DARÁN QUE HABLAR
Iria Martínez: «Ahora mismo, los metacrilatos y los pvcs de colores inundan mi estudio»
Darse una segunda oportunidad, en ocasiones, es fundamental. En el caso de Iria Martínez supuso rescatar a una prometedora artista de las garras del mundo de la empresa. Su trabajo con la imagen tridimensional «dará que hablar»
Nombre completo: Iria Martínez Maldonado. Lugar y fecha de nacimiento: Madrid, 1981. Residencia actual: Madrid. Estudios: Licenciada en Administración y Dirección de Empresas, Fotografía Profesional y Máster en Fotografía contemporánea ( Efti ) . Ocupación actual: Artista visual.
Qué le interesa. Aunque mi punto de partida fue la fotografía, me interesa mucho explorar esos nuevos lenguajes híbridos con la escultura, la pintura y lo instalativo. La tridimensionalidad de la imagen, jugando con lo que ésta representa, con el propio soporte y con el espacio, en muchas ocasiones, en diálogos de opuestos para generar cierta tensión.
El vacío; romper con estructuras obsoletas; lo femenino, lo espiritual; el paso del tiempo; ese extrañamiento que se produce cuando las cosas envejecen; la experiencia de la vulnerabilidad del entorno y de uno mismo; el poder hablar de lo que no es visible a partir de lo visible, material y físico... Los temas van apareciendo y van germinando dentro hasta que encuentro la manera de poder expresarlos.
También me gusta investigar con los materiales y trabajar con retales, poder usar aquello que para otros no sirve ya, y darle una nueva oportunidad. Ahora mismo los metacrilatos y los pvcs de colores inundan mi estudio.
De dónde viene. Mi primera exposición fue de retratos. De eso ya hace mucho. He participado en varias exposiciones colectivas y en ferias como Hybrid y Artbanchel desde mi estudio en Carabanchel.
Ahora. lo más inmediato va a ser en febrero: Así, «Hacer ventana» será una exposición que, invirtiendo la expresión arcaica que se utilizó para estereotipar el comportamiento femenino, crea en las ventanas de un edificio tan emblemático como el Alcázar de Toledo un espacio para dar visibilidad a un grupo de mujeres artistas.
Supo que se dedicaría al arte… De pequeña, me pasaba el día dibujando y llenando las paredes de recortes que mezclaba y transformaba. Además crecí rodeada de arte y de artistas, me encantaba ir a sus estudios: para mí eran universos mágicos. Me encaminaba a estudiar diseño de moda, arquitectura o Historia del Arte. Sin embargo, terminé estudiando ADE, y dedicándome a otras cosas. Pero mi relación con el arte y los artistas se mantuvo de una manera u otra. Hasta que me encontré con la fotografía hace diez años. Fue un flechazo y un salvavidas de una vida que no quería. A partir de ahí, fue fluir y seguir mi instinto. Y es lo que sigo haciendo a día de hoy, explorando nuevos canales de expresión.
¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el arte para «sobrevivir»? Como fotógrafa, he hecho de todo: desde BBC (bodas, bautizos y comuniones), «books», fotografía inmobiliaria y de arquitectura, catalogación, producto, moda... Trabajos que me permiten pagar las facturas y seguir creando. Lo más raro fue un encargo de fotografía para «expertizar» una obra de arte, el lugar y la situación fueron surrealistas.
Su yo «virtual». En las redes sociales, tengo Faceboo,k que empleo solo para ocasiones contadas, e Instagram (@flymetothemoon81) , que ha sido decisivo: me ha permitido conectarme con un flujo de información visual enorme. Comencé solo usándolo para ver, y ahora lo uso también como un diario visual. La rapidez que te permite el móvil me ha facilitado ejercitar mi mirada hacia el mundo para luego poder analizarla.
Respecto a los productos digitales, consumo mucho relacionado con la fotografía, por trabajo. Música con Spotify y series y películas de Netflix o HBO. Los ebooks me cuestan más, ya que paso muchas horas delante del ordenador, y el papel tiene algo especial, nostálgico, cómplice, aunque no es lo más sostenible.
