arresto del autor. Su mujer y sus dos hijas fueron dejadas en libertad, pero el aparato de Seguridad se incautó de todos sus escritos. Fue juzgado seis meses después y condenado a muerte.

Babel había nacido en Odessa en el seno de una vieja estirpe judía y había sufrido los pogromos del zarismo. De hecho, su familia se libró de la muerte gracias a la ayuda de sus vecinos cristianos en 1905 cuando 300 miembros de su comunidad fueron ejecutados en la ciudad del Mar Negro .

A pesar de su entusiasmo inicial, Isaak Babel empezó a distanciarse del comunismo a principios de los años veinte al constatar su deriva autoritaria y su desprecio a la inteligencia. Parte de su obra se ha perdido, al igual que la de otros disidentes, a pesar de que rogó a Beria, cuando estaba ya en prisión, que no destruyera el material incautado. Nos queda esta joya llamada Caballería Roja , cuyos relatos se pueden leer al azar, de atrás hacia adelante o como se prefiera, porque cada uno de ellos pone frente al espejo esa utopía que acabó en pesadilla. Isaak Babel fue un testigo molesto.

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