ARTE
Al futuro desde el pasado de los «Territorios indefinidos»
«Territorios indefinidos», en el MACBA barcelonés, incide en uno de los temas más recurrentes del arte hoy: la huella postcolonial
El MACBA prosigue con su intensa programación en paralelo a los grandes temas del mundo del arte. Ahora, la comisaria Hiuwai Chu nos permite con « Territorios indefinidos » dar la vuelta al mundo y, a la vez, realizar un paseo histórico por los hitos que han definido las políticas actuales y como éstas se reflejan en cuestiones identitarias y culturales. Pensada como una exposición casi cinematográfica, requiere de un tiempo de visita amplio.
Su revisión de las narrativas históricas se inicia con un inmenso mapa de Mariana Castillo Deball . La mexicana plantea una xilografía adaptada al pavimento de la sala con una ampliación detallada del plano que Hernán Cortés realizó en 1520 de Tecnochtitlán. Esta ilustración fue una de las más difundidas y ayudó a fraguar en el imaginario de los europeos su necesidad de ser los «civilizadores» de aquellas tierras.
Sobre el mapa
Alrededor de este gran mapa se van desarrollando sobre las paredes diferentes ejemplos de cómo la simbología y la lengua son claves para oprimir y extender en el tiempo cierta represión colonial. Desde un casi imperceptible y delicado dibujo mural de Alán Carrasco que retrata a Túpac Amaru II («Chinkachiy»), hasta los bodegones intervenidos con texto de Sandra Gamarra , que muestran los modos de representar el poder mediante el objeto.
En el campo fotográfico nos encontramos series tan variadas como interesantes. Por un lado, el dúo Daniela Ortiz y Xose Quiroga nos llevan a analizar la pervivencia de la conquista a través de monumentos recientes como el de 1988 en Barcelona alrededor de la figura de Colón. El salto geográfico lo plantea contrapuesto en esta misma sala la sobria serie fotográfica del bengalí Munem Wasif sobre el paisaje y las consecuencias de las fronteras en una de las zonas más conflictivas entre India y Bangladesh. Asimismo, las imágenes de la pakistaní Maryam Jafri suponen la investigación de más de 30 archivos sobre los actos, estéticas y protocolos de las proclamaciones de independencia en realidades tan distantes pero tan cercanas en cuanto a sus resultados. Todas ellas acaban manteniendo las características de los colonizadores y son incapaces de volver a su estado original. A su vez, el archivo toma dimensiones matéricas con la instalación de Kapwani Kiwanga , quien desarrolla en sala los arreglos florales de las diferentes ceremonias de independencia de los países africanos.
Muchas de las obras reflexionan sobre el papel de la simbología y la lengua en la opresión colonial
La destacada pieza central de la cita es la película de Naeem Mohaiemen « Two Meetings and a Funeral », presentada en 2017 en la Documenta. La grandilocuente instalación de video tiene una duración de 89 minutos que pasan raudos al ritmo de unas imágenes tan bien hiladas. Conducida por el historiador Vijay Prashad , aborda las infructuosas relaciones de los agentes que actuaron en el Movimiento de Países no Alineados de 1955 a 1974. Pone el foco sobre las complejidades que determinaron su fracaso, impulsado por el giro desde el socialismo hacia el islamismo . Su gran trabajo de documentación se dinamiza con su análisis urbanístico, arquitectónico y cultural, abordando aspectos más mundanos de lo que implicaron estos encuentros, pero que aportan lecturas y simbologías al relato.
Una de las piezas que se ve desde la calle da la clave sobre toda la muestra. Se trata de un vídeo y un neón de Dana Whabira , quien invita a pensar en el futuro tras reflexionar sobre un pasado intenso y bárbaro. Lengua, cultura, identidad y revisión histórica se ponen en cuestión en esta muestra mediante obras que hacen protagonista a la huella de cierto empobrecimiento de las sociedades y el legado imborrable que implica todo proceso colonial.