ARTE
Inma Femenía y lo infraleve
La exposición de Bombas Gens constata el buen momento creativo de esta joven artista
En pleno debate sobre si la interacción virtual sustituirá a la vida social tal y como la hemos conocido hasta ahora, si lo telemático se impondrá a lo presencial, la obra de Inma Femenía (Alicante, 1985) apuesta por la hibridación. Su exposición en Bombas Gens , titulada Infraleve , lleva al límite la experiencia de percepción sobre la realidad física desde su trabajo más reciente.
Femenía propone una fusión con la imagen digital, condicionada por el tiempo, pero sobre todo por los procesos de comunicación. Desde sus comienzos, su obra experimenta con la luz , primero en autorretratos, después a través de objetos con superficies reflectantes que moldeaba basándose en bocetos previos y dibujos.
Las emociones contenidas son representadas con esculturas metálicas atadas y ancladas a paredes y techos . Su instalación aquí está a la altura de la contundencia de las salas, jugando con su estética un tanto industrial, en un diálogo entre el espacio expositivo y las obras.
La vida en la pantalla
Infraleve es una exposición que evidencia nuestra relación cotidiana con una tecnología en la que las pantallas han tomado el protagonismo . Un hecho que la artista no lamenta pero tampoco celebra. A lo largo de estos últimos años, ha investigado sobre la imagen pixelada, la iluminación artificial de las pantallas y los efectos del color sobre materia inorgánica, pero también sobre el cuerpo. Esa relación entre espacio y cuerpo, motivo de reflexión en nuestra nueva normalidad, es el eje rector del proyecto expositivo comisariado por Nuria Enguita y Julia Castelló .
Recorriendo la muestra destaca Mehr Licht! , una pieza integrada por pantallas LED que hace alusión a las publicitarias gigantes tan recurrentes en los espacios públicos de las grandes ciudades. El bombardeo lumínico al que nos exponemos no termina en las calles, sino que entra en nuestros hogares. Para muchas personas, el móvil es lo primero que mirar al despertar. ¿Cómo condicionan nuestra visión del mundo esas constantes emisiones de luz e información? La obra Black Mirror podría ofrecer respuestas: esta remite a una pantalla de móvil apagada y la ansiedad que provoca hoy el apagón digital, la desconexión, en cierto modo, también necesaria.
Tomar impulso
Un proyecto este que probablemente impulsa a Femenía, aproximándola a ese controvertido punto que es el paso de artista emergente a media carrera . En él consolida las líneas fundamentales que definen su trabajo, mientras esboza un balance positivo.
La exposición, que se sirve de un concepto duchampiano , marca además un rasgo específico del momento creativo actual: lo infraleve, es decir, la recuperación del acto contemplativo de fenómenos sutiles que se escapan al ojo por su velocidad y transparencia, intangible pero repleto de posibilidades.
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