Dónde está cuando no hace arte. En ocasiones trabajo con mi madre en determinados proyectos de su estudio de interiorismo, lo que me permite generar ingresos para producir. En esos proyectos siempre intento incluir obras de arte de diversos artistas, ya que el diálogo entre interiorismo y arte me parece fundamental.
También he comisariado exposiciones y, en su momento, he movido la obra a otros artistas, aunque ahora me centro más en mi trabajo. Siempre estoy buscando ideas y proyectos relacionados con el arte, no solo para mí, sino también para otros. Me encanta trabajar con otros artistas y creativos.
Le gustará si conoce a... De pequeña siempre me interesaron los grandes fotógrafos de moda y los grandes retratistas como Peter Lindberg, Avedon o Irving Penn , y aquellos más creativos como Tim Walker.
De Ciuco Gutiérrez he aprendido muchísimo y sigo haciéndolo. Posee una sensibilidad extraordinaria para crear y para leer tanto las imágenes como el arte en general, además de comprender desde el máximo respeto lo que pasa por la cabeza y el alma de un artista.
De Javier Vallhonrat , en su momento con la fotografía de moda y posteriormente en la fotografía contemporánea, me ha llamado siempre la atención la rigurosidad e importancia de tomar conciencia del proceso creativo.
Tengo muchas más referentes de arquitectura, diseño, música, cine... Cada cierto tiempo realizo una labor de investigación y recopilo todo aquello que me interesa para luego indagar más profundamente por qué me atrae, o qué es lo que me gusta de una obra o de un determinado artista. Se aprende mucho de los demás así. Algunos han sido Daniel Canogar , Olafur Eliasson, Ángela de la Cruz, Adam Jeppesen, Peter Zimmermann , Wolfgang Tillmans, Mikko Rikala, Antonio Ballester Moreno, Alexander Calder o Josef Albers.
De mi generación, Guillermo Mora , Carlos Irijalba, Cristina Garrido, Miren Doiz, Irma Femenía, Teresa Solar, Leonor Serrano Rivas , Iñaki Bonillas, Iván Argote o Miguel Ángel Tornero .
Qué se trae ahora entre manos. Ahora mismo estoy con una serie de esculturas pequeñas, trabajando a partir de la relación entre lo natural y lo artificial. Hemos creado un mundo en el que hemos invadido la Naturaleza, y estoy buscando la manera de invitar a reflexionar sobre ello. También estoy empezando una serie de retratos muy relacionados con este tema.
Suelo trabajar en varios proyectos a la vez, para no saturarme de uno en concreto. Es una manera de trabajar que me resulta cómoda, ya que los conjuntos me llevan cierto tiempo, van evolucionando y necesito dejarlos reposar. Soy recolectora, acumuladora desde pequeña, guardo cosas que estética o conceptualmente tienen algo que me llama, y, al cabo del tiempo, les encuentro el sentido, su lugar.
Proyecto favorito hasta el momento. De mis primeras piezas, «El camino». Le tengo mucho cariño a ese «collage» que salió de muy adentro. Y las últimas piezas: me lo estoy pasando genial haciendo esas pequeñas esculturas.
¿Por qué tenemos que confiar en ella? He aprendido a confiar en mí, que creo que es lo más difícil y lo más importante. Y lo he hecho explorando constantemente y en búsqueda de una coherencia, integridad y verdad en mi trabajo; trabajando los miedos que son los que bloquean la creatividad. A partir de ahí, creo que eso se refleja en la obra y atrae.
¿Dónde se ve de aquí a un año? Ojalá que trabajando mucho, y con diversos proyectos. Poder crear y vivir de ello es un regalo.
¿A quién cedería el testigo de esta entrevista? A Juan Borgognoni . Creo que tiene mucho que decir. Me gusta mucho su paleta cromática. Compartimos estudio unos meses, aunque sin vernos apenas. Espero algún día compartir algún proyecto con él.
¿Cómo se definiría en un trazo?
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