VIDEOJUEGOS

«La guerra de las galaxias» se expande también por los videojuegos

La franquicia no solo goza de buea salud en el cine. Su futuro en los videojuegos está también asegurado

BORJA VAZ

Mientras «El despertar de la fuerza» arrasa en todo el mundo, merece la pena echar un vistazo a la impronta que la franquicia de George Lucas ha dejado en el mundo de los videojuegos.

Cuando Disney compró la franquicia de «La guerra de las galaxias» por algo más de cuatro mil millones de dólares en 2012, no solo se hizo con los derechos para producir más películas de la saga, sino que adquirió LucasFilm, la productora de George Lucas, y todas sus subsidiarias , como Industrial Light and Magic y Skywalker Sound, auténticos referentes en procesos de postproducción. En la adquisición también entró LucasArts, el estudio de diseño de videojuegos fundado en 1982 que se había encargado durante décadas de explotar la franquicia en el medio digital.

LucasArts sin embargo se hizo un nombre como estudio a finales de la década de los 80 y principios de los 90, no por «Star Wars», sino por sus imprescindibles aventuras gráficas, repletas de buen humor, puzles ingeniosos y personajes entrañables. Títulos como «Maniac Mansion», «Monkey Island» (auténtico germen de las películas de «Piratas del Caribe» ), «Indiana Jones and the Fate of Atlantis» o la apoteosis de «Grim Fandango», reestrenada a principios de 2015, forman parte de la historia de los videojuegos y ocupan un lugar privilegiado en la mente de los jugadores que se criaron con ellos. Aquellos juegos sorteaban las limitaciones técnicas de la época con ingenio y dosis colosales de creatividad, pero «La guerra de las galaxias» clamaba por una jugabilidad más visceral, más centrada en la acción, lejos del estilo reflexivo y reposado de las aventuras gráficas.

¿Quién es Darth Revan?

Aunque se llegaron a desarrollar algunos títulos de la franquicia antes de que Lucas creara su propio estudio de videojuegos, el primero desarrollado internamente no llegó hasta 1993, con el simulador espacial X-Wing, donde el jugador se ponía a los mandos del archiconocido caza rebelde. A partir de ahí, la franquicia se subdividió en diferentes series, ramificándose en varios géneros como FPS, de conducción, lucha, estrategia o juegos de rol. Títulos como «Dark Forces», «Rogue Squadron», «Starfighter», «Rebel Assault», «Galaxies» o «Battlefront» iban más allá de la mera adaptación de las películas, profundizando en historias del Universo Expandido (borrado de un plumazo del canon con la adquisición de Disney) o fraguando sus propios escenarios alternativos.

Entre el centenar largo de videojuegos basados en la licencia de «Star Wars» existen títulos para todo tipo de públicos, y con grandes variaciones de calidad. Una de las incursiones más celebradas por la crítica es «Knights of the Old Republic» (2003), desarrollado por Bioware, que venía de labrarse un nombre en la franquicia de «Reinos Olvidados« con «Baldur’s Gate» y «Neverwinter Nights», experiencias de rol seminales. La jugada maestra de los canadienses fue situar la acción de su juego hace 4.000 años, desentendiéndose de esta forma de una ficción cada vez más complicada e interconectada. LucasArts les dio la libertad necesaria para crear una historia que, si bien contenía todos los ingredientes clásicos de «La guerra de las galaxias» ( la Fuerza, los Jedi, las naves espaciales, los coloridos mundos llenos de contrabandistas, mercenarios y criminales ), resultaba completamente fresca, con unos personajes nuevos, pero igual de entrañables. Mención especial merece ese giro de guión. La verdadera identidad de Darth Revan fue capaz de resonar con una fuerza similar a la revelación de Darth Vader al final de «El imperio contraataca», y confirmó la maestría narrativa de un estudio que más tarde se embarcaría en la imprescindible trilogía de «Mass Effect».

«Star Wars 1313»

A pesar de todo, la gran época dorada de LucasArts se desarrolló en los 90 y, salvo algunas honrosas excepciones, la mayoría de los títulos que sacó en el nuevo siglo ya no se encontraban en la vanguardia del medio. Disney terminó por dar carpetazo a la decadencia, reduciendo su función a la de un simple gestor de licencias. Esta decisión se llevó por delante el prometedor «Star Wars 1313», pero permitió que EA firmara un acuerdo de 10 años con Disney cuyo primer fruto, el «reboot» de «Battlefront», es uno de los títulos más vendidos de la temporada.

Se espera que durante el año se presente la aventura que están desarrollando en Visceral junto a Amy Hennig , famosa por su labor en «Uncharted», lo que nos permite pensar en que rescatarán mucho de 1313. Lo que está claro es que la franquicia no solo goza de buena salud en el cine, sino que su futuro inmediato en videojuegos no podría ser más sustancioso, polémicas incluidas.

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