ARTE
Una feria en cuarentena
Maribel López supera la «incubación» de su primera edición al mando de ARCO, a pesar del coronavirus (ya veremos en qué queda Lisboa), y la febrícula de la sentencia judicial
Sobrevivimos a ARCO . A pesar del coronavirus, que a punto estuvo de enfangarlo todo. De hecho, se cargó el Mobile , se cargó los carnavales de Venecia y se ha cargado la feria del turismo de Berlín . Es como si los del mundo del arte estuviéramos hechos de otra pasta. La falta de sustento (de los artistas, más que de los grandes collectors ) le hace a uno resistente. Y no será porque no hemos puesto a prueba la recomendación de la OMS de no besarnos o darnos apretones de mano estos días . Eso, en la Semana del Arte de Madrid era casi como pedirle a un penitente que se vaya al Caribe en Semana Santa. Alguna mascarilla vimos estos días por Ifema, pero nada que no aportara el punto esnob y petardo al asunto.
Superó Maribel López la «incubación» de su primera edición como directora. Y ni sarpullidos, ni toses secas. Si acaso, la febrícula de la sentencia judicial, que ya ha obligado a tomar medidas . De momento, la demanda de My Name's Lolita prosperó. Y hay otra en marcha de la galería Trinta . O se toma la feria todo esto con seriedad o los casos se empezarán a reproducir en cascada como los de la gripe asiática (como se diseminan por el mundo los caramelos de Gonzalez-Torres ). Hay incluso quienes esperan al otro lado de la puerta esgrimiendo los argumentos de la paridad y las buenas prácticas. El nuevo IAC amenaza con presentar batalla. Que ya son muchos años de cabreo.
La feria madrileña entra el año que viene en la cuarentena y de momento lo hace sin plan B
En cuanto al salón, sí que hay «órganos» que muestran síntomas de fatiga. El transplante del concepto «futuro» al del concepto «tiempo» (by Felix Gonzalez-Torres) no funciona . Tampoco sectores como Diálogos . Mucho gafapastismo para hablar otra vez de «solo-duismos». Que la feria se llene de pintura, no sé si es bueno. Si que los grandes precios de los que se habla sean de señoros (más que de señoras) muertos – Tàpies , Picassos , Chillidas y similares– dice mucho sobre lo de su coletilla de «contemporánea». Que ARCO siga sin dar cifras (de gastos, de ingresos, de ventas...) no es en absoluto positivo si lo que defendemos es la transparencia. Y la defensa de lo público.
La feria madrileña entra el año que viene en la cuarentena. Y de momento lo hace sin plan B. Chile le ha dicho que no. La internacionalización se frena. En tiempo de virus con o sin corona, hay que ser cautos. Ya veremos si llegamos a Lisboa, pero, de momento, el 40 cumpleaños debería dar pie no tanto a tirar fuegos artificiales o a recapitular festivamente como a reformatear muchas cosas . A eliminar vicios y tomarse las cosas (más) en serio. Mirarse el ombligo, en ocasiones, es hasta positivo. Y quizás por una vez España sea de verdad el país invitado, al que muchos llevamos tiempo echando en falta.