ARTE
La Fundación Suñol se abre a Barcelona
Esta institución, clave en el tejido catalán y español, se muda de barrio y retoma su filosofía inicial de compartir su colección
O-brim! ¡A-brimos! es el lema que encabeza esta nueva etapa de la Fundación Suñol en Barcelona. Un nuevo ciclo marcado por su vuelta a los orígenes en cuanto a la ubicación, dando renovada forma y funcionalidad al espacio de les Corts en la calle Mejía Lequérica, 14.
El espacio, actualmente transformado y articulado en tres grandes ejes, es el mismo donde tenían situado su reserva de obra desde 1980. Almacén que era mucho más que un mero centro de conservación: fue una de las primeras residencias de artistas de la ciudad y, al tiempo, abrió los fondos a los visitantes y especialistas a través de eventos que marcaban el pulso de la efervescencia cultural del momento. El concepto, pues, de «abrir la colección» era ya una realidad que actualmente retoman, más allá de la actividad a la que nos tenían acostumbrados en su espacio de Paseo de Gracia.
Una vuelta, así, a los orígenes, que desgraciadamente no va a poder disfrutar su fundador, Josep Suñol , pero del que se puede ver su huella en muchos detalles de los actos festivos que han seguido adelante en homenaje a su figura. Un coleccionista sin pretensiones egocéntricas, pero que ha creado un formato de dinamización de su colección privada de la mano de Sergi Aguilar y que va más allá de las exposiciones de grandes nombres de la escena creativa catalana. Una fase ya superada y hacia la que miran con admiración para marcar ahora la diferencia.
En tres actos
Este concepto de «abrir la Fundación» se ve tanto en su estructura espacial como en el guiño festivo que plantean los actos hasta hoy mismo. El espacio de entrada se dedicará a la acción mediante presentaciones, charlas y una potente batería de actividades didácticas. El intermedio es el dedicado a la biblioteca, ya que la colección, además de estar poblada de obras de gran relevancia, va acompañada de un gran cuerpo documental y bibliográfico sobre los autores que la conforman. Biblioteca accesible y abierta al público , de consulta más que recomendable. Para acabar, el espacio visitable, una sala de exposiciones de unos 100 m2 , y que tiene su gemela no visible en un moderno almacén.
Actualmente, la relectura del espacio y de las obras maestras que plantea Luis Bisbe juegan a descomponer el entorno y componer ready mades con nombres de la talla de Picasso, Dalí, Miró y Tàpies .
Es en el almacén donde se podrá disfrutar los fondos de la colección, más allá de las diversas lecturas que se puedan hacer a través de exposiciones. Este aspecto menos visible toma protagonismo de la mano de Antoni Miralda , quien como si de Willy Wonka se tratara, ha realizado una serie de postales que se distribuyeron en el momento de la inauguración y que se podrán canjear por la visita a esta sala de las maravillas que representa el almacén de una colección de estas características.
Esta nueva fase tomará forma concreta a partir de enero de 2020, tras el parón navideño, cuando se sucedan las tres exposiciones comisariadas por Valentín Roma en las que articulará la colección alrededor de los grandes referentes del arte , la poética de las obras y el retrato. Tres nuevas lecturas como homenaje a un coleccionista que no buscaba el brillo pero que deja un legado que brilla por sí mismo.